Jiménez Pons de Fonatur reconoce colapso en Línea 12 del Metro una "advertencia oportuna" para desarrollo del Tren Maya


Dos de las compañías que participaron en la construcción de esa línea del Metro, incursionan en la edificación de dos de los siete tramos del Tren

Temozón.- El desplome de un tramo de la Línea 12 del Metro de la Ciudad de México, es "una advertencia oportuna" para redoblar la supervisión de las obras del megaproyecto Tren Maya, aseguró el director general del Fonatur, Rogelio Jiménez Pons.

"Es una advertencia oportuna. En el tramo que sea, tenemos que redoblar la supervisión. Tenemos que cuidar todo el proceso", dijo hoy, al ser cuestionado por EL UNIVERSAL sobre la preocupación que ha despertado en Quintana Roo, la tragedia de la llamada Línea Dorada, por tres aspectos específicos.


Ocurre que dos de las compañías que participaron en la construcción de la Línea 12, incursionan actualmente en la edificación de dos de los siete tramos del Tren Maya: Carso Infraestructura y Construcción (CICSA), en el Tramo 2, de Escarcega a Calkiní, en Yucatán e Ingenieros Civiles y Asociados (ICA), en el tramo 4, de Izamal, Yucatán a Cancún, Quintana Roo.


Al respecto, manifestó que, independientemente de que 1 o 2 de las contratistas para las obras del Tren, "estén envueltas en un problema", lo sucedido es "una llamada de atención", incluso para toda obra de infraestructura, no solo para el megaproyecto.


La segunda situación son los atrasos de la obra debido a: La pandemia, los juicios promovidos por organizaciones y comunidad indígena, fenómenos hidrometeorológicos, el aumento de costos, el hallazgo de miles de vestigios arqueológicos, la reubicación de asentamientos humanos en la ruta y el surgimiento de nuevos desafíos, frente a la premura por terminar en el plazo fijado.


"Debemos terminar en diciembre de 2023, a toda costa”, indicó, y al plantearle que la misma prisa por concluir la Línea 12 en tiempos políticos y no técnicos, provocó fallas que se tradujeron en una tragedia, sostuvo que no pueden modificar la fecha de entrega. "Tenemos que morirnos en la raya", expresó.


Explicó que respecto a los 5 mil 300 hallazgos arqueológicos en el Tramo 3, de Kankinil a Izamal, "los contratistas están que se jalan los pelos", pero están obligados a respetar y preservar esos vestigios.


En torno a la reubicación de dos mil 300 invasiones en los derechos de vía del mismo Tramo 3 o los existentes en Campeche, garantizó que deben ser reubicados o dotados de una oferta "muy atractiva", a fin de solucionar la situación, son lastimar derechos adquiridos.


El tercer factor de preocupación lo ocupa especialmente el tramo de 64 kilómetros que va de Cancún a Playa del Carmen, que será elevado, cual "segundo piso", sobre un suelo karstico - altamente poroso y cavernoso- susceptible a desplomarse.


En ese punto, respondió que, incluso antes de la tragedia de la Línea 12, en el proyecto Tren Maya participan - desde hace dos años- compañías altamente especializadas, de experiencia internacional, con más de mil 500 técnicos de al menos 10 países.


Remarcó que el Fonatur y el gobierno federal están conscientes de que movilizar a personas a alta velocidad es un asunto de "responsabilidad y vidas humanas", por lo cual están involucrando "a lo mejor del planeta", pero que si aún así no fuera suficiente, redoblarán precauciones y supervisiones.


Expuso que la industria ferroviaria exige un rigor poco igualable, pues todo debe estar perfectamente armado y sincronizado y, al referirse a las características especiales del suelo de la Península de Yucatán, reiteró que se han hecho estudios, que hay otros en proceso y que "no debe haber accidentes".


Recordó que para el Tramo que va de Cancún a Tulum, la carretera debía sufrir modificaciones para que el ferrocarril híbrido se desplazara en medio, lo que provocaría dos años de afectaciones para habitantes, proveedores y turistas.

Esto les obligó a decidir que el Tren fuese elevado, lo cual a su vez disparó costos, aunque no precisó cuánto.


Luego, precisamente la naturaleza karstica del suelo generó el desplome de una porción de la carretera en dos puntos de Cancún a Playa del Carmen y de ahí a Tulum, que están deben ser reparados y las obras, concluidas en diciembre de este año.


Si bien el Tren será elevado, advirtió que habrá molestias, como ocurrió en el pasado en la Ciudad de México con el Segundo Piso en la fase que se enlazó con la carretera hacia Cuernavaca, Morelos.


Jiménez Pons estuvo hoy en esta localidad yucateca para la firma del convenio de colaboración con las 24 organizaciones de Campeche, Quintana Roo y Yucatán, que integran la Alianza Peninsular de Turismo Comunitario (APTC), el Fonatur y el Instituto Nacional de Economía Social (INAES).


La firma fue atestiguada por representantes del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUD) y de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), que respaldaron la decisión y ofrecieron acompañamiento y asesoría.


Fuente: El Universal

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