El caso de Edith Mendoza Pino tiene muy preocupado a
Julián Ricalde Magaña. El munícipe de Cancún está a la espera de saber qué va a
pasar con la solicitud de Juicio Político en su contra, pues ya en la ex
presidenta municipal de Tulum ve una
imagen de lo que podría pasar también con él, ya que además, parecen haber
similitudes entre ambos personajes.
Por: Esmaragdo Camaz
Julián Ricalde anda preocupado. Y no es para menos. El
alcalde de Cancún es el segundo munícipe de esta administración que sería
sometido a un Juicio Político, y a juzgar por los resultados del primer caso, o
sea, el de su ex colega, Edith Mendoza, pues su futuro inmediato no sería nada
agradable.
Haciendo las odiosas comparaciones entre uno y otro,
puede que Julián tenga un panorama todavía peor que el de Edith.
A la ex alcaldesa de Tulum la acusan por el desvío de
unos 77 millones de pesos, a Julián por más de 120, que serían el resto de los
229 millones de pesos que recibió la Comuna para pavimentación de concreto
hidráulico que serían aplicado en las Regiones de Cancún, cosa que nunca fue
hecha.
Edith habría desviado lo suyo ya como presidenta
municipal, mientras que Julián se habría beneficiado directamente de los 229
millones de pesos desde que era candidato, pues la sospecha del desvío es que
habría sido para su campaña por la presidencia municipal de Benito Juárez.
El Juicio Político contra Edith fue solicitado ante el
Congreso primero por un grupo de ciudadanos que estaban en huelga, y
posteriormente, por varios regidores, lo que finalmente dio entrada al proceso
que está por terminar esta misma semana.
El Juicio Político contra Julián ya fue solicitado por un
grupo de ciudadanos cancunenses, lo que supone la primera parte, en tanto esta
semana el Congreso daría una resultante si le da entrada a este proceso.
La segunda parte vienen de sus propios compañeros del
Partido (PRD), en la figura de Alejandro Luna, el diputado local yerno de
Gregorio Sánchez Martínez, el acérrimo enemigo declarado de Julián Ricalde.
Y la tercera parte –de ser necesaria-, podría venir de
los regidores de la Comuna, pues en el Cabildo de Benito Juárez hay suficientes
concejales para presentarse con documentación comprometedora ante el Congreso,
para afianzar la solicitud de Juicio Político en contra del Munícipe
cancunense.
Edith Mendoza Pino habría tenido durante su frustrado
mandato diferencias irreconciliables con el gobierno del Estado.
Julián Ricalde está peor. Desde el inicio de su mandato con
la cantaleta de, “yo no me voy a pelear con mi Gobernador”, ha realizado un
golpeteo sistemático al gobierno del estado, escudado en esa frase.
Ricalde plasmó esa expresión el 11 de Abril 2011, cuando
asumió el cargo como presidente municipal, pero apenas el 28 de Noviembre
pasado la cambió por esta: “yo no me voy a pelear con el Gobernador”.
En un año y siete meses, Julián ya no se refiere al
mandatario en términos de “mi Gobernador”, sino “el Gobernador”, o sea, el
mandatario ya no es suyo, lo que parece ser un acto reflejo de su falsa
relación de camaradería con el gobierno del estado.
A Edith Mendoza se le señala como una delfín de Carlos
Joaquín González, éste a su vez, una especie de político incómodo en la
presente administración, lo que supone una gran desventaja para la ex
alcaldesa.
A Julián Ricalde se le señala como un delfín de Gregorio
Sánchez Martínez, algo todavía peor en materia política, pues más que ser
producto de un político incómodo para la presente administración, ahora se dice
que es un aliado de ésta, lo cual supone un muy mal día de suerte para el
alcalde cancunense.
En el caso de Edith hubo motivación política, se queja la
indiciada. Pero como sí hay peculado, pues lo penal superó a lo político.
Julián se queja de lo mismo y como en esta caso también
hay peculado, pues lo penal igualmente superará lo político.
Las similitudes entre ambos casos ya tienen a Julián muy
inquieto. Y no lo oculta cuando le pregunta sobre su ex colega, Edith Mendoza
Pino:
“Con absoluta preocupación, sobre todo el término del procedimiento.
Creo que sin prejuzgar el fondo, que eso lo determina la autoridad responsable,
a mí me parece que hay violaciones graves al procedimiento”.
Y en un párrafo en el que parece amarrarse el dedo de lo
que le viene, Julián Ricalde también expresó en torno al caso Edith Mendoza:
“Lo único que hace es generar más sospecha de que es la
aplicación política de la justicia; la aplicación muy selectiva de este estado,
como si se quisiera dar un escarmiento a escarnio público a sus enemigos
públicos o detractores o simplemente a quienes no comparten las mismas ideas.
Eso es lo más grave todavía. Vamos a ver en qué va a parar todo esto”.
El tiempo de Julián se acerca.
En el Congreso su supuesta aliada, la
presidenta de la Comisión de Justicia, la panista Patricia Sánchez Carrillo, se
esconde ante la prensa para callar lo que la puede comprometer con su propio
grupo político, pero en las próximas horas se definirá el siguiente paso de la
Legislatura contra Ricalde, pues ya no queda mucho tiempo.
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