2M, 1R (Temporada 2): Blanca vuelve a las andadas y muestra quién manda en Palacio; Quintanar obedece y manda de vacaciones a la nueva secretaria; sala de Cabildos de Cancún hecha un caos

Cancún.- El regidor perredista del Ayuntamiento de Benito Juárez, Rafael Quintanar, reconocido por sus líos de faldas, mandó de vacaciones a su nueva secretaria por un período de dos meses, atendiendo la orden de su esposa, Blanca Ramos, a quien no le gustó la asistente que el Ayuntamiento le puso a su marido, en sustitución de Laura Verónica, pues la acusa de ser su “alcahuete”.

El jueves 4 de Octubre pasado, Blanca Ramos agredió física y verbalmente a Laura Verónica Castro, al acusarla de mantener relaciones amorosas con su marido. Derivado de ello, la secretaria del regidor, Rafael Quintanar, les puso una denuncia penal a la pareja y Julián Ricalde, el presidente municipal, decidió que le cambiaran la asistente al concejal para evitar “más problemas” y optó por no aplicar ningún tipo de sanción en contra de los agresores, pues le debe a los Ramos, la familia cacique que dirige el PRD en Quintana Roo, el cargo de alcalde Cancún.

Pero los problemas no terminan.

Apenas el pasado martes 30 de Octubre, la nueva secretaria de Rafael Quintanar, una mujer con algún tiempo de servicio con estatus de “confianza”, fue informada por el propio concejal que debía ausentarse de su nuevo encargo, pues le confesó que a Blanca, su esposa, no le había gustado su designación como su nueva asistente, pues la acusa de ser su “alcahuete”.

Y le pidió que se tomara una especie de “vacaciones” por al menos dos meses para no molestar a Blanca, pues como siempre, ella es quien decide en la sala de Cabildos.

La nueva secretaria, asustada, preocupada, no sabe qué hacer, pues teme que si “se va de vacaciones” dos meses, esto resulte en la pérdida su empleo, pues el deseo de Blanca de verla lejos del regidor no es una justificante para ausentarse tanto tiempo de su puesto de trabajo.

La situación para la secretaria es todavía más difícil si se considera que la lideresa del Sindicato de Trabajadores al Servicio del Ayuntamiento de Benito Juárez, Delia Alvarado, no ha respondido por las secretarias de la sala de Cabildos como ellas hubieran esperado, pues como en el caso de Laura Verónica, la dirigente sindical permitió las vejaciones en contra de esa empleada.

Blanca se ha convertido en el terror de la sala de Cabildos y de las secretarias de ese lugar, quienes son las que sufren a la esposa del regidor Quintanar, ya les quedó claro que es la Ramos quién toma las decisiones en el Palacio Municipal, pues ni Julián Ricalde, el alcalde, puede poner orden en ese recinto oficial.

En definitiva, Blanca no quiere mujeres en ese lugar. Y ya está tomando acciones.

Ordenó a su marido deshacerse de todo personal femenino y en obediencia a su esposa, Rafael Quintanar ya tiene a dos hombres trabajando como sus asistentes, uno de ellos su hermano, engrosando de paso, la larga lista de familiares que la pareja tiene insertados en la nómina del Ayuntamiento.

Todo un récord en materia de nepotismo (puede consultar datos en esta información de EQR).

En tanto, Blanca está logrando con sus acciones el objetivo de mantener a su marido fuera del alcance de las mujeres, ya que de cualquier forma, el personal de la sala de Cabildos –todas secretarias-, tampoco quieren trabajar con Rafael Quintanar, pues saben que su esposa es quien toma las decisiones en la sede del poder Municipal y no quieren exponerse a nuevas agresiones de la furibunda mujer.

El personal del Ayuntamiento sólo espera que pasen pronto los poco más de 10 meses que quedan de la presente administración para que termine el estado de sitio que mantiene Blanca y su familia, los Ramos, quienes dominan el PRD y el gobierno de Cancún.

El mensaje es claro, si el PRD sigue en el poder el próximo trienio, Blanca seguirá mandando. El objetivo para los trabajadores de la Comuna también es claro. Y ya están tomando acciones.

El ambiente en la sala de Cabildos no puede ser peor. Además de la amenaza latente que Blanca les representa al personal de ese lugar, el público se ha ido ausentado gradualmente de ese lugar, pues la afluencia ha disminuido considerablemente.

Y en medio de este caos, Blanca se muestra dominante en Palacio mientras Quintanar, siempre con la cabeza gacha ante su esposa, debe obedecer al pie de la letra las indicaciones de su esposa.

Ni modo, Julián Ricalde le debe el cargo a la familia de Blanca y no puede hacer nada más que, también como Quintanar, mantener la cabeza gacha y obedecerle.