Caos en hospital de Cancún: Custodiado armado desata pánico y moviliza a autoridades
El episodio, comenzó cuando el detenido, bajo vigilancia policial, aprovechó un descuido para intentar agredir a un agente con un arma blanca.
Cancún.- Un incidente de alto riesgo sacudió esta madrugada el Hospital General “Jesús Kumate Rodríguez” en Cancún, cuando un individuo bajo custodia policial protagonizó un intento de fuga que puso en jaque la seguridad del centro médico. Según el comunicado oficial de la Secretaría Municipal de Seguridad Ciudadana y Tránsito de Benito Juárez, el sujeto, cuya identidad no ha sido revelada, desató el caos al apoderarse de un arma blanca y un bastón policial (PR-24) durante su traslado al sanitario, generando una persecución que comprometió la seguridad de pacientes, médicos y visitantes.
El episodio, comenzó cuando el detenido, bajo vigilancia policial, aprovechó un descuido para intentar agredir a un agente con un arma blanca. Tras fallar en su ataque, el sujeto emprendió una huida desesperada por las instalaciones del hospital, apoderándose en el trayecto de un bastón perteneciente a personal de seguridad privada. Su carrera terminó al intentar refugiarse en una oficina administrativa, donde fue finalmente neutralizado por las autoridades.
La Secretaría aseguró que los oficiales actuaron con “estricto apego a los protocolos de legalidad y proporcionalidad”, logrando contener la amenaza sin reportes de heridos graves o daños colaterales significativos. Sin embargo, el incidente pone en el centro del debate las medidas de seguridad en hospitales públicos, donde la presencia de personas bajo custodia representa un riesgo latente. La falta de detalles sobre cómo el individuo accedió al arma blanca y la facilidad con la que desarmó a la seguridad privada levanta serias interrogantes sobre los procedimientos de traslado y vigilancia de detenidos en entornos médicos.
Este suceso se suma a una serie de incidentes recientes en Cancún que evidencian los desafíos de seguridad en espacios públicos. En un contexto donde la violencia en Quintana Roo ha ido en aumento —con un incremento del 12% en delitos de alto impacto en 2024, según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública—, la respuesta de las autoridades debe ir más allá de comunicados que resalten el cumplimiento de protocolos. Es imperativo revisar las fallas que permitieron esta brecha de seguridad y garantizar que hospitales, lugares destinados a salvar vidas, no se conviertan en escenarios de riesgo.
La población espera claridad sobre las medidas que se implementarán para evitar que un evento similar vuelva a ocurrir. Mientras tanto, el Hospital “Jesús Kumate Rodríguez” retoma su rutina, pero la sensación de vulnerabilidad persiste entre quienes lo consideran un refugio de salud, no un campo de batalla.