El mito de los medios culpables de la violencia y la fobia desatada de un diplomático


Culpar a los medios de la violencia que impera en México ya es deporte nacional de los políticos y gobernantes. Pero el exceso es que ahora hasta los diplomáticos “queda bien” se lanzan en contra de la prensa, que ha perdido por cierto, a cientos de los suyos en esta ola delictiva. El embajador de Suiza en México desató en Playa del Carmen su fobia contra la prensa, pero un vistazo a los medios refleja que éstos dedican cuando mucho el 10 por ciento de sus espacios a la información policiaca, mucho menos de lo que algunos hubieran imaginado.

Por: Esmaragdo Camaz

El embajador de Suiza en México, Rudolf Knoblauch, estuvo el fin de semana en Playa del Carmen y calificó a Quintana Roo, a la Península de Yucatán en general y a todo México, como un lugar seguro para vacacionar.

Y como no tuvo el valor civil de responsabilizar a los gobiernos de México en sus tres niveles, por la inseguridad y violencia que impera en el país, o porque su trabajo diplomático se lo prohíbe, se fue encima –como lo hacen todos en estos casos-, contra la prensa, para culparla de los hechos violentos que suceden en nuestro país y por desfortuna también, en la Península de Yucarán y Quintana Roo.

Rudolf Knoblauch dijo esto:

“Yo creo que está muy claro, que México tiene mala prensa por cuestiones de inseguridad, pero como destino turístico, México es un destino seguro, hemos estado en la Riviera Maya y yo no he visto ningún problema, tampoco he escuchado ningún comentario que se refiera a la seguridad”.

Es difícil creer tanta ignorancia de este individuo.

Lo peor es que al igual que él, muchos funcionarios del gobierno de México en sus tres niveles, insisten en culpar a los medios de la violencia que persiste en el país.

Nada más falso que eso.

El gobierno en su conjunto en su incapacidad por cumplir con el ordenamiento constitucional de garantizar la seguridad e integridad de sus gobernados, así como el combate de la delincuencia, ha terminado por difundir hasta el hartazgo la versión de que la prensa es la causante de la violencia.

Y eso no es así.

Es el gobierno y sus funcionarios, todos en su conjunto, los responsables directos de los altos niveles de violencia que persisten en México. El problema de la violencia que hoy aqueja al país empezó a fraguarse hace 30 años, cuando los primeros grandes capos empezaron a aparecer en nuestro país.

Y desde aquel entonces –hoy está documentado-, los hombres del gobierno y las policías empezaron una escalada de corrupción sin precedente, que permitió el establecimiento y fortalecimiento de las grandes mafias del crimen organizado y sobre todo, del narcotráfico.

En 30 años los mexicanos hemos visto con asombro e impotencia, cómo encumbrados jefes policiacos, militares, funcionarios de los tres niveles de gobierno, gobernadores, alcaldes y hasta un presidente cuestionado por su poca acción en contra del Chapo Guzmán, han sido señalados y en algunos casos procesados, por sus ligas con hechos delictivos o al menos, su complacencia en temas del tráfico de estupefacientes.

La corrupción en las policías del País, en los tres niveles de gobierno por cierto, ya no es noticia. Y en otros casos, todavía hoy, gobiernan y tienen gran influencia en los diferentes gobiernos del país, personajes que hace 30 años vienen ejerciendo poder y posiciones dentro de algún nivel de gobierno o que son aún, la cabeza visible de algunos grupos políticos.

Por cierto que esto lo sabemos gracias a la prensa. De otra forma, apenas y tendríamos una escasa idea de lo que sucede en nuestro propio país.

La prensa no puede publicar hechos que no existen, así de simple. Y si se publican actos delictivos no sólo es porque sí existen, sino porque no hay una autoridad que los frene efectivamente.

Un rápido vistazo por los medios despeja dudas y deja en evidencia a aquellos que mienten al decir que México “tiene una mala prensa”, pues si cuantificamos las “noticias malas” contra las “buenas” y los espacios que cada una de estas tienen, no será difícil conocer la realidad.

Los medios en México son muchos, así que tomemos un ejemplo local, específicamente Cancún, que como destino turístico es el más preocupante, pues, su economía depende directamente del flujo de visitantes.

Veamos pues.

En Cancún circulan unos 8 periódicos. Estos:

Por Esto!
Novedades
Quequi
Respuesta
El Periódico
La Verdad de Quintana Roo
El Diario
De Peso

“De Peso” es un diario cien por ciento policiaco, pero los demás, dedican apenas un 10 por ciento de su páginas a la información policiaca. En algunos casos incluso, esta información está bastante relegada.

Es decir que de la prensa escrita en Cancún, menos del 10 por ciento de ella se dedica enteramente a lo policiaco, mientras que el promedio general de espacios dedicados a este sector no es mayor al 10 por ciento.

Esto a su vez significa que la información que más espacios ocupa en los periódicos de Cancún es: General, Política, Empresa y Turismo, Deportes Sociales y Espectáculos.

