El más reciente reporte de ocupación de los Hoteleros cancunenses está prendiendo las alarmas en el sector, pues marca apenas un 66.5 por ciento de ocupación en Cancún, aún cuando todavía estamos en la temporada de Verano, la ocupación más baja en un agosto desde hace muchos años (excepto por pandemia). Esta baja ocupación hace recordar a los propios hoteleros las épocas del Septihambre, a casi seis años desde la desaparición del Consejo de Promoción Turística de México.
El reporte de los hoteleros está causando resquemor entre las autoridades del Turismo, al menos entre las pocas que quedan, pues como se recordará, el actual Gobierno de la República canceló la promoción y el impulso al turismo, y al mismo tiempo, debilitó las instituciones ligadas a este sector, empezando por la Secretaría de Turismo, cuya central nunca fue trasladada a Chetumal —como AMLO lo prometió hace seis años— y que hoy es un organismo sin fondos suficientes para cumplir con las funciones que ejerció en el pasado.
En julio pasado el Aeropuerto Internacional de Cancún registró una caída de viajeros internacionales del 13.8 por ciento en comparación a ese mismo periodo del 2023. Hace dos décadas, el mercado norteamericano era superior al 70 por ciento, hoy ronda apenas el 38.5 por ciento. En este 2024, los norteamericanos viajaron más a Europa que a México y al Caribe en los últimos 4 meses, aún cuando el peso estuvo barato, en comparación al Euro, que cuesta más que un dólar de USA. Los crímenes de alto impacto en zonas turísticas que trascienden en la prensa internacional, la actividad delictiva como extorsiones y derecho de piso que pega a los empresarios, el ascenso de impuestos al turismo, la escasa promoción de los destinos, en comparación a las exitosas campañas del pasado financiadas por los organismos creados ad hoc, son factores que han afectado a la industria del turismo.
En el sector, una “temporada baja” se considera cuando la ocupación hotelera en el destino está entre los rangos del 70 al 80 por ciento. Por eso en estos pocos días antes de que termine la temporada vacacional de Verano, los hoteleros ya empiezan a cuestionarse si, ¿acaso esta raquítica ocupación del 66.5 por ciento es un presagio del regreso de lo que conocimos en el pasado como el Septihambre?
Por: Esmaragdo Camaz
El más reciente reporte de ocupación de los Hoteleros cancunenses está prendiendo las alarmas en el sector, pues marca apenas un 66.5 por ciento de ocupación en Cancún, aún cuando todavía estamos en la temporada de Verano, la ocupación más baja en un agosto desde hace muchos años (excepto por pandemia). Esta baja ocupación hace recordar a los propios hoteleros las épocas del Septihambre, a casi seis años desde la desaparición del Consejo de Promoción Turística de México.
El reporte de los hoteleros está causando resquemor entre las autoridades del Turismo, al menos entre las pocas que quedan, pues como se recordará, el actual Gobierno de la República canceló la promoción y el impulso al turismo, y al mismo tiempo, debilitó las instituciones ligadas a este sector, empezando por la Secretaría de Turismo, cuya central nunca fue trasladada a Chetumal —como AMLO lo prometió hace seis años— y que hoy es un organismo sin fondos suficientes para cumplir con las funciones que ejerció en el pasado.
En julio pasado el Aeropuerto Internacional de Cancún registró una caída de viajeros internacionales del 13.8 por ciento en comparación a ese mismo periodo del 2023. Hace dos décadas, el mercado norteamericano era superior al 70 por ciento, hoy ronda apenas el 38.5 por ciento. En este 2024, los norteamericanos viajaron más a Europa que a México y al Caribe en los últimos 4 meses, aún cuando el peso estuvo barato, en comparación al Euro, que cuesta más que un dólar de USA. Los crímenes de alto impacto en zonas turísticas que trascienden en la prensa internacional, la actividad delictiva como extorsiones y derecho de piso que pega a los empresarios, el ascenso de impuestos al turismo, la escasa promoción de los destinos, en comparación a las exitosas campañas del pasado financiadas por los organismos creados ad hoc, son factores que han afectado a la industria del turismo.
En el sector, una “temporada baja” se considera cuando la ocupación hotelera en el destino está entre los rangos del 70 al 80 por ciento. Por eso en estos pocos días antes de que termine la temporada vacacional de Verano, los hoteleros ya empiezan a cuestionarse si, ¿acaso esta raquítica ocupación del 66.5 por ciento es un presagio del regreso de lo que conocimos en el pasado como el Septihambre?
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