¿Qué le espera a Carlos Joaquín?: Rechiflas, censura y el ascenso de la oposición previo a elecciones del Congreso


Por: Esmaragdo Camaz

Hoy no fue el mejor día de Carlos Joaquín. La gente lo abucheó. El Presidente lo exhibió en el tema de la Seguridad. Y los morenistas quintanarroenses se envalentonaron en su contra. Este escenario puede ser el modelo que le espera al gobernador de Quintana Roo ante un inminente Congreso morenista en puerta. En cuatro meses los quintanarroenses van a las urnas a renovar el la Cámara de Diputados y no se ve cómo el joaquinismo pueda sobreponerse al ascendente lopezobradorismo que impulsa hacia la victoria electoral todo aquello que suena a Morena. Hoy nació una abierta y fortalecida oposición en el estado y la respuesta del gobierno joaquinista fue la censura.

Las rechiflas contra Carlos Joaquín


La mañana de este domingo empezó mal para el gobernador Carlos Joaquín. Una primera marcha mañanera de trabajadores del CECYTE sobre la céntrica avenida Héroes exhibió su foto en una manta que se lee: “TRAIDORES DE LA EDUCACIÓN, DE LA NIÑEZ, DEL MAGISTERIO Y DEL PUEBLO”.

Más tarde, Carlos Joaquín arribó al evento del Día de la Bandera acompañado de miembros de su equipo, pero no del presidente. López Obrador apareció en la explanada del Palacio de Gobierno momentos después.

Desde su llegada al evento, la rechifla y los gritos contra Carlos Joaquín empezaron a sonar. Y así al son de “fuera, fuera”, el gobernador de Quintana Roo empezó su discurso. 

En una parte de su perorata, el mandatario no perdió la oportunidad de quejarse con el Presidente de la rechifla ante la obviedad del escándalo en su contra. Carlos Joaquín recurrió a su gastado discurso de culpar de todos los males que aquejan a Quintana Roo al gobierno que lo antecedió, aún cuando él mismo lleva más de dos años gobernando el estado.

“Quintana Roo estaba hundido en corrupción y autoritarismo, un estado herido de gravedad donde pensar diferente era motivo de exilio o de la violación más aberrante de los Derechos Humanos, esto no hubiera podido ser hace dos años señor presidente”, remarcó ésto último al pretender curarse en salud por la rechifla en su contra, misma que marcó toda su intervención ante López Obrador.

“¡Fuera, fuera!” continuaba el quejido de la gente que fue contenida con vallas que le impedían acercarse al presidente. 

Y entonces vino el tema de la seguridad. Primero Carlos Joaquín reconoció la gravedad del problema de la ascendente inseguridad que aqueja a los quintanarroenses, aunque al final recurrió una vez más a su repetitivo discurso de echar culpas a los demás, pese a sus más de dos años al frente del gobierno de Quintana Roo.

“Sabemos que enfrentamos un gran reto contra la inseguridad, fenómeno que nos lastima como sociedad, reconocemos que es una de las principales preocupaciones de la ciudadanía y por eso hemos implementado una serie de políticas y programas para atenderla, la coordinación y colaboración permanente con las instancias federales y en particular con el Ejército Mexicano, la Marina Armada de México, la Policía Federal, a quienes aprovecho saludar y agradecer profundamente por su apoyo incondicional y respaldo que tanto apreciamos ha sido clave para enfrentar este problema y estamos respondiendo con reacciones reactivas y preventivas para devolverle a los quintanarroenses el sentimiento colectivo de vivir en un clima de tranquilidad y paz social que jamás se debió haber entregado ni vendido al mejor postor”.

Y así con el abucheo de fondo, Carlos Joaquín llegó al final de su discurso afirmando alinearse al combate a la corrupción encabezada por presidente López Obrador y a la recién aprobada Guardia Nacional, el principal proyecto de Seguridad del mandatario mexicano.


La censura joaquinista


En respuesta a los abucheos, personajes que operan la Comunicación Social del gobierno de Carlos Joaquín empezaron a filtrar en los whattsapp de periodistas la versión de que los gritos contra el gobernador son obra de los acarreados de la senadora por Morena, Marybel Villegas Canché, a quien los personeros del gobierno joaquinista le echan carreta cada vez que se puede.

