Un relato de la Tortura que se practica en la Procuraduría de Justicia de Quintana Roo
Por:
Expediente Quintana Roo
Publicado:
Veinticuatro horas en una celda de la
Policía Judicial –en Cancún-, le bastaron para ver cómo practican la tortura y
la violación de los Derechos Humanos en la Procuraduría General de Justicia del
Estado. En este relato, el detenido, quien fue absuelto por falta de pruebas,
responde al reportero y describe en escenas las “tableadas”, presión y
extorsión a la que son sometidos los presuntos.
Por: Esmaragdo Camaz
La esposa de la victima dice que a su
marido lo detuvieron y que ellos, su familia, no se enteraron de eso hasta que
lo trasladaron a las instalaciones de la Procuraduría General de Justicia de la
Zona Norte, en la avenida Xacaret, en la
ciudad de Cancún.
Se omiten detalles del caso de esta
victima, así como sus datos personales, ya que además de la detención injusta
de la que fue objeto, pues no había orden de aprensión de por medio, los
judiciales le pedían a su esposa 11 mil pesos para liberarlo.
Y obviamente, teme por su integridad.
Aquí su relato que ilustra la tortura y
presiones a la que los Judiciales someten a los detenidos.
No
me trataron mal ahí, no sé si igual corrí con suerte, porque toda la gente que
estaba en mi celda, toda la gente las
agarran a tablazos los judiciales, desde
que llegas, a todos les pegan y conforme les hacen la averiguación, les
hacen las preguntas, los llevan a
interrogar, los golpean, la última noche que yo estuve ahí, separaron a los
de menor edad y en todo el día los chavos esos los interrogaban y no les habían
hecho nada, no se si porque están los de Derechos Humanos ahí, porque cuando
llegó la noche, el judicial que estaba
en la noche a todos los muchachos que estaban ahí, menores de edad, a todos les
pegó. Los interrogó, los sacó uno
por uno y a todos… y les puso apodos a todos y tú vas a ser esto y tú vas a
ser este y tú, vente pa acá, y eso fue lo que yo vi ahí y pues en mi caso, le
digo, o no sé si corrí con suerte, no sé, pero a mí no me pegaron, no, nada de
eso, nadie… o sea, que me gritaran o que me dijera, estate ahí, no te muevas,
nada, igual en el interrogatorio que me hicieron también nada, el judicial que
me tocó igual…
¿Te
amenazaron?
No,
no me amenazaron, nada.
¿Cómo
ves la situación que se vive allá dentro?
Pues
está muy pesado, ya no es tanto por parte de los reos, o sea, de los que caen,
porque antes decían que en las celdas eran, sino es afuera, los mismos judiciales son los que hacen
todo su relajo, en mi caso, yo cuando y iba a salir, a la una de la mañana
sacan una hoja donde debo de pagar una multa, cuando en realidad me dijeron que
ya no iba yo a pagar nada, nada más que cumpliera las 48 horas, porque no había
quien me acusara… y ya, después de eso, fue que sacaron ese papel a la una, yo le
dije a la licenciada esa, que.. hasta eso, me sacaron un papel y yo le dije:
oiga, déjeme avisarle a mis familiares o al licenciado que está viendo eso, a
ver si puedo firmar esto porque, o sea, porque a nosotros nos dijeron que no
íbamos a pagar nada y luego a la una de la mañana y a las 4 se acaban las 48
horas, dónde voy a conseguir ese dinero ahorita y ya lo único que yo les dije
es que le hablara a mi esposa, de todas maneras porque yo lo firmé, porque estaba otro judicial ahí que fue el que me empezó a
gritar: fírmale eso cabrón, qué no sabes…
¿Te
presionó?
Sí,
al firmar.
¿Qué
te decían?
Me gritaron y uno de ellos me pegó, me pegó en la
cabeza, diciéndome: firma, no ves que la licenciada está diciendo que firmes
ese papel,
y ya le firmé y este…
Pero,
¿no estaba ni tu abogado?
No
había nadie, fue lo que yo pedí saber qué, pues deje que esté aquí o mi esposa
o el abogado para que ellos me digan porque voy a firmar eso porque a mi esposa
le dijeron otra cosa, le dijeron que cumpliendo las 48 horas yo salía porque no
había quien me demandara… y pues no, no fue así.,… ya firmo eso y luego ahí
mismo en la celda uno de los chavos que estaban ahí, de los judiciales fue el que dijo, yo te puedo ayudar,
nada más que de los once mil te voy a pedir nada más la mitad, yo puedo sacar
un papel en donde tienes tu libertad y todas esas cosas y fue lo que hizo,
pero pues yo ya al estar afuera, pues ya no le dimos nada… estuvo hablando por
teléfono, mandó mensajes, pero ya hasta ahí…
¿Qué
le dirías a las autoridades?
Pues
que pusieran más atención a la gente que está ahí adentro, más que nada, en el
día no hay nada de eso, es la noche cuando ya no hay nadie, que no hay nadie de
Derechos Humanos, no hay gente, o sus jefes, o no hay nadie, ¿porqué hacen eso…?
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