Brota socavón en Calle 40 de Playa del Carmen, a unos metros del polémico desarrollo "Zonna" que tiene a Estefanía Mercado en el centro de la controversia
En el centro de la controversia está la presidenta municipal, Estefanía Mercado, quien el pasado 15 de abril negó haber autorizado la construcción del proyecto Zonna o cualquier privatización de Playa
Por: Esmaragdo Camaz
Playa del Carmen.— Un socavón de unos 10 metros de largo, en la intersección de la Calle 40 con Flamingos, a una cuadra de la playa y a solo dos de la icónica Playa Mamitas, ha puesto en alerta a los habitantes de Playa del Carmen. Las imágenes son claras: una excavadora trabaja entre rocas y agua estancada, en un intento por estabilizar una vía colapsada por el flujo de un río subterráneo. Mientras las autoridades acordonan la zona, a escasos 200 metros, el polémico proyecto Zonna Beachfront Residences avanza en medio de secretismo, denuncias de ecocidio y sospechas de corrupción que involucran a la propia presidenta municipal morenista, Estefanía Mercado, a quien señalan de falsear información. La pregunta entre los playenses es inevitable: ¿cómo se puede aprobar un mega complejo residencial en un terreno tan frágil, cuando un socavón a pocos pasos advierte del peligro?
Un socavón que habla de la fragilidad del suelo
El socavón en la Calle 40 no es un evento aislado. Playa del Carmen se asienta sobre un suelo cárstico, caracterizado por cavernas, cenotes y ríos subterráneos que, al disolver la roca caliza, generan colapsos como el que hoy interrumpe el tránsito en esta vía turística. La cercanía a la playa —visible al fondo de las imágenes— agrava la situación, ya que la intrusión salina y las mareas debilitan aún más el terreno. Este fenómeno, aunque natural, se ve exacerbado por la urbanización desmedida y la falta de estudios geofísicos adecuados, una constante en la región que expertos han denunciado durante años.
A solo dos cuadras, en la Calle 38, se encuentra el terreno donde opera el Mamitas Beach Club, un lugar emblemático que pronto podría desaparecer para dar paso al proyecto Zonna: un desarrollo de lujo que promete 172 departamentos, 15 villas, un hotel con 70 suites y espacios comerciales, todo sobre 23,114 m² con 200 metros de frente a la playa. Pero la proximidad del socavón no es solo una coincidencia geográfica; es una advertencia que parece ser ignorada por quienes impulsan este proyecto.
Zonna: Un proyecto envuelto en controversia
El proyecto Zonna Beachfront Residences ha desatado una ola de indignación entre los habitantes de Playa del Carmen. Ciudadanos y grupos ambientalistas lo califican como un ecocidio, argumentando que la construcción de un complejo de esta magnitud, a pocos metros de la orilla del mar, devastará el ecosistema costero. Manglares, dunas y sistemas subterráneos de agua —esenciales para la estabilidad del suelo y la biodiversidad— están en riesgo, en una zona que ya ha perdido miles de hectáreas de manglar en las últimas décadas debido a la urbanización descontrolada.
A esto se suma la preocupación por la privatización de Playa Mamitas, una de las playas más queridas y concurridas de la ciudad. Residentes temen que el acceso público quede restringido, una práctica que, aunque ilegal, ha sido común en la región.
Sospechas de corrupción y contradicciones oficiales
En el centro de la controversia está la presidenta municipal, Estefanía Mercado, quien el pasado 15 de abril negó haber autorizado la construcción del proyecto Zonna o cualquier privatización de Playa Mamitas. “No permitiremos que un solo centímetro de nuestras playas sea privatizado”, afirmó en un comunicado oficial. Sin embargo, estas palabras contrastan con la realidad: Zonna ya está en preventa en varias páginas de internet, con precios que oscilan entre 488 mil y 1.22 millones de dólares por unidad, lo que sugiere que los desarrolladores tienen la certeza de que el proyecto avanzará.
El regidor del Cabildo, José Luis Toledo, fue más allá y desmintió directamente a la alcaldesa, acusándola de mentir. Según Toledo, los permisos de construcción ya fueron otorgados, y las negativas de Mercado son un intento de ocultar la verdad. Durante una sesión de Cabildo, el regidor José Luis Toledo expresó:
“Ayer la presidenta municipal Estefanía Mercado aprobó en lo oscurito hacer más edificios y cuartos en playa Mamitas y Xcalacoco. Sobredensificar no es desarrollo, es ecocidio: se pone en riesgo la anidación de la tortuga carey y blanca. Se perderán importantes áreas de manglar, esenciales para el equilibrio ambiental, además que se priorizan negocios inmobiliarios sobre la calidad de vida y el medio ambiente. ¡Voté en contra para evitar que destruyan nuestras playas por ambición!”
El socavón como advertencia: ¿Qué sigue?
El socavón en la Calle 40 debería ser una señal de alerta para las autoridades y los desarrolladores. Construir un complejo masivo como Zonna, que implica miles de toneladas de cemento y la alteración del terreno, en una zona donde el suelo ya ha colapsado, es una apuesta peligrosa. La presión adicional del peso, la remoción de vegetación estabilizadora como los manglares y la interrupción del flujo natural del agua subterránea podrían desencadenar más hundimientos, poniendo en riesgo no solo el proyecto, sino también las áreas circundantes, incluyendo la playa y las propiedades vecinas.
Organizaciones como el Círculo Espeleológico del Mayab han insistido en que proyectos en estas condiciones requieren estudios geofísicos exhaustivos y una Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) pública, algo que, hasta ahora, no se ha presentado para Zonna. La historia de Playa del Carmen está llena de ejemplos de desarrollos que ignoraron estas advertencias, como el caso de Costa Turquesa en 2006, donde la tala de manglares y el rellenado de humedales causaron daños irreparables al ecosistema.
Una ciudad en vilo
La ciudadanía de Playa del Carmen no se ha quedado de brazos cruzados. En redes sociales, usuarios han expresado su frustración, exigiendo claridad y acciones concretas para proteger su patrimonio natural. La pregunta es si las autoridades y los desarrolladores escucharán el mensaje de la naturaleza, o si, una vez más, los intereses económicos prevalecerán sobre la sostenibilidad y el bienestar de una ciudad que ya carga con las cicatrices de un crecimiento desmedido.
Por ahora, los habitantes de Playa del Carmen esperan respuestas, pero también acciones. Porque un socavón no es solo un hoyo en la tierra; es un grito de la naturaleza que no puede ser ignorado.