Esta versión de los voceros joaquinistas es con la finalidad de desvirtuar las quejas propinadas en el evento contra el gobernador, no muy distintas por cierto a las que se leen a diario y por cientos en las redes sociales y que han llevado a Carlos Joaquín a un abrupto desplome de su popularidad que no logra mantenerse más allá del 17 por ciento entre la aceptación del público, una de las más bajas entre los gobernadores mexicanos.

Pero Marta Silva, la directora del Sistema Quintanarroense de Comunicación Social fue más allá. Y en un acto de abierta censura, el SQCS bajó de su muro de Facebook el video de la transmisión que hizo del evento del Aniversario de la Bandera y que deja escuchar la andanada de rechiflas y reclamos contra el gobernador Carlos Joaquín.

El SQCS transmitió en vivo los dos eventos del presidente. 



El primero de ellos fue el Aniversario de la Bandera de México que tuvo lugar en la explanada del Palacio de Gobierno de Chetumal, mismo que se transmitió en esta liga de Facebook: https://goo.gl/8TWcs6 / Sin embargo, el video de archivo que se genera de forma automática una vez terminado el streaming, fue bajado de la cuenta del SQCS, tal como se puede apreciar si usted sigue la liga señalada.

El segundo evento fue la presentación del Plan Turístico del Gobierno Federal y también fue transmitido en vivo por el SQCS en esta liga: https://goo.gl/QurFYp / A diferencia del caso anterior, el video de archivo no fue bajado y todavía es posible verlo, como puede verificar el lector. En este evento no hubieron rechiflas contra el gobernador.

La censura joaquinista es obvia y no concuerda con el discurso de apertura que Carlos Joaquín tanto pregona. Este acto de coartar la libertad de expresión propinado hoy desde el SQCS es una muestra de ello.


Los abucheos contra Carlos Joaquín -legítimos o no- permanecen ahí pese a la censura de su gobierno. La transmisión del mismo evento realizada por el gobierno de la República de Andrés Manuel López Obrador a través de Youtube está disponible y sin censura, de tal forma que el lector, el quintanarroense en general, puede informarse y escuchar -incluso con mayor claridad en esta versión-, el repudio contra Carlos Joaquín.


Esta es la liga del evento de Aniversario de la Bandera en Chetumal: https://www.youtube.com/watch?v=5gBivHQf3YA&t=1092s


AMLO le responde a Carlos Joaquín


El presidente López Obrador arrancó su discurso con una especie de disculpa, una forma quizá de explicar el por qué de las vallas que impidieron a la gente acercarse a él.

“Sólo por cuestiones de orden tenemos que poner algunas vallas si no, no me dejarían caminar...hasta me podrían apachurrar, pero siempre va a haber comunicación, no va a haber divorcio”.

Aunque pese a las vallas, los quejosos -marybelistas o no-, lograron hacerse escuchar.

Y ya avanzada su intervención, el presidente entró al tema de la ascendente inseguridad que campea en Quintana Roo. Bastante moderado, López Obrador hizo una especie de reclamo velado a Carlos Joaquín, en una clara referencia a los jaloneos por la imposición del Mando Único estatal en los municipios de Quintana Roo, particularmente en Solidaridad, donde la alcaldesa Laura Beristain ha optado por no adherirse a ese modelo.

“Estamos trabajando de manera coordinada, de manera conjunta con el gobernador del estado de Quintana Roo, Carlos Joaquín González, yo sé que pueden haber diferencias, discrepancias, eso es la democracia, sólo en la dictadura hay pensamiento único, en las democracias hay diversidad, hay pluralidad, se garantiza el derecho a disentir”.
Aunque el presidente aclaró:

“Pero también les digo estamos trabajando de manera coordinada con el gobernador del estado, se ha portado a la altura y tampoco me importa que estén de acuerdo, yo, recuerden, vengo de ser opositor y mi pecho no es bodega, siempre digo lo que pienso, vamos trabajando de manera conjunta y así lo vamos a seguir haciendo porque es el tiempo de la unidad”.

Esta última aclaración de López Obrador da una idea del escenario que podría enfrentar Carlos Joaquín en el futuro inmediato. En pocas palabras, AMLO dijo que los opositores van a decir lo que piensan, y eso entre los morenistas quintanarroenses puede tomarse como la línea a seguir desde el Congreso del estado si logran la mayoría parlamentaria en las próximas elecciones de junio.

