Activistas de Greenpeace vuelcan material pétreo en SEMARNAT en Cancún en protesta por sascaberas en la Selva Maya
La acción, enmarcada en la campaña "México al grito de Selva", busca denunciar la devastación causada por tres décadas de actividad.
Por: Esmaragdo Camaz
Cancún.— Esta mañana, activistas de Greenpeace México llevaron a cabo una protesta frente a la delegación de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) en Cancún. Con pancartas y un camión cargado de piedras, los manifestantes volcaron material pétreo como símbolo de su oposición a las autorizaciones para explotar "sascaberas" en la Selva Maya.
La acción, enmarcada en la campaña "México al grito de Selva", busca denunciar la devastación causada por tres décadas de actividad, destacando el caso de Calizas Industriales del Carmen (Calica), filial de Vulcan Materials Company, cuya operación en Playa del Carmen fue declarada Área Natural Protegida en 2024 tras años de destrucción. "Haciendo alusión a la empresa Calica, responsable de tres décadas de devastación, la organización demanda cancelar las autorizaciones de impacto ambiental otorgadas por SEMARNAT a CEMEX y otras empresas para extraer material pétreo en la región", reza el comunicado de los activistas.
Desde lo alto del edificio, escalado por los manifestantes, se desplegó una manta con el mensaje: "SEMARNAT: ¡No más Calicas en la Selva Maya!", mientras en el suelo se leían carteles que preguntaban "¿CEMEX el nuevo Calica?" y exigían "¡Queremos jaguares, no extractivismo!". La protesta también resaltó la reciente autorización a CEMEX para deforestar y dinamitar cerca de 650 hectáreas de selva virgen cerca de Tulum, afectando a comunidades mayas y recursos hídricos.
Carlos Samayoa, coordinador de la campaña, advirtió: "Este modelo continúa expandiéndose por la península de Yucatán, actualmente, con permisos otorgados a otras empresas como Cemex y a la SEDENA". Los activistas denunciaron que las sascaberas han devastado cerca de 10 mil hectáreas de selva, impulsadas por el crecimiento inmobiliario y megaproyectos como el Tren Maya, exigiendo una inmediata intervención para proteger el ecosistema.




