Exige justicia viuda del policía estatal baleado por los escoltas del general Villa, ante inminente liberación

Chetumal.- A menos de 24 horas de que el juez de Distrito, Daniel Farah Godoy, determine si los escoltas del titular de Seguridad Pública, Bibiano Villa, Eduardo Sánchez Hernández y Ulises Martínez Jiménez, son culpables o inocentes del asesinato del policía estatal, Jorge Amir Flota Matos, su esposa, Francisca Peche Canul, exigió a las autoridades no dejar sin castigo el homicidio de su esposo, luego de mostrar el amparo concedido a los inculpados.

Un amparo ante la Justicia Federal a favor de los dos escoltas presos implicados en el asesinato del policía estatal preventivo, pondría al menos a uno de ellos, a Eduardo Sánchez Hernández, en libertad en las próximas horas.

Francisca Pech Canul, esposa del policía fallecido, dijo que al conocer a través de sus abogados la resolución del tribunal Colegiado de Cancún, inmediatamente se movilizó para que el caso sea sometido a una revisión y de esta manera, evitar que uno de los incupados salga libre, pues aseguró que ambos son responsables de la muerte de su cónyuge.

Indicó que es lamentable que la autoridad no esté cumpliendo en la impartición de justicia, pues los ahora los consignados se ampararon por tercera vez y el juez falla a favor de ellos.

Explicó que en los próximos días el Juez de Distrito, Daniel Farah Godoy, tendrá que resolver si dicta auto de formal prisión o de libertad a los ahora acusados.

La entrevistada dijo que Eduardo Sánchez Hernández e Ulises Martínez Jiménez son responsables de la muerte de su esposo ya que el día de los hechos dispararon contra el vehículo donde viajaba Jorge Amir Flota Matos, hiriéndolo de muerte y a pesar de que no respondieron a la agresión, ellos sí dispararon.

Pech Canul comentó que solicitará a la Comisión de Derechos Humanos realice una revisión del caso para evitar que los escoltas de Bibiano Villa salgan libres.

Finalmente hizo un llamado a las autoridades encargadas para que le hagan justicia y no quede impune la muerte de su esposo quien dejo en la orfandad a una niña de cinco años.