La imagen y sobre todo la popularidad de López Obrador es muy alta. No sólo es un fenómeno en México. También lo es en el mundo. Si esta popularidad del presidente no baja pronto, el sistema de partidos en México estará prácticamente destinado a desaparecer. 

El PRI es un cadáver. El PRD tiene graves problemas económicos y siempre está a punto de perder el registro. El PAN ya se desfiguró. MC ni siquiera logra juntar los mínimos candidatos. El PES existe hoy y mañana ya no. Y los nuevos partidos locales formados por el joaquinismo, Confianza y MAS, han perdido interés hasta entre quienes lo formaron ante la evidente aplanadora morenista.

Como rémoras de Morena, el Verde y el PT salvarán sus registros ante lo que parece inevitable.

Por otra parte, el grueso de los políticos quintanarroense de carrera procedentes de todos los partidos políticos ya se inscribieron en Morena y están a la espera de que el movimiento lopezobradorista se dé el lujo de escoger a aquellos que le oferten mejor, que por cierto, no serán los morenistas de base, que tampoco son muchos.

Y es que el morenismo es lo de hoy. Y los morenistas quintanarroenses se envalentonaron con la visita de López Obrador.

Si la rechifla contra Carlos Joaquín vino o no de Marybel Villegas, qué importa. La vocera oficiosa que filtra esos datos a la prensa -ciertos o no- sólo le hace un favor a la senadora, pues al público no le molesta la rechifla contra Carlos Joaquín. 

Todo aquel morenista que le reclame a Carlos Joaquín su falta de resultados estará en el ánimo del público. 

Da la impresión de que los oficiosos y operadores políticos de Carlos Joaquín y el propio gobernador, no han entendido cómo y para dónde cambió el sentido de la política a partir de la llegada de López Obrador al gobierno.

No es ocioso hacer resaltar que hoy vimos en Quintana Roo por primer vez a Andrés Manuel López Obrador como presidente de México y no como un candidato presidencial de la oposición y por ende el peso y las consecuencias de sus palabras son otras y el tratamiento de las mismas también.

Lo que Marta Silva y el SQCS hizo hoy fue censurar un evento del presidente de México, el mandatario con mayor aceptación popular de todos sus contrapartes en el mundo. Los funcionarios joaquinistas no censuraron un mitin político del opositor López Obrador. Sino más bien mocharon el discurso del presidente de los mexicanos. Así nada más.

Y la vocera oficiosa de Carlos Joaquín pretendió desvirtuar, deslegitimar una manifestación que tuvo como escenario nada más ni menos, la celebración de la Bandera encabezada por el presidente de la República, manifestación que fue respetada por el gobierno de México al permitir su reproducción y consulta, como debe ser.

A la gente, al vulgo, le place este tipo de manifestaciones y los encoleriza en cambio ver que sus gobernantes, en este caso Carlos Joaquín, se muestra como un represor de la libertad de expresión, se cerca con camionetas blindadas y guarda-espaldas y se queja del gobierno de sus antecesores en vez de dar los resultados que la gente espera desde hace dos años y que él mismo les ofreció.


Pero ahí no terminó el mal día para Carlos Joaquín


Casi al término del evento de la presentación del Plan Turístico del gobierno federal, tras la intervenciones del titular de SECTUR, Miguel Torruco y del presidente Andrés Manuel López Obrador, apareció el reclamo de la alcaldesa de Solidaridad, Laura Beristain.

El empresario Francisco Córdova subía al escenario exprofeso cuando desde su lugar en primera fila, Laura Beristain -primero sin micrófono en mano- le pidió al presidente López Obrador su intervención para frenar los que dijo ser ataques en las primeras planas de los periódicos Quequi y del Grupo Cantón. Y acusó que se pagan hasta millón y medio de pesos por esos espacios. La alcaldesa le dijo al presidente que los ataques a ella también afectan a Quintana Roo pues los consideró como mentiras. 

