¡Alerta en Chetumal: Trabajadores de la UAEQROO paralizan por abusos y promesas rotas!
La llegada de "Ingrid Pamela" parece haber exacerbado el problema, con trabajadores acusando malos tratos y una falta de diálogo
Chetumal.- En un nuevo capítulo de tensiones laborales, los trabajadores de la Universidad Autónoma de Quintana Roo (UAEQROO) en Chetumal paralizaron actividades este 1 de mayo de 2025, exigiendo el cumplimiento de sus prestaciones legales. La protesta, liderada por personal de limpieza contratado por la empresa "Ingrid Pamela", destapa un conflicto que pone en jaque la gestión universitaria y las condiciones de los empleados.
Los afectados denuncian incumplimientos graves: contratos ignorados, recortes salariales injustificados y amenazas veladas por parte de la nueva contratista. Según sus testimonios, el salario quincenal, que debería ser de 4,200 pesos (equivalente a unos 8,400 pesos mensuales), ha sido reducido drásticamente, mientras que el acceso a servicios médicos del IMSS sigue bloqueado. Este no es un caso aislado; profesores y otros empleados también han alzado la voz, marchando recientemente para exigir justicia.
El contexto es preocupante. La UAEQROO, una institución clave en la región, depende en gran medida de personal subcontratado, una práctica que históricamente ha generado disputas. La llegada de "Ingrid Pamela" parece haber exacerbado el problema, con trabajadores acusando malos tratos y una falta de diálogo. Aunque la empresa prometió resolver las demandas en una reunión el pasado martes, las soluciones brillan por su ausencia, dejando a decenas en la incertidumbre.
Desde un análisis crítico, este conflicto refleja un patrón de precariedad laboral en el sector educativo público, donde las subcontratas evaden responsabilidades legales. La universidad, como ente rector, debe responder: ¿hasta cuándo tolerará estas prácticas? Mientras tanto, los empleados, con su paro, envían un mensaje claro: sin respeto, no hay paz. La pelota está en el tejado de las autoridades y la empresa. ¿Habrá voluntad real de diálogo o solo más promesas vacías?