Muta virus del dengue y el riesgo es latente en los impenetrables hoteles de Cancún


Para muchos pasa desapercibido, pero para los brigadistas del sector salud una cosa es clara, los hoteles del Bulevar Kulkulkán son un alto riesgo para la salud pública, pues estas moles de la Zona Hotelera jamás han sido nebulizadas en su interior por el sector salud, y el mosquito transmisor del dengue tiene ahí –en un medio salubre-, la mejor oportunidad de prosperar. En tanto, el insecto ya mutó y ahora, además del dengue, también transmite la Fiebre Chikungunya.

Por: Esmaragdo Camaz

En la primavera de 2008, una mujer de origen extranjero que se encontraba en un departamento del Table, en la Zona Hotelera de Cancún, presentó éstos síntomas: escalofríos que perduraban minutos, náuseas, vómito y cefalea. Fiebre superior a  40 grados y espasmos que la hacían pasar del frío al calor en segundos.

La mujer tenía paludismo y el contagio se produjo durante su estancia en Cancún.

Las brigadas de vectores del sector salud se presentaron al edificio con un oficio y la ayuda de la policía. Sólo así fue posible que los trabajadores del sector pudieran nebulizar ahí.


El caso se supo cuando el doctor particular que atendió a la mujer identificó el Paludismo y viendo la gravedad tan avanzada en este caso, el galeno prefirió reportar el enfermo al sector salud, descargar responsabilidades y librarse de lo que era más que una atención médica, un serio riesgo de salud.

La historia es bien conocida entre los brigadistas del sector salud y contarla es recurrente cada vez que surge el tema de Zona Hotelera, pues como ellos dicen, el caso del Table es lo más lejos que han podido llegar en el bulevar Kukulkán.

Impenetrable Zona Hotelera para brigadistas de salud

“Si ahí encontramos paludismo, imagínese lo que habrá de dengue en el interior de los hoteles de la Zona Hotelera”, dice uno de la cuadrilla de vectores.

De hecho, los centros de hospedaje de la Zona Hotelera de Cancún nunca han sido nebulizados en su interior por el sector salud y no hay brigadista que se atreva a decir lo contrario.

Las brigadas del sector salud que operan en la Zona Hotelera sólo han logrado realizar su trabajo a nivel de calle, “cerquita de los hoteles, nada más por fuerita”, dicen los nebulizadores.


Rechazar de los hoteles a las brigadas de prevención del dengue es un deporte común para los mal encarados guardias que custodian la entrada de estos lugares.

“Nos batean desde que nos ven llegar, a veces no logramos subir ni dos escalones”. “Otras veces llegamos a la caseta de vigilancia y ahí nos tienen un rato esperando hasta que nos dicen que no tenemos autorización para entrar”, dice frustrado otro de los brigadistas.

Funcionarios no ven

Los titulares del sector salud conocen esta situación. El reporte que reciben en este sentido es repetitivo, afirman los propios brigadistas. Pero en la estructura de gobierno, los funcionarios obedecen a intereses diferentes.

No se tiene información oficial sobre esta anomalía, pero como en todo momento, la falta de información oficial no significa que no los hechos no ocurran. En un país donde los gobernantes obedecen a intereses de grupo y no a los intereses de la comunidad, este comportamiento de callar de los altos funcionarios no es raro.


“Dicen que hace poco ya hubo un caso de dengue en la Zona Hotelera”, dice otro de los brigadistas.

-¿Pero, cuándo, dónde, quien?-, es la pregunta.

“No sabemos, porque todo lo callaron y nos dejaron entrar y los jefes no quieren decir nada”, contesta otro preocupado.

Información y preocupación infundada o no, hay un hecho reciente que ha puesto a los brigadistas con los pelos de punta.

Alerta la OMS: virus del Dengue muta como Fiebre de Chikungunya

El 19 de Noviembre se presentaron en la jurisdicción sanitaria de Cancún dos eminencias de la Organización Mundial de la Salud, entomólogos expertos en el estudio, prevención y control del dengue.

La alerta fue muy clara: el virus del dengue ya mutó. El nuevo virus, conocido como Fiebre de Chikungunya, identificada originalmente en Asia, se propagó en Europa en 2007, generando una epidemia de más de 300 casos en Italia y recientemente, este virus ya cobró una víctima en Arkansas, en los Estados Unidos.


La Fiebre de Chikungunya se acerca. Y el problema es que este virus, que originalmente era transmitido por el Aedes Albopictus o mosquito tigre, especie que sobrevive en Centro y Sur América, así como en algunas zonas del Pacífico, ya no es el único capaz de propagar esta enfermedad.

El tradicional mosquito Aedes Aegypti, conocido de todos nosotros como el transmisor del dengue, ahora también transmite la Fiebre de Chikungunya, una enfermedad que en sus primeros síntomas se parecen a una crisis de paludismo o de dengue, aunque en realidad no tiene nada que ver con estas enfermedades.

La enfermedad empieza con una fuerte fiebre, a veces superior a los 40 grados, que dura 3 días. A esta fiebre le sigue un eritema y, durante 5 días, agujetas muy dolorosas en las articulaciones. Estos dolores articulares pueden permanecer o reaparecer hasta varios meses después de la primera crisis.

