¿Cuántos van?: La incierta contabilidad de los ejecutados en Cancún 2017


Por: Esmaragdo Camaz

Contar los asesinatos en Cancún ocurridos durante este 2017 se está complicando. Ya son tantos que perder la cuenta es fácil. Hoy mismo periodistas de todo Quintana Roo tratan de ponerse de acuerdo en un número que defina como dato duro la producción de muertos vía crimen organizado, o desorganizado -como Usted prefiera llamarle a los autores de esta matanza masiva-, esto ante la ausencia de una pizarra oficial que lleve la cuenta de los caídos en Cancún, pues existe una clara intención entre los gobiernos de mitigar con el silencio una verdad que ya es inocultable.

Tan sólo en los últimos tres días Cancún registró 11 asesinatos. Este último número es lo que ya despertó entre los periodistas la necesidad de llevar sus cuentas de forma más minuciosa porque la velocidad a la que suceden las ejecuciones en este polo vacacional obligan a los comunicadores a poner más atención a este fenómeno mortuorio a fin de no caer en impresiones a la hora de informar.

Directores, jefes de información, columnistas y periodistas en general confían más en la cuenta de ejecutados que llevan los reporteros de la fuente policíaca que en la propia Policía o la Fiscalía, pues estas no informan sobre el histórico de asesinatos y por ende estas autoridades no son confiables en materia de información respecto a este tema en particular.

Incluso ayer domingo hasta los reporteros de la policíaca cayeron en contradicciones a partir de información difusa filtrada por policías que daban seguimiento al caso de la patrulla 5914, misma que fue rafagueada en la Región 92 de Cancún.

Minutos después del ataque, reporteros de la fuente lograron confirmación de que uno de los dos policías baleados había muerto. Pero después de que los medios empezaron a publicar este dato, fuentes policiales filtraron a reporteros que su compañero en cuestión no había muerto. Incluso hasta la mañana de hoy habían versiones encontradas entre la tropa. 

Hasta la tarde/noche de este lunes ninguna autoridad ha informado con detalle el estado de salud del policía que aparece en una dramática foto que circuló profusamente en redes apenas minutos después del ataque. 

Los periodistas que intentan definir el número de asesinatos en Cancún en lo que va de este 2017, dejan el caso del policía baleado fuera de la estadística y como todos, esperan que en efecto este servidor público no haya perdido la vida en cumplimiento de su deber.

Pero la contabilidad de las ejecuciones en Cancún sí incluye la de hoy por la mañana, ocurrida en la Región 521. Con el hombre acribillado este lunes, el número de asesinatos en este polo vacacional asciende a 211 en el presente año, esto de acuerdo a la cuenta que sobre el particular cuadran diversos compañeros. Esta no es definitivamente una estadística oficial avalada por la Fiscalía de Quintana Roo o por la Policía de Benito Juárez. Pero es que tampoco existe una -al menos no de forma pública- y ante la falta de este importante dato, los medios han tenido que encargarse de contabilizar esta nefasta y vergonzosa sumatoria.

Hasta aquí a las 18:05 horas la contabilidad actualizada de las ejecuciones en Cancún en 2017. No sobra decir que el año pasado Cancún registró 62 asesinatos, un número que en ese entonces ya se escuchaba escandaloso.

Vamos a la contabilidad mortuoria en el resto de Quintana Roo.

Haciendo las mismas aclaraciones de que no existe una cifra oficial que se conozca públicamente, hasta hoy diversos periodistas han contabilizado un total de 313 ejecutados en Quintana Roo durante este 2017.

La mayoría de estas ejecuciones han tenido lugar en el norte del estado. Su distribución en sentido descendente es así:

Cancún 211
Playa del Carmen 58 
Puerto Morelos 26 
Chetumal 7 
Tulum 4
Bacalar 4
Felipe Carrillo Puerto 1

Este texto no es una mera curiosidad. Mucha gente no lo sabe. Autoridades tampoco. Pero si entre los medios y aún entre los reporteros de la fuente policíaca surge la controversia o dificultad para contabilizar el número de ejecuciones, esto quiere decir que el problema en verdad ya es grave. Significa también que el público se está acostumbrando a la violencia y que esta condición puede convertirse incluso en un distintivo de la plaza, que en este caso tristemente es Cancún. Y en este escenario lo peor para la sociedad cancunense sería que un día de estos ya a nadie le interese contabilizar estos datos duros que siempre nos recuerdan que algo está fallando y que las consecuencias para el Destino pueden ser irreversibles. 


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