Colosio, la película y las anécdotas


A propósito de la exhibición de la película Colosio, el Asesinato, misma que basándose en hechos reales recurre a la ficción para no comprometerse con los sucesos históricos, resurgen del cajón de los recuerdos las anécdotas de aquellos que estuvieron cerca, muy cerca, del momento del asesinato, como el caso del experimentado y veterano camarógrafo de TV Azteca, Raúl Sánchez, quien me confió en el año 2000, cómo le impidieron grabar justo el momento del balazo mortal.

Por: Esmaragdo Camaz

La película plantea la existencia de tres Marios Aburtos. Sugiere que el asesinato fue fraguado desde el despacho de un personaje que supone ser José María Córdova Montoya, el poderoso asesor de origen francés del entonces presidente Carlos Salinas de Gortari, y concluye en que todos aquellos que supieron de este complot, ya fueron asesinados para no dejar rastro.


En esos términos se presenta la película “Colosio, el Asesinato”, misma que fue estrenada en todo el país el 8 de Junio con una distribución de 450 copias en la mayoría de las salas de México.

Los autores de la Película, Carlos Bolado, director y Hugo Rodríguez, guionista, aclaran que ésta no es una cinta biográfica ni documental, sino una historia ficticia basa en hechos reales.


El espectador motivado por conocer al autor o a los autores intelectuales y/o materiales del asesinato del ex candidato presidencial del 94, no tendrá respuesta, pues la cinta no se compromete a dar nombres de los responsables del homicidio.

En el juego de inter-mezclar la ficción con la realidad, los hechos, ya de por sí confusos, se van degradado aún más y se acomodan, primero, a gusto del autor, y ya en la pantalla, a la percepción o predisposición del espectador, pues al final, cada quien saca sus propias conclusiones.


Lo único claro de la película es un duro golpe al priismo que no parece casual, cuando faltan apenas dos semanas para las elecciones del 1 de Julio.

La versión generalizada del crimen de estado se mantiene en el ánimo de los espectadores y en una historia de la política mexicana contemporánea en la que el público ya juzgó, esta cinta toma una dimensión distinta siendo lanzada en tiempos electorales, pues de otra forma, es sólo un documento más de los muchos que existen en torno a la figura de Luis Donaldo, aunque ninguno de ellos totalmente satisfactorio para los mexicanos, pues en todos los casos, la conclusión de que un único Mario Aburto mató por mutuo propio al Delfín no es todavía creíble, pese a que esto sucedió hace 18 años.


La película omite mucha información y anécdotas ligadas al momento en que el homicidio se produjo, pero aporta muchos datos y situaciones que no se conocían, aunque no se sabe cuáles de ellos son reales y cuáles no, pues como ya se dijo, sus autores aclaran que es una historia de ficción.

En este sentido, el filme carece de todo compromiso investigativo y validar un producto que se ofrece como una película de interés público, pero que a la vez se deslinda de los hechos que le sirven de base para su guión, es una decisión netamente personal.


Y como en la religión, la credibilidad de esta película es una mera cuestión de fe.

La aparición de esta película –eso sí-, reabre el cajón de los recuerdos y de las anécdotas, unas ya contadas y otras poco conocidas, de quienes estuvieron cerca, muy cerca, en el momento de estos hechos que conmocionaron al País en 1994.


En ese renglón sobresale el relato que me contó en el año 2000, el experimentado camarógrafo de TV Azteca, Raúl Sánchez, quien estuvo en Lomas Taurinas esa tarde del 23 de Marzo de 1994.

El camarógrafo cuenta que esa tarde los medios que estaban cubriendo la campaña de Luis Donaldo Colosio, ya se encontraba en la sala de prensa procesando la información para mandarla a sus periódicos, radios y tele-emisoras.


La prensa no fue convocada esa tarde para cubrir el evento en Lomas Taurinas. Incluso el estenógrafo del candidato, quien siempre acompañaba a Luis Donaldo a todos lados, fue informado que su presencia no era necesaria esa tarde en el evento en cuestión.

No obstante, Raúl Sánchez, el camarógrafo, se trasladó por sus propios medios a Lomas Taurinas y video grabó el evento sin mayores contratiempos ni sorpresas.


Pero al momento en que Colosio bajó del templete y tal como se acostumbra, el camarógrafo empuñando siempre su cámara al hombro y viendo la acción a través de esta, se puso de frente al candidato y fue retrocediendo en la medida en que el Delfín avanzaba saludando a la gente a su paso.

Raúl Sánchez dice que en algún momento sintió cómo alguien lo tomó por atrás, del cinturón, y lo sacó de la multitud. Al voltear no pudo distinguir quien lo había sacado de balance y más interesado en grabar que en ver al agresor, regresó a la multitud, se abrió paso entre ella y se reubicó una vez más frente al candidato.


Pero apenas un momento después otra vez, pero ahora de forma violenta, sintió cómo alguien lo agarró nuevamente por atrás del cinturón y lo sacó por completo de la multitud que se arremolinaba alrededor del candidato.

El camarógrafo, con amplia experiencia en este tipo de eventos, dice que en ese momento le quedó claro que alguien no quería que estuviera grabando la escena, lo que motivó aun más su interés y con nuevo ímpetu, se dispuso a recuperar su lugar entre la multitud.


Y en eso estaba cuando escuchó el disparo. Dice que percibió la detonación como si se hubiera tratado de un “cuete” de pirotecnia y en ese momento empezó el caos.

Por acto reflejo, el camarógrafo apretó el REC y alcanzó a grabar las imágenes que los mexicanos hemos visto cientos de veces, en que la turba lleva en vilo a Mario Aburto en medio de gritos y golpes.


Obvio que a Raúl no lo dejaron grabar el momento del disparo.
2 Comentarios

Comentarios

  1. Muy buen reportaje y excelente película la recomiendo ampliamente, eso si es imposible ver la cinta y no sentir coraje por personajes que solo ven por sus intereses!!

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  2. y a si todavia siguen apoyando al pri.......tengan un poco de dignidad.

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