Permiten a Boge contratar deuda por 7 MMDP más, pero con decreto ilegal; Ley prohíbe endeudamientos con déficit


En menos de seis meses de gobierno, Roberto Borge aumentó la deuda estatal en 2600 millones de pesos, y además logró que se le apruebe la posibilidad de conseguir otros 2500 millones por medio de una polémica bursatilización y otro tanto, para pagar esos títulos. Sin embargo, la propia ley de deuda pública impide pedir créditos porque el Estado tiene déficit. Los 13200 millones de pesos de deuda que el Congreso aprobó esta semana ponen al Estado al borde de la quiebra financiera, y a la oposición política al PRI, que nunca ha sido tan funcional al poder y al dinero, la sumen en la peor de sus crisis.


Por: Hugo Martoccia

Lo bueno de los números y las cuentas es que no permiten especulaciones. Mas allá de la palabrería hueca de los diputados en los últimos días (sobre todo, y lamentablemente, de los mal llamados opositores), lo cierto es que el Congreso aprobó que el gobernador Roberto Borge Angulo pueda contratar deuda nueva por más de 5 mil millones de pesos, y le dieron total libertad de movimiento para que, incluso, pueda contratar otros 2500 millones para pagar la polémica bursatilización.

En total, se le ha permitido al mandatario estatal que lleve la deuda hasta los 16 mil millones de pesos en los próximos tres años. Se trata de una cantidad mayor a la del presupuesto anual del estado, que para 2011 es de 15 mil 557 millones.

Cualquier estudiante de una carrera contable sabe que deber más de lo que se produce es financieramente inviable. Para que se entienda: esa es la situación que vive actualmente Grecia, el epicentro de la crisis financiera mundial, porque esta en riesgo su capacidad de pagar deudas.

Sin embargo, 22 diputados y el gobierno del estado consideran que lo que aquí se hizo es un saneamiento financiero.

Para no abonar a la polémica sin sentido y al debate estridente y sin sustento, Expediente Quintana Roo presentara un informe con números que demostrarán, incuestionablemente, que el Estado pidió deuda nueva, que se le ha dado la facultad al gobernador de contratar aún más deuda, y que el decreto del Congreso viola la Ley de Deuda Pública.


La verdad de los números


La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) de la Federación dice, en su informe de deuda del 31 de marzo de este año, que el Estado de Quintana Roo tiene una deuda total de 10 mil 265 millones de pesos.


De ese total, sin embargo, el gobierno estatal debe de 8 mil 123 millones, los municipios deben 1828 millones, y 314 millones lo deben otros organismos, que en este particular caso es la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado (CAPA).

Los tres decretos aprobados por la Legislatura el pasado jueves muestran números diferentes, que confirman que en estos seis meses de gobierno la deuda se ha incrementado en al menos un 30 por ciento.

El primero de los decretos aprobados por 22 diputados (excepto uno del PRD y uno del PT) dice que se le autoriza al Ejecutivo Estatal:

"A contratar uno o mas financiamientos hasta por un monto de 5.434.458.407 pesos para ser destinados a inversión pública productiva mediante la realización de los actos jurídicos que determine este decreto para refinanciar o reestructurar la deuda pública actual".

Según el artículo 1 del propio decreto, este se refiere a la deuda de mediano y largo plazo.

Ese monto de algo de 5400 millones de pesos que se piden corresponden con la deuda de largo plazo que tiene el estado. O sea, con este dinero se pagará la deuda actual de largo plazo, y el nuevo crédito se pagara a mayor plazo.

El otro decreto autoriza al Ejecutivo:

"A contratar de manera independiente al Instituto para el Desarrollo y Financiamiento del Estado uno o varios créditos hasta por la cantidad 5.293.532.736 pesos para inversión pública productiva destinados a refinanciar, incluidos sus accesorios financieros, la deuda pública directa actual de corto plazo del estado".

En este punto, la situación se complica. Veamos los números. Los dos decretos autorizados dan una deuda total de 10.727.991.143. Digamos, para redondear, que se trata de 10 mil 728 millones de pesos.

Si tomamos en cuenta que la SHCP reporta que la deuda de gobierno estatal es de 8 mil 123 millones de pesos (lo otro es deuda municipal y de organismos) la diferencia entre esos números es, entonces, la nueva deuda estatal.

Se trata de 2 mil 605 millones de pesos que son considerados deuda de corto plazo, a lo que se suma otro monto similar, que había dejado como deuda de corto plazo el ex gobernador Félix González Canto y que estaban consignados en los estados financieros del Estado.


O sea que Roberto Borge, en seis meses, gastó 2 mil 605 millones de pesos sin ninguna explicación. El tema es simple: o ese monto es deuda nueva, o es una deuda ilegal que dejó el anterior mandatario estatal, porque no estaba en ningún registro contable del Estado. En cualquiera de los casos, se trata de una enorme irregularidad.

