Ana Paty Peralta acusa que la corrupción de sus funcionarios es culpa de los cancunenses: "La ciudadanía quiere sacar ventaja por no pagar lo que corresponde y tratan de hacer sus negociaciones"
En el marco de la entrega de credenciales a inspectores de comercio en la vía pública, como parte de la "Cruzada Cero Corrupción" la presidenta municipal lanzó una acusación controversial.
Por: Esmaragdo Camaz
Cancún.— En el marco de la entrega de credenciales a inspectores de comercio en la vía pública, como parte de la "Cruzada Cero Corrupción", la presidenta municipal de Benito Juárez, Ana Paty Peralta, lanzó —en entrevista— una declaración que genera controversia: la ciudadanía, según sus palabras, comparte la responsabilidad de los actos corruptos al ofrecer dádivas a los funcionarios para evitar pagar impuestos o multas. “La ciudadanía tiene que apoyarnos a denunciar, a no por sacar ventaja, porque también pasa, quieren sacar a alguien ventaja porque no quieren pagar lo que corresponde, entonces tratan de hacer esas negociaciones”, afirmó Peralta, sugiriendo que los cancunenses contribuyen activamente a perpetuar la corrupción. Aunque la alcaldesa presentó medidas como gafetes con códigos QR y sanciones a 192 funcionarios desde 2022, su énfasis en la culpa ciudadana opaca el esfuerzo de su administración por limpiar las instituciones.
El evento, realizado para fortalecer la transparencia en las áreas de inspección, supervisión y vigilancia, busca destacar herramientas como los códigos QR que permiten denuncias anónimas y directas a la Contraloría. “Este mecanismo lo que busca es que la denuncia sea accesible, sea muy fácil de llenar, sea anónima si lo quieren realizar así, pero que sea directo al área de investigación”, explicó Peralta. Sin embargo, el mensaje central de su discurso giró en torno a la necesidad de un “esfuerzo conjunto” entre gobierno y ciudadanía, con un tono que pareció más acusatorio que conciliador. “Necesitamos aquí ser impecables y hacer un esfuerzo conjunto entre el gobierno y la ciudadanía y por eso es esta cruzada cero corrupción que tiene que ver con este trabajo en equipo”, insistió, pero su señalamiento de que los ciudadanos buscan “sacar ventaja” dejó entrever una narrativa que responsabiliza a la población tanto como a los funcionarios.
Peralta no escatimó en reconocer los problemas heredados de administraciones pasadas, como desarrollos inmobiliarios mal recibidos y asentamientos irregulares que, según ella, han dañado a Cancún por décadas. Sin embargo, su llamado a la ciudadanía para que asuma un rol activo en la lucha contra la corrupción vino acompañado de una crítica implícita a las prácticas de los propios cancunenses. Esta postura resulta particularmente delicada en un contexto donde la percepción de las instituciones públicas, especialmente en áreas como Tránsito, está profundamente deteriorada. “Se van manchando las instituciones y es muy complicado limpiar las instituciones también en la percepción”, admitió la presidenta, pero su comentario no abordó cómo la falta de confianza en las autoridades podría empujar a los ciudadanos a recurrir a negociaciones informales.
La estrategia de la alcaldesa incluye medidas concretas, como la obligatoriedad de gafetes para servidores públicos y la migración a pagos electrónicos para reducir el manejo de efectivo, un terreno fértil para la corrupción. Además, reportó que desde 2022 se han sancionado a 192 funcionarios por faltas administrativas. “Quejas desde el 2022, funcionarios sancionados, 192 funcionarios sancionados desde el 2022”, señaló, aunque no especificó si estas sanciones han resultado en multas, inhabilitaciones o procesos penales. Este dato, aunque relevante, pierde fuerza ante la falta de detalles sobre su impacto real y la aparente intención de Peralta de compartir la responsabilidad con la ciudadanía.
Otro punto destacado fue el rol de los medios de comunicación, a quienes la presidenta instó a difundir las medidas y promover las denuncias. “Ustedes como medios de comunicación también pedirles el apoyo, cualquier tipo de denuncia, cualquier tipo de que nos den a conocer la información para que sepan sobre todo las y los cancunenses que es obligatorio el uso del gafete así como también hay consecuencias”, dijo. Sin embargo, este llamado podría interpretarse como un intento de desviar la atención de las fallas internas del gobierno hacia una narrativa de responsabilidad colectiva, donde los ciudadanos y los medios también deben “hacer su parte”.
El enfoque en los servidores públicos con contacto directo con la ciudadanía, como los inspectores de comercio y los elementos de Tránsito, es un reconocimiento tácito de que estas áreas son las más vulnerables a la corrupción. “Esta estrategia va muy enfocada en los servidores públicos que tienen ese contacto directo con la ciudadanía”, afirmó Peralta. No obstante, su insistencia en la complicidad ciudadana plantea interrogantes sobre la efectividad de culpar a la población en lugar de abordar las condiciones estructurales que fomentan estas prácticas, como la opacidad en los procesos administrativos o la falta de salarios competitivos para los funcionarios.
Críticamente, la postura de Peralta podría tener consecuencias no deseadas. Al insinuar que los ciudadanos son parte del problema, corre el riesgo de desincentivar las denuncias, especialmente si la población percibe que el gobierno no asume plenamente su responsabilidad. La corrupción en Cancún, como la presidenta misma reconoció, ha sido un “dolor de cabeza” de muchos años, pero señalar a los ciudadanos como cómplices podría minar la confianza en iniciativas como la "Cruzada Cero Corrupción". Además, la falta de información clara sobre las sanciones aplicadas a los 192 funcionarios sancionados desde 2022 refuerza la percepción de que las medidas son más discursivas que efectivas.
En un destino turístico como Cancún, donde la imagen de la ciudad es crucial, la lucha contra la corrupción requiere un enfoque más equilibrado que no traslade la culpa a la ciudadanía sin antes garantizar instituciones sólidas y procesos transparentes. Como dijo Peralta, “no es un tema de la imagen del gobierno municipal, es de la institución que tiene un papel fundamental en nuestra ciudad”. Sin embargo, para que esta cruzada sea creíble, la administración deberá demostrar con hechos que está limpiando la casa desde adentro, en lugar de señalar con el dedo a los cancunenses que, en muchos casos, enfrentan un sistema que los empuja a buscar soluciones informales.