Los resultados de las elecciones del 1 de
Julio establecen que los quintanarroenses votan cruzado, pues mientras
localmente el PRI ganó la mayoría de las curules federales en disputa, el PRD
se puso a la cabeza en la elección presidencial.
Por: Esmaragdo Camaz
Difícil hablar de victorias y derrotas
cuando el voto es cruzado, pues esta condición regularmente divide las metas de
los partidos en contienda y la percepción de estos conceptos, siempre
absolutos, se transforman en subjetivos.
Al PRD en Cancún le sirvió el efecto López
Obrador para lograr una diputación federal y una senaduría con candidatas que
no eran las favoritas.
Sin embargo y pese a obtener el primer
lugar local en la elección presidencial, con 41.99 por ciento, esto no fue
suficiente para que su candidato a los Pinos obtuviera el triunfo.
Para el PRI, el 33.26 por ciento obtenido
en Quintana Roo, le ayudó a su candidato presidencial, Enrique Peña Nieto, a
obtener el triunfo, y de paso, se llevó el mayor número de curules federales en
disputa.
El sentido de victoria o derrota puede ser
en este escenario algo subjetivo, pero a la vez, da sustancia para la
especulación, pues acercándose ya el proceso electoral para la renovación de
las presidenciales municipales, estos resultados no dejan nada en claro.
No obstante el norte de Quintana Roo,
principalmente Cancún, es un territorio que simpatiza con el PRD, mientras que
el resto del estado lo hace con el PRI.
Esta tendencia no es tampoco una novedad,
pero tampoco se puede considerar una condición perene en ningún sentido.
En las elecciones para renovar las
presidencias municipales, que son las próximas en Quintana Roo, no existe la
posibilidad del voto cruzado, así que sin más de una opción en la casilla, los
quintanarroenses deberán decidirse de forma directa por los candidatos en
contienda.
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