Expediente Quintana Roo publicó semanas atrás una nota en la cual demostraba que de la deuda estatal reconocida, había 9 mil millones de pesos perdidos, que no estaban en obra pública alguna.

Ahora, el monto de dinero a encontrar es ya de 11 mil 600 millones de pesos.

La bursatilización; la otra deuda nueva

El tercer decreto que los diputados aprobaron el miércoles, autoriza al Ejecutivo:

"A emitir certificados bursátiles hasta por 2.500.000.000 de pesos destinados a inversión pública productiva a través de una o varias emisiones en un periodo de hasta tres años".

Como queda claro en el texto, ese monto de 2 mil 500 millones de pesos es una nueva deuda, que pretende destinarse a obra pública.

Este adeudo se pagará fundamentalmente con lo que se recauda por el impuesto sobre nómina

Sin embargo, este decreto contiene la posibilidad de una deuda aún mayor.

El artículo 5 del de decreto dice:

"Se autoriza al titular del Poder Ejecutivo del estado (...) para que, en caso de considerarlo conveniente, contrate con cualquier institución de crédito u otra persona de nacionalidad mexicana garantías o apoyos crediticios de cualquier tipo relacionados con los Certificados Bursátiles, incluyendo sin limitación garantías de pago oportuno u operaciones similares, hasta por un monto equivalente a las cantidades pagadas por el Estado de Quintana Roo de conformidad con dichos Certificados Bursátiles".


Ese párrafo contiene una clara autorización para que el gobernador, una vez que haya emitido títulos, y deba pagar los intereses o capital de estos, pueda buscar créditos o garantías "de cualquier tipo" que le permitan afrontar los compromisos.

La versión oficial, de la cual participan casi todos los diputados oficialistas y de oposición, dirá que se trata de una cláusula rutinaria, que sirve para garantizar el pago de los títulos, porque una demora en esos pagos podría ser catastrófica para la calificación crediticia del estado.

Sin embargo, en los hechos no es otra cosa que una autorización para que el mandatario estatal pueda recurrir a créditos para pagar los 2500 millones de pesos que puede bursatilizar.

O sea, hay allí una deuda posible de cinco mil millones, que puede ser revolvente, de corto plazo o como sea, pero que al fin siempre será dinero que se debe.

Y además, violan la ley


Para colmo de males, la nueva deuda que ha contratado el Estado viola uno de los artículos de la Ley de Deuda Pública, que prohíbe pedir nuevos créditos si el estado tiene déficit fiscal. Veamos porque.

De acuerdo a la Cuenta Publica 2010, EL DEFICIT PRESUPUESTARIO DEL EJERCICIO 2010 DEL GOBIERNO DEL ESTADO ASCENDIÓ A $1, 193,165,755.14 (Son: mil ciento noventa y tres millones, ciento sesenta y cinco mil, setecientos cincuenta y cinco pesos 14/100.)

Ese déficit, contraviene lo dispuesto en el párrafo tercero del artículo 5 de la Ley de Deuda Pública, que dice:


“ARTICULO 5º.- Las Entidades Públicas previa autorización de la Legislatura, podrán contratar deuda directa o contingente en los términos de esta Ley.

La Legislatura podrá autorizar a Las Entidades Públicas para contratar deuda directa o contingente con montos y en los plazos que ésta estime, cuando tengan capacidad financiera para solventarlo y considerando la naturaleza, objeto y destino del empréstito.

Las entidades públicas deberán demostrar un superávit primario en sus finanzas y presentarlo de conformidad a las disposiciones normativas de la Ley de la materia y las que emitan para tal efecto la Secretaría que permitan garantizar el cumplimiento de sus obligaciones de manera total y prever el monto económico específico en el presupuesto de egresos de cada año durante la vigencia del financiamiento.

La oposición de mentira

Todo esto, la posible ilegalidad y la contratación de una deuda impagable, fue olvidado por la oposición a la hora de votar en el Congreso.


El PRD cambió sus votos por alguna de las promesas que Roberto Borge le ha hecho al alcalde de Cancún, Julian Ricalde, como, por ejemplo, la aprobación de la paramunicipal de basura. Esa extraña relación entre las dos principales figuras políticas del Estado sólo servirá para hundir en el descrédito a la oposición.


Lo del PAN y lo de Convergencia (ahora Movimiento Ciudadano) es apenas la ambición personal de algunos de sus líderes, institucionales o naturales.

En la oposición hay quien postula que el acuerdo original de estos partidos fue aprobar lo que Borge pidió, con la idea de que al final de esta historia el gobernador caerá preso de sus propios errores y sumirá al Estado en la peor crisis de su historia.

Puede que esa, al fin, la realidad, pero será una realidad que arrastrará consigo a todo Quintana Roo. 
1 Comentarios

Comentarios

  1. pero de que sirve que halla leyes si no las cumplen? y ademas los que deberían de velar por nuestros intereses resulta que se venden al mejor postor cual PROSTITUTA

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