2 mujeres, 1 regidor (Parte VI); Quintanar acepta culpa; pide perdón a Blanca y al público, menos a la secretaria agredida; perredistas hacen mutis; regidor está “apestocito”


Cancún.- El concejal perredista, Rafael Quintanar, pidió perdón este Viernes -a través de un desplegado publicado en un periódico-, a su esposa Blanca y a la opinión pública, por el escándalo con la secretaria de la sala de Cabildos, Laura Verónica Castro Padrón, a quien no pide disculpas ni la menciona en el texto en cuestión; en tanto, el perredismo en Quintana Roo hace mutis respecto a estos hechos en un claro deslinde con el regidor “apestocito”, como le dicen al funcionario público “cachondo”, también llamado así.

El desplegado surge nueve días después de que Blanca, la esposa de Quintanar, se presentara con el regidor en la sala de Cabildos del Ayuntamiento de Benito Juárez, para encerrar a Laura Verónica en una oficina, insultarla y reclamarle amoríos con el concejal.


En el texto publicado este Viernes, Quintanar, quien es cuñado del dirigente del PRD en Quintana Roo, Emiliano Ramos, este a su vez, hermano de Blanca, pide perdón a su esposa en repetidas ocasiones, y argumenta que como ser humano, está hecho de pasiones y desaciertos.

Menciona a Blanca en tres ocasiones, pero en ninguna a Laura Verónica, la secretaria agredida por su esposa y por él mismo, quien hace nueve días le pidió su renuncia por órdenes de su conyugue.


En tanto, personajes del PRD mantienen silencio en torno a los bochornosos acontecimientos protagonizados por la familia perredista, en un intento porque estos hechos no manchen más su imagen y les genere consecuencias de tipo electoral.

Entre sus correligionarios el “regidor cachondo”, como ya le dicen algunos, consideran a Quintanar como “apestocito”, razón por la que ha sido segregado de las actividades de su partido.


Y el departamento de Comunicación Social, bajo la responsabilidad de Ivanova Pool, esta a su vez también perredista, elimina de la versión oficial que distribuye a los medios, cualquier pronunciamiento del regidor Quintanar.

Por su parte, Julián Ricalde Magaña, presidente municipal de Benito Juárez, quien debe a la familia Ramos-Quintanar el cargo, dijo esta semana bajo la presión del cuestionamiento de reporteros, que investigaría los hechos, pero hasta este fin de semana no ha reportado resultados, aunque desde el día en que hizo esa promesa, desechó castigo para el regidor y su esposa, quienes son los agresores de la secretaria.

Aquí se reproduce el texto íntegro de la disculpa de Rafael Quintanar.


Disculpa pública
A la opinión pública
A mi familia

En los últimos días se han ventilado a través de los medios de comunicación, algunos problemas que tienen que ver con aspectos de mi comportamiento personal en mi vida privada. Estos acontecimientos y difusión generalizada han afectado, primero que nadie, a mi esposa Blanca, y mis hijas y, por su puesto, a quien esto escribe.

Los hombres somos seres racionales, ciertamente, pero también estamos hechos de pasiones y sentimientos. Tenemos virtudes, pero también limitaciones y cometemos desaciertos. Estoy consciente que, como ciudadano, esposo y padre de familia, mis actitudes públicas y privadas deben ir estrictamente apegadas a un código de ética que conlleve la recuperación de valores y principios, aquello que nos hace ser eso, seres humanos dignos de ser tratados como tales.

Como servidor público esas actitudes deben ser doblemente subrayadas en mi comportamiento diario. Nunca he tenido el ánimo de ofender o lastimar a nadie; mucho menos a mi amada esposa Blanca. Somos parte de un núcleo familiar sólido que en muchas ocasiones ha enfrentado la adversidad y la descalificación eso, precisamente, es lo que nos ha hecho fuerte.

Una y otra vez ha habido tropiezos y una y otra vez, con la fuerza del amor, la solidaridad y la comprensión, hemos sabido levantarnos. Quiero con esto dejar claramente expresada esta disculpa pública porque público ha sido tratamiento de este asunto, primero que nadie a Blanca mi compañera y esposa, a mis hijas, a quien haya podido afectar y, por supuesto, a la opinión pública.

Permítaseme traer a colación la imagen de una película que alguna vez vi, donde en plena guerra de independencia de Escocia con respecto a Inglaterra, un hijo le pregunta a su padre guerrero: ¿papá, porqué peleamos? El padre le responde: por honor. ¿Y qué es el honor? El padre de nuevo: el honor es algo que un hombre se regala así mismo y que no se lo da, pero tampoco se lo quita, ningún otro hombre. Y entonces la hija le dice ¿y la mujer?, y el padre responde de nuevo, mirando a su esposa: la mujer es el corazón del honor.

A los ciudadanos que forman parte de otros proyectos políticos, diferentes al que yo pertenezco, a mis adversarios, que no mis enemigos, le invito a que en la pelea de las ideas de ninguna manera afectemos el entorno familiar. Te amo Blanca.

Sinceramente
Rafael Quintanar González
Rúbrica
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