Caso Mimenza: La delgada línea entre la política y los negocios


Por: Esmaragdo Camaz 

Carlos Mimenza dice tener al menos 70 terrenos en diversas zonas de la Riviera Maya, algunos en áreas privilegiadas que le han permitido –como dice él- amasar una gran fortuna a través de la compra-venta de lotes. El dinero se hace con trabajo, pero también con relaciones, entre ellas relaciones con la gente de la política y del gobierno. Cualquier empresario encumbrado sabe esto. 

El mismo Mimenza ha manifestado en múltiples ocasiones su estrecha amistad con los personajes más poderosos de la vida pública de Quintana Roo del pasado reciente. Llama la atención que el crecimiento de Carlos Mimenza como terrateniente coincida de manera importante con los dos gobiernos anteriores, el de Félix González Canto y el Roberto Borge Angulo. 

Hoy se sabe por las investigaciones de la abogada y periodista, Fabiola Cortés, que los dos últimos gobernadores de Quintana Roo –ambos amigos de Mimenza- remataron miles de lotes de la reserva territorial del estado a amigos y familiares en cantidades irrisorias con la obviedad de favorecerlos. 

Los empresarios y los políticos se mueven de acuerdo a negocios y alianzas. Y hace un año los hombres de empresa que querían continuar haciendo negocios en Quintana Roo no pudieron imaginar –como muchos-, que los priistas del equipo de González Canto y Borge Angulo podrían perder el gobierno. Por eso y como sucede en todos los países democráticos -Estados Unidos entre ellos-, muchos hombres acaudalados le meten dinero a las campañas que suponen ganadoras, y el caso de Mauricio Góngora no fue la excepción. Hoy es del dominio público que Carlos Mimenza también empujó la campaña del candidato priista. Una fuente afirma que fueron 10 millones de pesos. 

Para el público en general la derrota del PRI fue un gran evento democrático. Pero para otro sector, entre los que están muchos empresarios que aportaron recursos a esa causa, la derrota de los priistas fue la pérdida de sus socios, de sus amigos, de sus contactos. Y para unos más este episodio les significó un quebranto al bolsillo. 

Algunos emigraron a tiempo del priismo Félix-Borgista a la campaña de Carlos Joaquín. Es del dominio público los nombres de personajes de la política, funcionarios de gobierno, activistas y hombres de empresa, que cambiaron de bando a tiempo. Otros titubearon, algunos dobletearon y otros de plano se quedaron atrapados entre ambos bandos y hoy quieren seguir favoreciéndose con cambios de uso de suelo y otras canonjías. Ese parece ser en parte el caso de Carlos Mimenza. 


Originalmente la molestia e inconformidad pública de Carlos Mimenza inició con una discusión virtual en Facebook con el ex gobernador Félix González Canto y poco después surgió la versión de que el senador le habría aportado cinco millones de pesos en efectivo, a decir del propio Mimenza. Según el empresario el dinero lo destinó a una agrupación que ayuda a niños, organismo que él mismo dirige. 


El priismo derrotado en la figura de Mauricio Góngora no le responde a Carlos Mimenza por los recursos invertidos en su campaña. Y el gobierno actual no está dispuesto tampoco a correr con esos gastos. El empresario habría querido seguir haciendo negocios y ofreció a la nueva administración una supuesta empresa para encargarse de la restructuración de la deuda, pero el rechazo de su oferta despertó también su molestia con el nuevo gobierno, contra quien ahora también apunta sus ataques. 

En sus múltiples acusaciones Carlos Mimenza señala lo mismo al gobernador Carlos Joaquín que a sus antecesores Félix González Canto y Roberto Borge Angulo. Ya no se distingue con claridad cuál es la culpa de unos y de otros. Mimenza los ha puesto al mismo nivel y promueve demandas por ambos lados, según lo que él mismo ha publicitado a través de las redes sociales. 

Llama la atención un dato. El abogado de Carlos Mimenza, de nombre Leonardo Kumul, participó como activista en la campaña de Carlos Joaquín. Este personaje se ostenta en Facebook como director de Asuntos Jurídicos de la Comisión Nacional e Internacional de Organizaciones y Confederaciones de Derechos Humanos. 


Este abogado que en el pasado reciente sirvió a la causa de Carlos Joaquín, hoy lo acusa con un entramado de pruebas que Carlos Mimenza dice tener en contra del gobernador y su equipo de trabajo. Acusaciones y pruebas que también dice tener en contra de los gobiernos de Félix González Canto y Roberto Borge Angulo, con sus respectivos equipos. 

Carlos Mimenza es Licenciado en Derecho e Hipnotista, según lo informa él mismo en su Facebook. En las redes sociales el público lo alienta y se regodea con sus andanzas. El empresario cruza fronteras en busca de justicia contra los gobernantes quintanarroenses de la actualidad y del pasado reciente. En su periplo va publicando sus avatares. Con sus publicaciones ya rebasó la prensa local y nacional, de la que se queja por igual cuando no se siente favorecido con un texto, con un comentario o con una imagen. O bien cuando se le cuestiona. 


Setenta terrenos -algunos de ellos hasta de 30 hectáreas-, no le parece mucha tierra a Carlos Mimenza. Él mismo ha descalificado a quienes lo cuestionan por su riqueza. Mimenza se compara con Marciano Toledo –que dice- tiene 200 lotes. Eso sí le parece un exceso. Pero setenta predios están bien. Muchos de sus fervientes seguidores no tienen aún casa propia. Otros la tienen y no poseen más lotes. Y algunos apenas y logran medio ganarse la vida para comer.
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