Expedientes X: ¡Agárrenlo que es ratero!...



Expedientes X 4 Julio 2018.- ¡Agárrenlo que es ratero!... Algunos malosos le gritan así al diputado panista Eduardo Martínez Arcila cuando lo ven partir en su camionetota de Chetumal hacia Cancún, por aquello de los 100 millones de pesos del rubro de “apoyos sociales” del abultado presupuesto de la Cámara de Diputados que el legislador hizo perdedizos. Resulta que el presunto ahora sí está por huir, pero esta vez de forma definitiva de Quintana Roo para instalarse cómodamente en la ciudad de México como diputado federal. Sí, aunque Usted no lo crea. El interfecto sacó premio, pues lo apuntaron en la lista de candidatos a diputados federales por la vía de representación proporcional y ya está presto para emprender el vuelo a la ciudad de los palacios...

Eduardo Martínez Arcila deja el Congreso del Estado sin haber cumplido con su promesa de desintegrar la Gran Comisión, organismo que presidió desde su llegada a la Cámara de Diputados y que le permitió operar el presupuesto de ese organismo a placer.

El diputado panista también se va con una muy larga cola de 100 millones de pesos y otros malversos por los que ninguna autoridad de Quintana Roo le exige cuentas.

La abogada y activista experta en temas de opacidad, Fabiola Cortés, de la asociación “Somos Tus Ojos”, anda persiguiendo a Eduardo Martínez Arcila por todo Quintana Roo para atraparlo por los 100 millones de pesos que el diputado usó sin transparencia para desviarlo por el rubro de “apoyos sociales”.

Lo más increíble es que al diputado panista las autoridades le permitan ascender de cargo en vez de retenerlo aquí hasta que transparente esos 100 millones de pesos y limpie su nombre, en caso que sea capaz de hacerlo. 

Y una aclaración para que el público no se deje ir con la finta. El fuero de los diputados no inmuniza la acción de la Justicia sobre ellos. En el momento en que un juez requiera a Martínez Arcila -si Fabiola logra cuadrarle el delito-, éste se tiene que presentar ante el juez y punto. Y si no lo hace, entonces el juzgador solicita al Congreso un juicio de procedencia y en minutos los mismos legisladores lo echan de la Cámara para que se lo lleven al juzgado y de ahí al bote. No sería la primera vez que un juicio de procedencia se realiza con esos fines en las cámaras de diputados del país y de la Federación.

Así de simple. 

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