Fredy Marrufo, el control del Congreso, la Hacienda pública de Quintana Roo y el plan de los Rugrats


En el preludio de lo que parece ser una inminente fiscalización federal del abultado endeudamiento de los estados originado en el pasado reciente, en Quintana Roo retoma vigencia el plan transexenal de los Rugrats, que pretende con Fredy Marrufo al frente de la Comisión de Hacienda, Presupuesto y Cuenta Pública en el Congreso del estado, establecer una especie de barrera de contención para resguardar los detalles de los recursos que él mismo ejerció como secretario de Hacienda durante el millonario endeudamiento de Félix González Canto.

Por: Esmaragdo Camaz

Es un caso sin precedentes en Quintana Roo y probablemente en México. Un secretario de Hacienda se convierte -en el sexenio inmediato siguiente-, en su propio fiscalizador, al presidir la Comisión de Hacienda del Congreso. Es decir, el personaje se convierte en juez y parte.

Es el caso de Fredy Marrufo, presidente de la Comisión de Hacienda, Presupuesto y Cuenta Pública en el Congreso del estado, quien fue durante el sexenio de Félix González Canto, el secretario de Hacienda del Gobierno de Quintana Roo, incluido el último período de ese gobierno, cuando el ex gobernador abultó el endeudamiento público del estado en sólo dos años más del 82 por ciento, que lo colocó en una cifra global de unos 10 mil millones de pesos.


La posición de Fredy Marrufo en el Congreso es parte de un plan transexenal que pretende asegurar el poder a quienes juntos, colaboraron con Félix González Canto en el endeudamiento público de Quintana Roo.

La población abierta no lo sabe, pero en el medio de la política, este grupo es conocido como Los Rugrats, y ya tiene un plan para los próximos años.

Este grupo está formado y liderado por el ex gobernador Félix González Canto, autor del mega-endeudamiento; Roberto Borge Angulo, impuesto por éste como una especie de gobernador-señuelo que le permite continuar ejerciendo el gobierno para contener acciones de fiscalización de la federación panista; José Orlando Espinosa Rodriguez, nombrado por Félix presidente del Instituto de Transparencia y Acceso a la Información Pública, cuya función es filtrar y detener peticiones de información que resulten comprometedoras; Sara Laife, ex secretaria de Turismo de Félix y hoy secretaria técnica del gabinete en funciones; y Fredy Marrufo Martín, cuñado de ésta última y a su vez, primo de Narcedalia Martín de González, la ex primera dama.


El plan de los Rugrats es llevar a Fredy Marrufo a la presidencia municipal de Cozumel al terminar Aurelio Joaquín González en ese cargo, o en su caso, hacerlo diputado federal, para postularlo posteriormente como el gobernador que ejercerá tras la salida de Roberto Borge, en menos de 5 años.

En el Congreso del Estado, Fredy Marrufo ejerce liderazgo sobre Eduardo Espinosa Abuxapqui, quien fue instalado ahí como líder del Colegiado, pero con funciones limitadas que lo mantienen atado inerte a una curul.


En estas circunstancias, el Congreso del Estado no es un órgano que esté en condiciones de entregar a los quintanarroenses un informe cierto del destino y usos de los recursos que éste mismo grupo político, dentro de diversas posiciones, ejerció durante la administración anterior.

El Grupo Cozumel, como se les llama a los funcionarios de gobierno ligados a Félix González Canto, no están sujetos a supervisión del ejercicio del los recursos públicos, pues los órganos de fiscalización que ellos mismos crearon, son incapaces de cuestionar a quienes son sus propios jefes.

En una entrevista histórica realizada por Expediente Quintana Roo al ex gobernador Miguel Borge Martín, miembro de este grupo y tío del actual mandatario, Roberto Borge, dijo que las auditorias no sirven pues las ejecutan organismos creados por el propio gobernador en turno.


En esa entrevista reconoció que él mismo vivió ese caso y se justificó diciendo que cuando un gobernador está en el poder es parte de un grupo y por eso calla este tipo de regularidades.

Dijo incluso, que no quedarse callado es un acto de deslealtad.

Esa postura es una clara explicación de lo que sucede en este grupo gobernante. Lo que en términos llanos se llama, “taparse unos a otros”.

Como parte de ello y casi 5 meses desde el final de la administración anterior, el presidente de la Comisión de Hacienda, Presupuesto y Cuenta Pública en el Congreso del estado, no ha emprendido una sola acción destinada a la fiscalización detallada del abultado gasto del ejercicio anterior.

En cambio, el legislador ya se encuentra en actividades proselitistas.

La imagen de Marrufo es exponencial y los boletines de prensa de Aurelio Joaquín González, quien colabora con el plan de los Rugrats, incluyen constantemente fotografías de Fredy Marrufo en campaña por Cozumel, a través de apariciones públicas con el alcalde, so pretexto de la puesta en marcha de obras.


El uso de recursos públicos en la promoción electoral del legislador también son claros.

En tanto, la fracción del PAN en el senado de la República avanza con información proporcionada por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, en el punto de acuerdo por el que los estados exageradamente endeudados, entre los que figuran Quintana Roo, serán sometidos a auditorías bajo la rectoría de la Federación, justo en un momento en el que el ambiente pre-elecoral puede ser un factor potencialmente volátil que dé un giro inesperado para aquellos que participan en la opacidad del uso de los recursos públicos.
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