Alcalde agiotista; Domingo Flota despoja a 18 familias de la Zona Maya de José María Morelos

José María Morelos.- El presidente municipal, Domingo Flota Castillo, conocido aquí como un consumado agiotista, despojó a 18 familias campesinas de sus equipos de trabajo, a quienes les prestó 100 mil pesos y ahora les reclama el doble, así lo denunciaron los propios afectados, quienes son habitantes de la comunidad de Kancabchén.

Los campesinos lamentan la postura que tomó contra ellos el alcalde Domingo Flota Castillo, pues dentro de sus actividades de agiotista, les embargó gran parte de sus equipos agrícolas por una deuda, dejando a varias familias sin herramientas de trabajo.

Según José Martín Tun, habitante de ese poblado, los lamentables hechos ocurrieron cuando 18 socios del pozo número 4 de la localidad maya de Kancabchén, se vieron obligados a solicitar un préstamo por cien mil pesos al actual presidente municipal, Domingo Flota Castillo, ya que se acercaba la temporada de siembra de papaya y no contaban con recursos para invertir.

Confiando en la buena voluntad del edil Flota Castillo, los 18 socios se arriesgaron a solicitar ese préstamo que el alcalde les dio en efectivo, y acordaron un tiempo para la devolución del mismo, con sus respectivos intereses.

Desafortunadamente los campesinos no lograron la cosecha esperada y se fueron la quiebra por daños en los cultivos.

Martín Tun dijo que los humildes campesinos se vieron preocupados por no contar con efectivo para la devolución de ese préstamo y los respectivos intereses, y meses después Domingo Flota llegó para cobrarles y le plantearon la situación, pensando que el edil los podría considerar porque les fue mal en su cosecha.

Sin embargo, les quitó gran parte de sus equipos de trabajo para cubrir parcialmente la deuda adquirida con él, y nada pudieron hacer para evitarlo, a pesar de que le manifestaron su difícil situación económica.

“A Domingo Flota se le pidió un préstamo de cien mil pesos, y luego de más de un año ya los intereses ya habían rebasado los 200 mil pesos, entonces vino Domingo a cobrar ese dinero y consideró que 200 mil era lo justo, pero nosotros no teníamos ese dinero, y procedió a embargar el pozo 4, denominado “Muuch meyáj”, en ese entonces fui mudo testigo de ese lamentable acontecimiento y me sentí impotente al no poder reclamar nada porque nos tenía en sus manos”, expresó.

Explicó que, ante la mirada triste de los campesinos, en ese entonces Domingo Flota llegó con su gente y embargó todo su equipo de trabajo, “se llevó un tractor seminuevo, con barbecho y rastra, un remolque, un transformador de 75 KBA, una bomba sumergible de 50 HP, y otras cosas más que los campesinos tuvieron que entregar sin poder hacer nada”, señaló.

Martín Tun lamentó que el alcalde se dedique a dar préstamos en todo el Municipio y se aproveche de la situación de los campesinos, pues en su caso dejó a 18 familias sin herramientas para trabajar la tierra y hasta la fecha aún no se recuperan por la actitud del alcalde Domingo Flota Castillo, y recordó que casos como estos hay muchos más en varias comunidades rurales.

Ante este panorama los labriegos intentaran buscar asesoría jurídica con la organización estatal del Barzón, misma que ayuda a las personas que tienen problemas con bancos, cajas financieras y agiotistas, tratando de cobrar en ocasiones hasta el triple de lo que les prestan.

Cabe mencionar que el actual edil, Domingo Flota Castillo, es conocido en el municipio como uno de los agiotistas más abusivos, ya que cuando alguien tiene una necesidad económica, él puede prestar fuertes sumas de dinero con muy fuertes interés casi imposibles de pagar, por lo que al ver la imposibilidad de pago, llega a quitar casas, autos, terrenos y todo lo que pueda para recuperar al doble o triple de lo que dio en calidad de préstamo.

No hay ni habrá ninguna demanda penal en su contra porque a sus víctimas las hace firmar los pagarés de las sumas de dinero que llega a prestar, aunado a que las personas con la necesidad acuden a él sin saber que el agiotismo o usurero es un delito que se debe pagar con cárcel.