Por: Esmaragdo Camaz
El reemplacamiento es un burdo negocio de Carlos Joaquín. Y el costo político que pagará por ello será muy alto, pues muchos quintanarroenses molestos ya lo ven como un traidor. Las placas le costarán al gobierno 300 pesos, pero se las va a vender a la gente en 1,081 pesos. O sea que le va a ganar 781 pesos por auto. De ahí los 350 millones de pesos que el mandatario va a obtener por la comercialización de los nuevos metales.