¡A sudar por el queso! La locura del queso de bola que tiene a Chetumal patas arriba
En Chetumal, la gente está haciendo cola como si fueran a repartir boletos para ver a Bad Bunny, pero no, lo que buscan es un pedazo de ese oro amarillo
Chetumal.- ¡Qué escena, amigos! Imagínense una fila más larga que la de las tortillas en domingo, pero esta vez no es por tacos, sino por… ¡un queso de bola! Sí, así como lo oyen. En Chetumal, la gente está haciendo cola como si fueran a repartir boletos para ver a Bad Bunny, pero no, lo que buscan es un pedazo de ese oro amarillo, el famoso queso de bola Edam de la marca "El Gallo Azul". Y no es para menos, porque este queso es tan yucateco como el cochinita pibil, aunque, ironías de la vida, venga directo de Holanda.
La locura se desató frente a Baorudi, una distribuidora en Calzada Veracruz No. 281, donde una multitud se amontonó con cara de "si no alcanzo, me va a dar algo". Y es que este queso no es cualquier cosa, es EL ingrediente estrella de la península de Yucatán. Lo mismo te lo encuentras en un queso relleno que en una marquesita, e incluso hay quien se avienta a hacer helado con él. Pero aquí viene el drama, hay desabasto, y cada pieza de 1.5 kg cuesta 340 pesos, con un letrero invisible que dice "una por cabeza, no seas gandalla".
¿Por qué tanto relajo? Bueno, el queso de bola es más que comida en estas tierras; es tradición, es historia. Dicen que llegó a Yucatán en la época del Porfiriato, cuando los holandeses venían por henequén y dejaban quesos a cambio, como quien dice "toma tu trueque y no llores". Desde entonces, se volvió un clásico, pero ahora, con las cadenas de suministro más enredadas que un chisme de vecindad, conseguirlo es como ganarse la lotería.
Y mientras unos ya están planeando su cena con ese "Gallo Azul" que tanto cacarean, otros se quedan con las manos vacías y el antojo a todo lo que da. Esto no solo es una locura quesera, también nos hace pensar: ¿qué pasa con el acceso a alimentos tradicionales? ¿Es justo que algo tan querido sea tan difícil de conseguir? Así que, si estás en Chetumal y quieres tu queso de bola, ponte las pilas… ¡y lleva sombrilla, porque la fila no tiene fin!