No por nada esta enfermedad es conocida también como Artritis Epidémica Chikungunya. La enfermedad no es nueva, pero sí en América del Norte y es por ello que la preocupación y la alerta está latente, pues evitar la picadura del mosquito transmisor es la única defensa.

Si en algún momento pronto el Aedes Aegypti, que deambula entre nosotros, empieza la transmisión de la Artritis Epidémica Chikungunya, Cancún estará en serios problemas, porque a diferencia del dengue, no tenemos cura ni control para esa enfermedad.


El paso de cientos de miles de llantas de segundo uso que son transportadas por las carreteras mexicanas, desde la frontera de los Estados Unidos hasta la línea fronteriza entre Chetumal y Belice, en Centro América, son el medio de transporte de miles de mosquitos Aedes Aegypti portadores del dengue mutado, es decir, la fiebre Chikungunya.

Imposible determinar cuántos de estos mosquitos están quedándose en Quintana Roo, pero tan sólo la posibilidad es muy preocupante.

Las zonas de la periferia de la ciudad de Cancún, donde las brigadas nebulizadoras penetran con regularidad en casas, chatarreras, basureros clandestinos y lugares similares, no son preocupación mayor para el sector salud, pues la nebulización es cíclica y permanente.

En las regiones de Cancún, donde pese a todo hay más conciencia entre la población respecto a la necesidad de permitir la nebulización al interior de lugares cerrados, los brigadistas de salud reconocen a través del RCDT, las acciones que deben tomar cada 45 días, cuando se repite el ciclo de inspección y erradicación del mosquito transmisor.
El RCDT es una clave que los propios brigadistas han inventado para identificar qué tipo de morador existe en los lugares cerrados que deben nebulizar. Cada vez que pasan por uno de estos sitios, dejan estas marcas, cuyos significados son:


R = renuente
D= deshabitado
C= cerrado
T = tratado

Pero en la Zona Hotelera, donde ingresar a lugar cerrados es imposible, estas claves no siquiera existen, pues no es territorio al que los brigadistas puedan acceder.

El mosquito transmisor del Dengue y ahora de la Fiebre Chikungunya, el Aedes Aegypti, se reproduce rápidamente en medios donde hay agua. No es que el insecto se desarrolle en agua sucia, como muchos creen, sino que por el contrario, un medio limpio también es propicio para la reproducción y supervivencia, pero en cualquier caso, la salubridad del agua no es lo que determina la presencia del mosquito, sino la existencia de agua acumulada en recipientes, que no son necesariamente cacharros, sino son todos aquellos objetos comunes como floreros, albercas y cubetas, entre otros.

El secretario de Salud laxa la ley

Por su parte, el secretario de salud en el estado, Juan Carlos Azueta Cárdenas, declaró a medios informativos de Chetumal el pasado 24 de Noviembre, en relación a las dos recientes muertes por dengue hemorrágico, que “Esto era de esperarse, no hay ningún foco rojo, ante la presencia de una doble circulación de virus, es obvio que la posibilidad de que aparezcan más casos hemorrágicos, que clásicos, es latente, porque al haber más presencia de virus, pues las condiciones para desarrollarse los hemorrágicos son más fáciles”. Y apuntó que en Quintana Roo persisten ya cuatro cero tipos del virus, por lo que hizo un llamado a la prevención.


Pero estas palabras son sordas y sin sentido en el diario andar de los brigadistas, quienes son en la realidad de la faena quienes enfrentan la barrera de contención infranqueable que los guardias de los grandes hoteles ejercen en uno de los asentamientos humanos más grandes de Quintana Roo: la Zona Hotelera de Cancún.

El artículo 116 del capítulo II de Enfermedades Transmisibles, de la ley de salud, vigente en el estado de Quintana Roo, cuya última modificación se realizó en Agosto 9 de este año, es muy claro al facultar al personal del sector a ingresar a lugares cerrados para realizar acciones de prevención, en este caso, la nebulización.

El artículo en cuestión dice a la letra:  

Artículo 116.- Los trabajadores de la salud, tanto del Gobierno Estatal Y Municipal, así como los de otras instituciones autorizadas por las autoridades sanitarias del estado, que por necesidades técnicas de los programas específicos de prevención y control de enfermedades que pongan en peligro la salud de la población, podrán tener libre acceso al interior de todo tipo de local o casa habitación para el cumplimiento de las actividades encomendadas a su responsabilidad, para cuyo fin deberán estar debidamente acreditadas por alguna de las autoridades sanitarias competentes, en los términos de las disposiciones aplicables.

Pero el secretario de salud en el estado, Juan Carlos Azueta Cárdenas, parece laxar la ley, pues hasta el día de hoy, en el campo de trabajo, los brigadistas siguen enfrentándose sin éxito contra los guardias de los hoteles, quienes permanecen infranqueables bajo las órdenes de los dueños de estos centros de hospedaje que no permiten la nebulización al interior de estos lugares.
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