¿La diputada Graciela Saldaña se va de pinta o qué?

No tienen ni dos meses trabajando y ya empezaron los faltistas. Son los diputados federales de Quintana Roo. Como cada año, como cada legislatura, el tablero electrónico de la Cámara de Diputados, que revela las faltas a la chamba y las ausencias durante las votaciones, se convierte en una especie de reality show para ver quién es el diputado más proclive a las fugas. Esta vez la diputada perredista por Cancún, Graciela Saldaña, adelanta a sus compañeros, pero seguro en el futuro, otros también competirán en este renglón de las inasistencias. Suerte a todos ellos y que gane el más faltista.

Por: Esmaragdo Camaz

De acuerdo al tablero electrónico de la Cámara de Diputados, la diputada federal por Quintana Roo, la perredista Graciela Saldaña, estuvo ausente en 14 votaciones de un total de 16 ocasiones en que han tenido que emitir su voto por igual número de decretos, en lo que va del presente período de sesiones.

Casualmente, ese día que aparece como ausente durante la votación, era Viernes.

Lo raro es que ese día, el pasado 28 de Septiembre, Graciela Saldaña sí votó en el primero de los 14 decretos que fueron puestos a disposición de los legisladores.

Votó en contra en este:

DECRETO QUE REFORMA, ADICIONA Y DEROGA DIVERSAS DISPOSICIONES DE LA LEY FEDERAL DEL TRABAJO (EN LO GENERAL Y EN LO PARTICULAR LOS ARTICULOS NO RESERVADOS)

Pero en los siguientes 13 –ese mismo día-, no votó. Son estos:

Esta empleada ciudadana prometió en su campaña, cuando buscaba el voto para trabajar como diputada federal, que velaría por los intereses de los cancunenses, promesa generalizada de los todos los candidatos.

Pero parece que a sus representados no le interesan mucho los asuntos de la Ley Laboral, pues prefirió ausentarse en vez de comprometerse con su voto, al menos, en algún sentido.

Esta burócrata de privilegio gana 75 mil 457 pesos de dieta, más 45 mil 786 de asistencia legislativa, más 28 mil 772 de atención ciudadana, o sea, se embolsa cada mes, 150 mil 015 pesos.

Los diputados federales, no está por demás recordarlo, sólo trabajan unos 8 meses al año, pero cobran todos los meses, a parte reciben un estratosférico aguinaldo que supera el cuarto de millón de pesos.

Y es clásico en el salón de plenos, que los diputados marrulleros se presentan al pase de lista, votan el primer decreto del día y de ahí se desaparecen como por arte de magia.

Clásico, muy clásico.

¿Tan difícil es quedarse el Viernes en la ciudad de México a votar todas las iniciativas y después ya irse a casa?