¡Qué poca de la Anáhuac!: piden intervención del Papa para que Universidad cancunense cumpla con futbolista lastimado; “utiliza los valores cristianos sólo como publicidad para atraer jóvenes”, acusan afectados


Cancún.- Un padre de familia está pidiendo aquí la intervención del Papa Francisco, en el caso de su hijo, Carlos Luis González Pacheco Sánchez, quien se accidentó jugando fútbol americano para la Universidad Anáhuac de Cancún, y a cuatro años desde entonces, el joven no se ha recuperado de su salud y permanece en una cama, abandonado por esa casa de estudios, misma que en palabras del mentor afectado, sólo usa los valores de Cristo para lucrar: “la Universidad utiliza los valores  cristianos  sólo como publicidad para  atraer  jóvenes,  pero en la realidad con el caso de mi hijo claramente se ve lo contrario”.

El padre del joven lastimado, Carlos González Pacheco V, explica los detalles de esta historia en el sitio Change.org, un portal dedicado a aquellas personas que hacen peticiones a Organismos para intervenir en casos de injusticias, como el caso del joven futbolista.
 
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Carlos González Pacheco V pide la intervención de S.E.R. Monseñor Christophe Pierre, representante del Papa Francisco en México, para mediar ante la Universidad Anáhuac de Cancún por su desatención en el caso de su hijo, quien se lastimó jugando para esa casa de estudios.

El joven perdió la beca de estudios y todavía –cuatro años después- sigue postrado en cama a causa del accidente sufrido en la Universidad Anáhuac.
 
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Aquí el texto íntegro de la queja:

Mi hijo Carlos Luis González Pacheco Sánchez, en el 2010 era uno de los mejores jugadores de fútbol americano que tenia la cuidad de Cancún.


Al no tener posibilidades económicas para que estudiara en una universidad,   lo invitó el Rector de la Universidad la  Anáhuac  de Cancún, Miguel Pérez, para que jugando en el equipo de la universidad a cambio de una beca.

Estando en la Universidad se accidenta  y por  un error entre la empresa aseguradora y la Universidad, mi hijo se queda sin atención medica, ya estamos en el 2014 y mi hijo todavía no está totalmente rehabilitado y ni la aseguradora ni la Universidad se han querido hacer responsables.


Mi hijo desde entonces entró en una severa depresión y no ha podido salir de ella, debido a que él pensaba salir adelante con sus talentos atléticos para hacer una carrera, pero al final terminó abandonado por la Universidad en una  cama  hasta el día de hoy. 

Me gustaría que el Papa Francisco interviniera en este asunto porque la Universidad utiliza los valores  cristianos  sólo como publicidad para  atraer  jóvenes,  pero en la realidad con el caso de mi hijo claramente se ve lo contrario.
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