Alerta en Quintana Roo: Gusano barrenador amenaza a perros y ganado
La plaga, que afecta principalmente al ganado, ya registra casos en caninos en Tulum y Felipe Carrillo Puerto, según la Unión Ganadera Regional
Chetumal.- En un preocupante giro de eventos, el gusano barrenador, una plaga conocida por devastar al ganado, ha cruzado una nueva frontera en Quintana Roo: los perros. Según Carlos Rodríguez, líder de la Unión Ganadera Regional, la miasis causada por esta plaga no se limita ya al sector pecuario, sino que ha alcanzado a animales domésticos, con al menos dos casos confirmados en caninos en los municipios de Tulum y Felipe Carrillo Puerto. Este hallazgo eleva la alarma sanitaria en la región, donde ya se han registrado más de 75 casos en bovinos, principalmente en Othón P. Blanco y Bacalar.
El gusano barrenador, propagado por la mosca Cochliomyia hominivorax, aprovecha heridas abiertas para depositar sus larvas, que se alimentan de tejido vivo, generando infecciones graves en animales de sangre caliente. Este comportamiento no solo pone en riesgo la salud de los animales, sino que amenaza la economía ganadera local, un pilar clave en Quintana Roo, donde la producción bovina representa una fuente significativa de ingresos para miles de familias. La detección en perros, además, plantea un nuevo desafío: la posible transmisión en entornos domésticos, donde la vigilancia sanitaria es menos estricta.
Rodríguez destacó la urgencia de actuar con rapidez. “No es solo un problema de ganado; ahora los animales de compañía están en la mira, y esto puede escalar si no se toman medidas serias”, advirtió. Las autoridades veterinarias han intensificado la vigilancia en la entidad, promoviendo campañas de inspección y tratamiento de heridas en animales para frenar la propagación. Sin embargo, la falta de recursos y la dispersión geográfica de las comunidades afectadas complican las labores de contención.
El contexto de Quintana Roo, con su clima cálido y húmedo, favorece la proliferación de la mosca, especialmente en zonas rurales donde las heridas en animales suelen pasar desapercibidas. A esto se suma la precariedad de algunos servicios veterinarios en municipios como Felipe Carrillo Puerto, donde la infraestructura sanitaria es limitada. La Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) señala que el gusano barrenador puede generar pérdidas económicas significativas si no se controla, como ocurrió en brotes previos en Centroamérica, donde los costos de tratamiento y erradicación ascendieron a millones de dólares.
La Unión Ganadera ha hecho un llamado a los dueños de mascotas y productores para que revisen constantemente a sus animales y reporten cualquier signo de infección. La detección temprana es crucial, ya que las larvas pueden causar daños irreversibles en pocos días. Este brote pone a prueba la capacidad de respuesta de las autoridades y la conciencia ciudadana en un estado donde la convivencia entre humanos, mascotas y ganado es cotidiana. Sin una acción coordinada, el gusano barrenador podría convertirse en una amenaza aún mayor, no solo para la economía, sino para el bienestar de las comunidades.