La alcaldesa de Playa del Carmen lanzó se queja de cara al gobernador Carlos Joaquín, a quien ella ha acusado anteriormente en otros espacios públicos con funcionarios de Morena, de negarse a recibirla para entablar un diálogo, particularmente en el tema de la inseguridad que prevalece en el municipio al igual que el resto del norte de Quintana Roo.

Esta escena que conlleva a un reclamo tácito contra el gobernador presente, no hubiera sido posible verla en un evento público antes de la llegada de López Obrador al gobierno de México.

Este también podría ser un nuevo modelo que le espera a Carlos Joaquín si el morenismo asciende a la Cámara de Diputados local. 


El escenario electoral para la renovación del Congreso local en junio


Hay una corriente de opinión que presagia malos resultados electorales para Morena en las elecciones para diputados locales. Esas voces plantean que los aspirantes morenistas llegados de otros partidos desprestigian al morenismo. Otros dicen que Morena es el nuevo PRI. Y algunos más afirman que el decepcionante desempeño de los alcaldes surgidos del lopezobradorismo castigará a Morena en las urnas. 

No obstante, los profesionales de la política en Quintana Roo huyeron de sus partidos porque ya evaluaron que en ellos no tienen oportunidades ante Morena. Esos personajes están invirtiendo dinero y capital político y su evaluación del escenario electoral no debe minimizarse.

También está claro que en esa pléyade de pre-candidatos ahora morenistas, hay personajes infiltrados del joaquinismo. A eso le apuestan los operadores políticos del gobierno estatal, de tal forma que esperan contar con aliados de Morena en el próximo Congreso. En tal caso habrá que calcular hacia dónde decanta la balanza a la hora del llamado lopezobradorista.

No hay a la vista señales de que la fuerza lopezobradorista se degrade pronto ni a medio plazo. Bueno, en realidad a largo plazo tampoco. Da la impresión de que para los gobernadores no hay de otra más emparejarse al movimiento del presidente.

López Obrador empieza sus labores desde la cinco de la mañana. A las seis ya está en su conferencia (hora de Cancún) y durante todo el día anda de aquí para allá. Fija la agenda informativa. También la agenda política. Anda en su auto compacto y se va al OXXO cada vez que puede a que la gente se tome selfies con él. Los medios hacen de cuatro a cinco notas diarias de él derivada de la rueda de prensa mañanera y un sin número más de lo que va diciendo y haciendo durante día. El fin de semana, el presidente se va a la provincia y entre evento y evento va parando en la carretera y saluda a la gente. Se baja en el camino y toma jugo de piña en un puesto carretero. O para en cualquier fonda a comer con la gente. Las azafatas odian volar con él porque dicen que la gente no les hace caso cada vez que AMLO va a bordo. Y cuando el “Peje” -apelativo que ya no se escucha- exhibe a un gobernador o personaje encumbrado en una plaza pública, eso hace las delicias del público. Al mandatario mexicano el pueblo le aplaude todas sus ocurrencias, al menos hasta ahora y contra eso definitivamente no se puede.


¿Congreso morenista?


Si eso se traslada al Congreso de Quintana Roo en una hipotética mayoría morenista, entonces las cosas se pondrán complicadas para Carlos Joaquín. Hasta ahora y con Eduardo Martínez Arcila todavía haciendo funciones de líder en la Cámara de Diputados, el gobernador ha logrado más o menos mantener la supremacía en el poder Legislativo.

No obstante, Martínez Arcila lleva el desprestigio a cuestas, tiene una demanda por 100 millones de pesos del erario del Congreso y va por la reelección por la vía plurinominal. Pero si los morenos ganan la mayoría, entonces podrán relegarlo aún si logra la reelección y el joaquinismo quedará en el desamparo del poder Legislativo.

De ganar Morena la mayoría en la Cámara de Diputados y con la demostración de hoy, esta podría ser la primera vez que el poder Legislativo logre la autonomía en Quintana Roo y se convierta en un verdadero contrapeso del Legislativo.

En ese hipotético escenario, todo el sentido y la operatividad del gobierno estatal podría ser trastocado, pues para muchas acciones y reformas del gobierno estatal, el gobernador Carlos Joaquín ya no tendría el apoyo incondicional de un Congreso que hoy le sirve a modo.

Las elecciones para renovar el Congreso son en junio y los quintanarroenses tienen la decisión en sus manos. 

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