El diputado fino: Líder del Congreso-QR Eduardo Martínez Arcila se mueve en Suburban


Por: Esmaragdo Camaz

Al diputado Eduardo Martínez Arcila le salió lo fino apenas asumió el cargo de presidente del Congreso de Quintana Roo. Lo primero que hizo fue rentarse una lujosa camioneta Durango con cargo al erario público por 900 pesos diarios, o sea unos 27 mil pesos mensuales. La austeridad no se le da este funcionario del “Gobierno del Cambio”.

Pero el diputado no paró ahí. Más adelante canceló la renta de la Durango y compró a nombre del Congreso del Estado una Suburban nueva. El precio de lista de este tipo de automóvil es de 890 mil 200 pesos. En eso se transporta el flamante dirigente del Congreso de Quintana Roo.


Pero el costo de la Suburban no es lo único que Usted está pagando para que este empleado ciudadano se mueva cómodamente como a él le gusta. Hay que tomar en cuanta el mantenimiento del vehículo y el consumo de gasolina del mismo, que en este caso es Premium y que tiene un costo hoy poquito más de 17 pesos el litro. Según el propio Martínez Arcila, él como todo diputado tiene asignado 20 mil pesos mensuales para la gasolina, es decir, 240 mil pesos al año sólo para combustible.

Si dividimos el costo de la Suburban en 365 días del año y el consumo de la gasolina en ese mismo periodo tenemos que Usted paga más o menos unos 2 mil 400 diarios por la camioneta y unos 666 pesos diarios por la gasolina. En número cerrados a Usted le está costando unos 2 mil 500 pesos diarios transportar a este angelito. Tema aparte su chofer, que también lo paga el Congreso con dinero público.

Los argumentos del diputado para justificar este dispendio personal son básicamente tres:

1.- Cuando llegó a la Legislatura en Septiembre pasado, no habían vehículos en el Congreso para transportarse.

2.- Que tiene que moverse en un auto que cumpla con las mínimas condiciones de seguridad.

3.- Que es de Cancún y tiene que viajar.

Al inicio de esta Legislatura y cuando ya estaba rentando la Durango, Martínez Arcila dijo que estaban “revisando” qué había pasado con los automóviles que supuestamente habían sido comprados en por la Legislatura anterior. Pero hasta el día de hoy no hay informado al respecto. Al parecer fue más fácil comprar su Suburban que localizar dónde quedaron los carros del paso reciente y en su caso recuperarlos para ser reutilizados hoy. Tampoco se sabe que el Congreso haya interpuesto denuncias penales por la pérdida de estos vehículos si es que los hubo. El propio legislador dijo en ese entonces que era costumbre hacer perdedizas las facturas de los autos y así borrar todo rastro de los mismos.

En cuanto a las condiciones de seguridad, no recuerdo que en la Constitución del Estado de Quintana Roo haya una referencia específica respecto a las condiciones de seguridad que deben cumplir los autos de los diputados. Lo que sí incluye la carta magna quintanarroense es el estatus del legislador, a quien se define como un representante popular, simplemente como eso. Sobra decir que el quintanarroense común se mueve en carros estándar, en taxis, en camiones, en combis, etcétera, sin que se tengan estadísticas importantes de pérdidas de vida y/o lesiones por transportarse en estas condiciones.

Martínez Arcila no es el único funcionario público que tiene que viajar de Chetumal a Cancún y viceversa. Pero sí es de los pocos que se pueden dar el lujo de hacerlo en una Suburban con su propio chofer. Me parece raro que este diputado no conozca otra forma de viajar entre estos dos puntos del estado porque hasta hace poco se movía sin ese lujo.


Desconozco si el diputado Martínez Arcila lo sabe, pero en Chetumal y Cancún hay otras formas de transportarse, todas ellas más económicas.

Un taxi en Chetumal cobra regularmente 25 pesos. Si es radio taxi después de la media noche costará unos 50 pesos máximo. Lo bueno que los diputados casi no trabajan y es muy poco probable que necesiten un taxi después de la media noche.

Considerando un taxi de su casa al trabajo y uno de regreso, el diputado Martínez Arcila gastaría unos 50 pesos diarios, o sea, unos 250 pesos a la semana. Es decir, unos mil pesos al mes.

Para venir de fin de semana a Cancún, el diputado Martínez Arcila puede tomar el ADO por una tarifa de 282 pesos, más una suma igual para regresar a la capital. O sea unos 564 pesos a la semana. Es decir, unos 2 mil 256 pesos al mes.


Entre los taxis y el ADO, este sistema de transporte costaría unos 3 mil 256 pesos al mes. O sea, unos 108 pesos diarios, contra los 2 mil 500 pesos diarios que cuesta moverse en la Suburban.

Bueno la diferencia es tanta que con el costo de un año del transporte de lujo de la Suburban se podrían pagar seis años de transporte público, que es el tiempo máximo que puede trabajar Martínez Arcila como diputado local, siempre y cuando antes no sea destituido, procedimiento que puede ser solicitado por cualquier ciudadano tal como está previsto en la carta marga quintanarroense.

Antes de ser diputado local y líder del Congreso, Eduardo Martínez Arcila se desempeñó como presidente del PAN en Quintana Roo. Previo a ese cargo trabajó en Acción Nacional en diversos niveles, entre ellos pelando legalmente votos a favor de su partido. En los años que tengo de verlo en la jerga política no lo recuerdo moverse con el lujo y confort que hoy lo hace.

Hoy lo veo los fines de semana en Cancún llegando a los cafés en su flamante Suburban blanca con chofer.


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