Otro despropósito de AMLO: La “utilidad razonable”, digno de un inquisidor de la Edad Media, dice Reforma


México.- El diario Reforma advierte en su columna “Templo Mayor” de este domingo, que el nuevo “concepto” de la 4T, llamado “utilidad razonable”, y estrenado por el presidente Andrés Manuel López Obrador ante empresarios de Monterrey, atenta contra el sistema económico de libre empresa, éste el único que garantiza beneficios justos para empresarios y también mejorías para los trabajadores y consumidores.

Por su trascendencia informativa, reproducimos los párrafos relativos a este tema: VAYAN anotando en el libro de “conceptos” de la 4T la “utilidad razonable”, otro despropósito de Andrés Manuel López Obrador, quien ayer pidió que las empresas reduzcan sus ganancias.

SI BIEN el Presidente ya interviene en los mercados de combustibles y electricidad con el regreso de los monopolios energéticos, y en los agropecuarios tras revivir los precios de garantía, no le había pedido directamente a las empresarios recortar sus márgenes de utilidad. 

EN VEZ de aprovechar su visita a Monterrey, corazón industrial de México, para anunciar acciones para destrabar el atorón económico en el que él mismo metió al país, se puso a recetar un catequismo digno de un inquisidor de la Edad Media. 


PORQUE el discurso para regular a la economía bajo criterios moralinos ha sido descartado desde hace muuucho tiempo por especialistas y hasta por la Iglesia Católica, y todos han coincidido en que lo único que garantiza beneficios justos para empresarios y también mejorías para los trabajadores y consumidores, es la libre competencia. 


UNA CONDICIÓN a la que el Presidente se niega a someter a sus elefantes reumáticos llamados Pemex y CFE que, pese a que como buenos *monopolios cobran lo que quieren, no tienen una “utilidad razonable”, sino enormes pérdidas por su ineficiente manejo*.


NADIE puede estar en contra de empresarios comprometidos con su comunidad, pero eso no se llama “utilidad razonable”, sino “responsabilidad social”, de la que Heineken México y Cemex bien le pudieron dar clases al mandatario cuando las visitó ayer.


CON ESTA “confusión” de conceptos, no es sorpresa que la economía mexicana no haya crecido nada en el 2019 y que este año y el que viene pinten igual… o peor. ¡Gulp!
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