Roban piezas arqueológicas en Zona Maya ante desatención de autoridades (Fotos)


José María Morelos.- Un proyecto que podría detonar la actividad turística en la Ruta de la Iglesias, se encuentra abandonado por las autoridades de los tres niveles de gobierno; se trata del Museo Comunitario de Sacalaca que albergaba piezas arqueológicas con mucha riqueza histórica y que datan de la época prehispánica y mismas que han sido robadas por la falta de seguridad en el local que los resguarda.

Ismael Briceño Mukul, recién egresado de la Universidad Intercultural Maya y oriundo de esa localidad, mencionó que el museo podría ser visitado por muchos turistas, no obstante el lugar no cuenta con todo lo necesario para poder llamarlo museo, ya que muchas de sus piezas arqueológicas han sido robadas y el local es muy pequeño.


El lugar que alberga las piezas que aún quedan en el museo, no cuenta con un techo ni paredes cerradas, dejando a la intemperie los vestigios y vulnerables a otro saqueo, ya que la puerta sólo está sujetada con una delgada cadena y un candado de baja seguridad.

El denominado “Museo Regional Histórico” fue instalado por los mismos habitantes de la localidad hace un par de años, ya que los vestigios han permanecido en la localidad desde hace siglos en diferentes lugares y en su afán de mantenerlos en un sólo lugar y ser apreciados por los visitantes, se abrió este espacio.


Briceño Mukul señala que poco le ha interesado incluso al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), ya que han visitado la localidad y no han atendido las constantes solicitudes de construir un edificio para el museo y así evitar los constantes saqueos.

Los vestigios robados han sido los llamados “Aluxes” piezas arqueológicas que algunos mayas contemporáneos aún creen que los aluxes son convocados en cuanto un campesino construye en su propiedad una especie de altar en una casita conocida como kahtal alux o "la casa del alux", normalmente en su milpa.


Durante siete años, los aluxes ayudarán a crecer el maíz, llamar la lluvia y vigilar los campos de noche, silbando para espantar a los animales de rapiña o delatar a los ladrones. Al final de los siete años, el granjero debe cerrar las ventanas y las puertas de la casita, sellando al alux dentro. Si esto no es así, se puede perder el control sobre el alux y éste empezará comportarse de forma agresiva en contra de las personas.

Algunos mayas contemporáneos aún consideran que los altares les son útiles en sus labores de campo (aunque sus orígenes y el propósito verdaderos de estos les sean desconocidos).

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