Cancún al Borde: La Promesa Vacía de Ana Paty Peralta ante la Crisis de la Indigencia
Ana Paty Peralta, presume en foros internacionales y redes sociales un Cancún de “bienestar” y “transformación”, la realidad en las calles del centro de la ciudad cuenta una historia muy diferente
Por: C.C.Mayo
Cancún.- Mientras Ana Paty Peralta, presidenta municipal de Benito Juárez, presume en foros internacionales y redes sociales un Cancún de “bienestar” y “transformación”, la realidad en las calles del centro de la ciudad cuenta una historia muy diferente. El andador Claveles, a un paso del Parque de las Palapas, se ha convertido en un símbolo de abandono: un grupo de al menos cinco personas en situación de calle lo usa como dormitorio, baño y basurero, generando un foco de infección que ahuyenta a clientes y desespera a comerciantes. Esta escena no es un accidente, sino el resultado de una gestión municipal que prioriza la imagen turística sobre las necesidades humanas y que ha fracasado estrepitosamente en abordar la creciente indigencia en el corazón de Cancún.
Un discurso de transformación que no llega a las calles
Ana Paty Peralta no escatima en promesas. En su toma de protesta en septiembre de 2024, aseguró que su administración cerraría las brechas entre la “prosperidad” y la “marginación” para construir una “Ciudad del Bienestar”. En octubre de ese mismo año, afirmó que Cancún estaba “eliminando la pobreza” con programas como la entrega de 122 mil pares de tenis escolares, presentados como “pasos para la transformación”. Sin embargo, estas iniciativas, aunque bien intencionadas, son superficiales frente a la magnitud de la crisis social que enfrenta la ciudad. Según el INEGI, en 2020, más de 47,000 personas en Quintana Roo vivían en pobreza extrema, y estimaciones de organizaciones locales sugieren que al menos 500 personas están en situación de calle en Cancún. La falta de un censo actualizado refleja la desidia de un gobierno que parece más interesado en eventos deportivos y ferias internacionales que en contar a sus ciudadanos más vulnerables.
La presidenta municipal ha invertido millones en infraestructura y promoción turística—como los 1,500 millones de pesos en obra pública o la instalación de letras de “Cancún” en la Gran Vía de Madrid durante la FITUR 2025—mientras el andador Claveles y otras zonas del centro se deterioran bajo el peso de la indiferencia. Sus caminatas de “Caminemos Seguras” y supervisiones de limpieza de sargazo en playas son actos de relaciones públicas que no abordan los problemas estructurales de la ciudad. En marzo de 2025, Peralta encabezó un evento para conmemorar a Benito Juárez, hablando de “justicia y equidad”, pero ¿qué justicia hay para quienes duermen en la calle a pocos metros del Palacio Municipal?
Una gestión reactiva y sin visión
El programa municipal de atención a personas en situación de calle, anunciado en 2023, se ha limitado a rondines policiales y traslados a albergues temporales, medidas que los activistas califican de insuficientes y, en muchos casos, violatorias de derechos humanos. La ausencia de albergues permanentes, programas de reinserción laboral o atención psicológica evidencia una falta de compromiso real con la población más vulnerable. En lugar de soluciones integrales, Peralta opta por acciones cosméticas: descacharrizaciones, torneos de fútbol playero o la entrega de tarjetones para personas con movilidad reducida. Estas iniciativas, aunque útiles en su ámbito, no tocan el núcleo de la crisis de indigencia que afecta a Cancún.
Los comerciantes del andador Claveles, desesperados por la suciedad y el impacto en sus negocios, han denunciado la inacción municipal. “No queremos que los escondan, queremos soluciones reales”, dice Karla, de una ONG local. Pero las respuestas de Peralta han sido evasivas. En abril de 2025, mientras supervisaba la limpieza en la Supermanzana 77, prometió “colonias limpias e higiénicas”, pero no mencionó planes concretos para atender a las personas en situación de calle. Su Plan Municipal de Desarrollo 2024-2027, entregado a la gobernadora Mara Lezama, prioriza la urbanización de colonias como Riviera 1 y 2, pero omite estrategias específicas para la indigencia.
Una líder desconectada de la realidad
La aprobación de Peralta, según El Economista en abril de 2025, es de 55.5%, una cifra que la coloca entre los mejores alcaldes del país, pero que no alcanza el umbral de “sobresaliente” (60%), vamos que mas bien es la menos mala entre los malos, como se puede leer aqui. Este dato, que ella misma ha usado para presumir logros, refleja más bien una ciudadanía dividida, cansada de promesas vacías.
Peralta ha demostrado habilidad para el espectáculo: desde eventos culturales como la Muestra Nacional de Teatro hasta la promoción turística en la FITUR 2025. Pero estas acciones, centradas en la proyección de Cancún como “multidestino de excelencia”, ignoran a quienes no tienen dónde dormir. Su discurso de “prosperidad compartida” suena hueco cuando el centro de la ciudad, a pasos de los hoteles de lujo, se convierte en un basurero humano. Cancún no necesita más fotos inaugurales ni discursos de “transformación”; necesita una alcaldesa que enfrente la indigencia con valentía, recursos y un plan real.
Un ultimátum para Cancún
Ana Paty Peralta tiene una oportunidad única para demostrar que sus palabras no son solo retórica. La indigencia en Cancún no es un problema menor; es una herida abierta que amenaza la cohesión social y la imagen de una ciudad que vive del turismo. Si no actúa con urgencia—creando albergues, programas de reinserción y políticas de prevención—, su legado será el de una líder que prefirió el aplauso internacional al bienestar de su pueblo. Los cancunenses merecen más que promesas; merecen un gobierno que no deje a nadie atrás. El andador Claveles no es solo una calle: es el espejo de un fracaso que Peralta aún puede, y debe, revertir.