Quintana Roo es el primer
consumidor de drogas del país, y el lugar donde los niños comienzan más jóvenes
Hugo Martoccia
Alrededor del 10 por
ciento de los consumidores de droga en Quintana Roo son niños menores de 12
años, informó el Centro de Integración Juvenil de México (CIJ).
En la inauguración de la
53 Conferencia del Consejo Internacional de Alcohol y Adicciones “Nuevos retos,
nuevas soluciones”, que comenzó este miércoles en Cancún, la directora de los Centros
de Integración Juvenil en México, Carmen Fernández Cáceres, dio las cifras de
una realidad que se escapa de las manos.
“En el caso de Quintana
Roo, tenemos que en la edad de inicio en consumo de drogas ilegales, el 10 por
ciento son niños menores de 12 años”, dijo, ante la presencia de autoridades
estatales y nacionales, así como expertos internacionales.
Minutos antes, la
directora general del CIJ inició su conferencia con una frase lapidaria:
“Estamos aquí en Quintana Roo, el estado, desgraciadamente, con mayor consumo
de droga según la última Encuesta Nacional de Adicciones”.
Las cifras de las que
habla Carmen Fernández son las mismas que publicó Expediente Quintana Roo en su
edición del pasado 27 de junio.
Según esa encuesta, que es
del año 2008, en el estado había 57
mil personas que consumían cocaína, de los cuales 48 mil eran hombres; otros 21
mil consumían crack; dos mil preferían los alucinógenos, y 10 mil 500 que utilizan inhalantes.
En
total, casi 100 mil consumidores de drogas ilegales. Además, la encuesta
muestra que el 41.8 por ciento de
hombres y el 10.5 por ciento de mujeres tienen acceso a drogas ilegales, lo que
en total es igual al 26.3 por ciento de la población.
El
resultado de esa exposición es que el consumo proporcional de cocaína y
marihuana en Quintana Roo es el doble que en el resto del país.
Por
si fuera poco, el 25 por ciento de la población del estado, o sea más de 300
mil personas, usa de manera consuetudinaria, o abusa, del alcohol.
Ante
esta situación, el gobernador del estado Félix González Canto dijo que los
números de la encuesta son “un foquito rojo que se prende” y que se debe
analizar la información.
Sin
embargo, reconoció que al tratarse de un estado fronterizo “es particularmente
vulnerable al flagelo que significa el consumo y el tráfico de drogas”
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