Expedientes X 17 Abril 2018.- Más allá del caso Casique… El asunto del “Diablo”, como le decían al ex fiscal asesinado, Héctor Cacique, está destapando un conflicto interno en la Fiscalía de Quintana Roo. Hay una molestia de los ministeriales y administrativos por los salarios. Y también hay conflicto por algunas diferencias en la cadena de mando. Pero eso no es lo peor. Ya existe al interior de la Fiscalía una inconformidad directa contra el Fiscal Miguel Ángel Pech. Ya hay desconfianza de los trabajadores hacia su persona. Y eso no es bueno para una institución tan sensible como la Fiscalía de Quintana Roo en este trance de violencia que impera particularmente en el norte, específicamente en Cancún…
El personal de la Fiscalía siente que Miguel Ángel Pech se lava las manos y que no es solidario con los 43 ministeriales que la propia FGE los está persiguiendo por el delito de tortura en el caso Casique.
Pero esto en realidad es la gota que derrama el vaso, una válvula de escape para exhibir el cúmulo de molestias que hay al interior de la Fiscalía de Quintana Roo.
El año pasado en Cancún hubieron más de 200 ejecutados y este año ya van más de 100. De todo este universo, prácticamente no hay casos resueltos.
Y hace pocos días el propio fiscal pareció enviar a sus jefes un S.O.S. al reconocer que el personal a su cargo es insuficiente para responder a la demanda que genera la delincuencia organizada en Cancún. ¿Será que el fiscal Pech se refería a algo más?
¿Será que el fiscal Pech se refería a algo más?
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