En cuanto a los medios electrónicos (Radio), en Cancún se captan 6 estaciones. Estas:

Radio Fórmula (Dos noticieros locales de una hora cada uno, de lunes a viernes. Es decir, menos del 10 por ciento de su programación)

Mix FM (Sin noticiero local)

Radio Turquesa (Tres noticieros locales, con un tiempo total de 3 horas 30 minutos, lo que representa un poco más de 10 por ciento de su programación, pero no llega al 20 por ciento.)

Caribe FM (Tres noticieros locales, con un tiempo total de 6 horas, lo que representa menos del 30 por ciento de su programación).

Cancún Radio (Tres noticieros y breves cortes informativos cada hora, con un tiempo total de 4.30 horas, lo que representa casi 20 por ciento de su programación).

Imagen (Dos noticieros locales, con un tiempo total de 2 horas, es decir, menos del 10 por ciento de su programación).

En total, de 144 horas diarias de transmisión entre las 6 estaciones de Radio, 19 están dedicadas a las noticias, es decir, menos del 20 por ciento del total de la programación. Aunque si contamos sábados y domingos que no hay noticieros, el porcentaje de noticias es mucho menor.


La Televisión. En Cancún se captan tres estaciones. Estas:

TVCUN (Dos noticieros, uno de cada hora, es decir, apenas poco más del 10 por ciento de sus 17 horas de programación).

Más TV (Dos noticieros, uno de cada hora, poco más del 10 por ciento de sus 12 horas de programación).

Canal 10 (Tres noticieros, uno de cada hora, éste canal es de cable, menos del 10 por ciento de sus 24 horas de programación).

TV Azteca local (dos noticieros, cada uno de media hora, lo que representa menos del 10 por ciento de su programación).

En resumen, la Televisión dedica un promedio del 10 por ciento de su programación a las noticias y mucho más bajo todavía, si contamos los fines de semana.

La mayoría de los espacios de la Televisión están dedicados al entretenimiento y dentro de esta, todos los géneros correspondientes.

En cuanto a Revistas, podríamos citar algunas como:

Luces del Siglo (Política)
Cancuníssimo (Sociales)
Latitud 21 (Negocios y Empresa)
D´Casa (Decoración)
Nec (Universitaria)
Tu Boda en Cancún (Turismo)
Pioneros (Historia de Cancún)

Imposible cuantificar la folletería impresa en papel y la de tipo electrónico, que muestra los atractivos turísticos y las bondades para los visitantes y que juntas ocupan un importante sector de los medios masivos en Cancún, así como que en todos los casos, son positivos a la imagen del destino.


Los medios en Internet. Estos son los de mayor alcance y los más consultados en el extranjero, lo que supone el mayor daño para Cancún.

Es difícil poder identificarlos a todos, pero algunos que dan una idea de los hechos que ocurren en Cancún y en Quintana Roo:

Expediente Quintana Roo
Noticaribe
NoticiaribeNews
Periodistas Quintana Roo
El Cuarto Poder
Cancún Foros
Aclarando

En todos estos casos, la información policiaca no tiene siquiera espacios definidos y regularmente se destacan sucesos delictivos dependiendo de su propia trascendencia informativa.

En resumen, los medios de Cancún en su conjunto, que se decidan a difundir noticias, destinan un 10 por ciento o menos, a los hechos delictivos.

Estos medios a su vez son minoría, pues la mayoría de toda la oferta de medios que existe en Cancún difunde información de otro tipo, que podría ser agrupada en su conjunto como de entretenimiento y en todos los casos, “positiva” para el destino. O en el peor de los casos, sin afectación para éste.

Luego entonces, ¿dónde está eso de que los medios propalan la violencia?

Quizá la gente del gobierno, que responsables de la delincuencia culpan a los medios para ocultar su ineficiencia, deberían saber cuál es la razón de que las “las malas noticias” sólo ocupan un mínimo espacio en los medios.


Muy simple, una sobre exposición de estas informaciones “negativas” y sangrientas llevarían a los medios a perder audiencia. Las grandes audiencias están en el entretenimiento. Por eso los medios en su conjunto dedican alrededor del 90 por ciento de sus espacios a ello.

Los medios culpables de la violencia es un mito creado por el gobierno. Y el panorama de medios de Cancún expuesto aquí no es muy diferente de lo que pasa a nivel nacional.

Suiza está rankeado entre los tres países más pacíficos del Mundo, con la menor tasa de delincuencia. El señor Knoblauch, embajador de ese país en el nuestro, debe saber que la prensa mexicana, que ha perdido cientos de vidas por informar con veracidad, es, como parte de los mexicanos en su conjunto, también pacífica, y que en todo caso, personajes como él mismo, abonan al enrarecimiento del clima de paz, pues bastaría con que se exprese bien de Quintana Roo y Yucatán sin agredir a los medios de comunicación.

Para orgullo de los mexicanos y los quintanarroenses, todavía nuestros destinos turísticos son seguros, por eso millones de personas de todo el mundo vienen cada año, sin que sea necesaria la opinión de diplomáticos “queda bien” que dan rienda suelta a su fobia por la verdad.

La seguridad de los turistas en Quintana Roo y la delincuencia organizada son dos verdades que cohabitan en el estado. Y en todos los frentes, incluido los medios, no hay otro deseo mayor que esta condición termine pronto.
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