Fue el papá de Borge: Habría subido al Barco con mochila de explosivos, dicen medios nacionales

Redacción.- Roberto Borge Martín, papá del ex gobernador Roberto Borge Angulo (hoy en prisión), sería el autor de la explosión del navío de Barcos Caribe ya que quedó en evidencia en un video en poder de la PGR y su motivación habría sido cobrar un seguro de 4 millones de dólares y desestabilizar al Estado, así lo exponen este miércoles los columnistas de la prensa nacional, Raúl Rodríguez Cortés de El Universal y José Ureña, de 24 Horas.

Por su trascendencia informativa, reproducimos aquí ambas columnas.

Raúl Rodríguez Cortés de El Universal:

Un video de seguridad del ferry de Barcos Caribe que estalló en Playa del Carmen el pasado 21 de febrero, ya es revisado por peritos de la PGR y podría convertirse en la evidencia clave de que se trató de un auto atentado.   

El video forma parte de las pruebas entregadas a la Agencia de Investigación Criminal por la procuraduría de justicia de Quintana Roo. En él se verían, de acuerdo con fuentes del más alto nivel del gobierno de estado, a uno de los propietarios de la naviera, Roberto Borge Martín, padre del hoy procesado ex gobernador Roberto Borge Angulo, y a un sujeto hasta ahora no identificado que lo acompañó en la travesía del ferry.

Según fuentes consultadas, el ignoto llevaba consigo una mochila al momento del abordaje en Cozumel. Ya no bajó con ella en Playa del Carmen. A Borge Martín se le ve salir apresuradamente del ferry, confirman fuentes que aseguran vieron el video.

De la presencia en el muelle del copropietario de Barcos Caribe ya habían dado cuenta otras fuentes que describen cómo observaba impávido el fuego que devoraba una de sus embarcaciones más costosas y que, según otras navieras que cubren el trasbordo Cozumel-Playa del Carmen, tendría un seguro de por lo menos cuatro millones de dólares.

El cobro de ese seguro sería el beneficio del presunto auto atentado que estaría dirigido a desestabilizar al actual gobierno estatal encabezado por Carlos Joaquín González con el que la familia Borge está confrontada desde que les arrebató el poder en las elecciones de 2016 y puso en evidencia los numerosos latrocinios que hoy tienen en la cárcel a Borge Angulo.

Consultada sobre la versión del auto atentado, la empresa Barcos Caribe la rechazó categóricamente y dijo que es “un acto muy bajo y sin fundamento”.

La PGR, por su parte, sólo confirmó que ha iniciado una carpeta de investigación desde que tomó conocimiento de la explosión del ferry en el que resultaron 26 personas lesionadas, cinco de ellas estadounidenses. Informó que en el lugar de los hechos trabajan peritos de la Agencia de Investigación Criminal adscritos a la Coordinación General de Asuntos Periciales, especialistas en fotografía forense, criminalística de campo, incendios y explosivos y química forense.

Por su parte, la Fiscalía de Quintana Roo confirmó que ya hizo entrega a la PGR y a las secretarías de la Defensa y de Marina tanto del peritaje como el embalaje de la explosión, así como del artefacto encontrado en otro ferry de Barcos Caribe en los primeros días de marzo, para determinar si efectivamente se trata de explosivos y cómo llegaron ahí.   

La PGR tiene en sus manos una verdadera bomba sobre el estallido de otra bomba, y con ello la oportunidad de resolver un asunto, de suyo grave y relevante, para quitarse presión respecto del caso de Ricardo Anaya, las acusaciones en su contra de lavado de dinero y el error de “filtrar” el video de una conversación privada que valida la estrategia de “victimización” esgrimida por el candidato frentista y que, según termine el affaire, acabaría favoreciéndolo. 

Entre los agentes de los servicios de espionaje de diversos países le llaman a eso desconcentración de operaciones en el tiempo y en el espacio. Aquí se le dice cortinas de humo para desviar la atención de hechos relevantes con otros hechos relevantes.

José Ureña, de 24 Horas:

¡Qué vergüenza!

Iba a comenzar esta columna con otra entrada:

-¡Pobre Roberto Borge!

Pero no: ¡qué vergüenza!

El papá de Roberto Borge, Roberto Borge Martín, captado con una mochila en la cual supuestamente llevaba los explosivos activados en el ferry de Barcos Caribe.

Ojo: no acusamos a nadie.

Simplemente avanzamos datos de la información recabada por los investigadores mexicanos y estadounidenses sobre lo acontecido en aquel suceso del 21 de febrero.

Explosión con consecuencias múltiples.

De un lado, graves daños al turismo porque ocasionó reacciones internacionales, entre ellas la participación de agentes de Estados Unidos en la indagatoria.

En adición, la prohibición a estadounidenses para abordar barcos en el Caribe y, de otra, suspensión de escalas de varias compañías navieras.

E internamente, la cancelación a la concesión de Barcos Caribe por la presión a las autoridades mexicanas para mantener los permisos a ésa y otras compañías.

Y, repercusión política, mayores acusaciones al ex gobernador Roberto Borge y a su presunta banda delincuencial para diluir cualquier posibilidad de liberación cercana.

La información está en poder de la PGR.

Según su ya abultado expediente, en esa explosión –inicialmente considerada accidente, luego llevada a la sospecha y ahora confirmada como autosabotaje- hubo 25 heridos de cierta gravedad, cinco de ellos estadounidenses.

Por eso se involucraron agentes del FBI (Federal Bureau of Investigation), quienes colaboran con autoridades federales y en especial con Marina.

Justamente fueron esas autoridades las encargadas de rendir reportes a Gobernación, a partir de los cuales el titular Alfonso Navarrete Prida pidió no descartar el autoatentado.

ENCUENTRAN VIDEO REVELADOR

Pues bien, hay un video revelador.

En él se ve a un hombre al momento de subir al ferry con una mochila y luego abandona la embarcación sin ella… y, ¿qué casualidad?, luego se da el estallido.

¿Quién es?

-Roberto Borge Martín –aseguran los investigadores.

O sea, el papá del reo Roberto Borge, ex gobernador de Quintana Roo.

La indagatoria involucra el objetivo de destruir el ferry, sino a cobrar un seguro… ¡de cuatro millones de dólares!

Pero esperemos el veredicto, ya listo, de la PGR.