Otoniel incompetente: Alcalde continuará contaminando con tiradero de basura a cielo abierto de Chetumal

Chetumal.- Ante la falta de voluntad, capacidad económica y la incertidumbre de un nuevo terrenos para depositar los residuos sólidos que se generan en la ciudad de Chetumal y comunidades aledañas, el gobierno municipal a cargo de Otoniel Segovia Martínez no podrá cumplir con el saneamiento del actual tiradero a cielo abierto, lo cual provocará que continúe la contaminación ambiental en esta zona.

Tras las recomendaciones emitidas por la Procuraduría de Protección al Ambiente (PPA) por el mal manejo de la basura y las serias deficiencias que existen en el actual basurero municipal, la actual administración se ha visto forzada a iniciar con el proceso de lo que será su clausura definitiva, aunque el cierre total de las 18 hectáreas que lo conforman no será concretado en la actual administración municipal.

La directora de Ecología y Medio Ambiente del Ayuntamiento de Othón P. Blanco, Alondra Martínez Flores, recordó que la PPA les solicitó realizar 29 acciones para la atención del lugar y evitar un mayor daño, ya que en varios años atrás el sitio de disposición final de la basura no había sido saneado y por lo cual dijo han comenzado a clausurar las primeras celdas de este tiradero a cielo abierto.

“Ahorita lo que se está haciendo por parte del ayuntamiento de Othón P. Blanco es el inicio de la clausura de algunas celdas que tenemos ahí en el relleno sanitario, hay cerca de media hectárea que esta rellenada y compactada con material de banco. El proceso es primero la compactación es clausurar compactar y posteriormente reforestar con algunas especies de rápido crecimiento para ir recuperando la vegetación del sitio que se había estado perdiendo”.

Destacó que lo que se pretende es clausurar la mayor cantidad posible del terreno y sanearlo, aunque reconoció que debido al poco tiempo d la actual administración y al ser cerca de  18 hectáreas que conforman el relleno sanitario será un tema muy complicado, sobre todo por las limitaciones económicas y la certeza de un nuevo sitio de disposición final para la colocación de los residuos sólidos de la población.