Desvían recursos públicos a lotes privados en Tulum


El alcalde de Tulum favorece a sus compañeros ejidatarios y se auto renta oficinas, denuncia la oposición. Cómo se gobierna en “territorio Marciano”.

Por: Hugo Martoccia

El gobierno municipal de Tulum, encabezado por el priísta Marciano Dzul Caamal, desvió millones de pesos para realizar infraestructura en la zona ejidal, en terrenos que no están regularizados y que pertenecen a particulares.

De acuerdo a las denuncias de políticos opositores en el municipio, el alcalde realizó obras públicas en terrenos que no han pasado al patrimonio municipal.

Las obras están levantadas sobre terrenos ejidales que se ubican desde unos pocos cientos de metros hasta dos kilómetros del centro de la cabecera municipal. Estas obras consisten principalmente en una amplia red de pavimentación por calles y avenidas de zonas deshabitadas; una red paralela de luminarias, y decenas de registros de drenaje, que no existen en ninguna otra parte de Tulum.


El ex candidato a la presidencia municipal por la alianza entre PAN, PRD, PT y Convergencia, Alonso Ventre Sifri, dijo que se ha pedido al alcalde Marciano Dzul la información sobre esa obra, y que éste aseguró que la inversión la han realizado los propios ejidatarios, y que el gobierno  no tiene nada que ver.

Sin embargo, dijo que hasta el momento, desde el propio Cabildo, por medio del regidor Rodrigo Ventre, se le ha pedido al alcalde que muestre los permisos de obra que ha otorgado, y que especifique cuales han sido los trabajos que ha realizado el municipio, pero nada han conseguido.

Alonso Ventre Sifri, por su parte, presentó 17 solicitudes de transparencia que en su gran mayoría no han sido contestadas, y entre las cuatro que sí se contestaron, no dieron ningún dato importante.

El dato es interesante porque lo que se pide que se dé a conocer es en muchos casos información pública que debería estar accesible desde la misma página de internet del Ayuntamiento, pero no sucede de ese modo.

Entre las consultas de información que se pidieron están las siguientes: el sueldo y las compensaciones que recibe Marciano Dzul y la ex secretaria general y alcaldesa electa Edith Mendoza, así como todos los sueldos, compensaciones y estímulos de todos los funcionarios de primer nivel.


También se pidió  los gastos de compensación y viáticos de todos los funcionarios; el presupuesto y deuda pública del municipio, así como el uso de los recursos hasta el momento; todos los destinatarios de recursos públicos y el uso que le dieron a ese dinero; la enajenación de bienes; las licitaciones, y balances generales y estados financieros.

Otros de los pedidos que se hicieron son las auditorías practicadas, convenios con medios de comunicación, lista de bienes patrimoniales, y la copia de contratos de obra pública. 


En una de las respuestas a esta solicitudes, en el oficio UVTAIP/70/2010, fechado el 28 de septiembre de 2010, se le dice a quien solicitó la información sobre el sueldo el alcalde y otros funcionario, que acceda al link de transparencia de la página web del municipio.

El problema es que ese link es de acceso prohibido.

El negocio de las oficinas públicas


El pedido de informes de la oposición también incluye un dato realmente interesante. Tiene que ver con la renta de oficinas que realiza el Ayuntamiento, porque muchos de esos espacios son propiedad de Marciano Dzul.


En el pedido a transparencia, se hace una mención especial a que se entregue la copia de los contratos de arrendamiento de las oficinas de oficialía mayor, desarrollo urbano y ecología, recursos humanos, servicios públicos, transporte y vialidad, comercio, salud, inventarios, informática, desarrollo social y atención ciudadana, entre otros.


De acuerdo a la versión de los partidos opositores, Marciano Dzul es propietario, y se auto renta, al menos, las oficinas de Planeación, Obras Públicas, Oficialía Mayor, Desarrollo Urbano y Desarrollo Social.

Además, el alcalde es también dueño del edificio donde el PRI tiene sus oficinas, de una clínica, y de una escuela que ha recibido muchas críticas.


Se trata de la escuela secundaria y preparatoria Ko’ox Kanic Xooc Tulum, un majestuoso y un tanto desubicado edificio que está casi sobre los márgenes de la ciudad, pero ha logrado que se pavimenten todas sus calles de alrededor, como para facilitar el acceso de quien  quiera llegar.

Dos de las calles que circundan la escuela no tienen habitantes, y hasta antes de la llegada de Marciano Dzul al poder, eran brechas.

El dinero que hay en caja es otra de las incógnitas de esta administración. Se dice que Marciano Dzul recibió 18 millones de pesos del Concejo Municipal que lo precedió, y que no hay certeza de cuanto dejará para el que sigue.       
    

En la oposición se preguntan, también, si habrá alguna deuda escondida con proveedores que sorprendan a la próxima administración, la cual aún no descartan que pudiera corresponderles a ellos, si convencen al Tribunal Federal electoral de que hubo irregularidades en la elección del pasado 4 de julio.

Se debe entender la preocupación por el dinero que tienen los partidos de oposición. Cualquier cantidad que se cuente en millones de pesos es un problema para un municipio con poco más de 228 millones de pesos de presupuesto, y con una recaudación propia de alrededor de 80 millones.


De cualquier modo, los datos que se conocen están siempre en tela de juicio. Un manto de opacidad es la forma en que se administran los asuntos públicos en Tulum.  
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