Carlos Joaquín dice que no entregó QR al crimen organizado, que sus hijos no tenían cargos, analiza demandar a Mendicuti, y se queja de "venganza política"
Joaquín González desmintió acusaciones, negando cualquier participación de sus hijos en actividades políticas durante su gestión y calificando los dichos de Mendicuti como “falsos y malintencionados.
Cancún.— En medio de una controversia que califica como “venganza política”, el embajador de México en Canadá, Carlos Joaquín González, rechazó categóricamente las acusaciones de haber “entregado” Quintana Roo al crimen organizado durante su gestión como gobernador, calificándolas de “falacias” y “declaraciones absolutamente falsas, vengativas, sin sustento alguno”. Así lo expresó en una entrevista exclusiva con Proceso, publicada este miércoles.
Las acusaciones provienen de Gabriel Mendicuti Loría, exsecretario de Gobierno durante la administración de Roberto Borge, quien, en un programa de radio en Playa del Carmen, afirmó que Joaquín González permitió la operación del crimen organizado en Quintana Roo y que uno de sus hijos cobraba “derecho de piso” actuando como intermediario con cárteles. Estas declaraciones se dan en el contexto de la transición política en el estado, a dos años de las elecciones para la gubernatura.
Joaquín González desmintió las acusaciones, negando cualquier participación de sus hijos en actividades políticas durante su gestión y calificando los dichos de Mendicuti como “falsos y malintencionados”. Afirmó que analiza presentar una demanda con su equipo legal, aunque aún no ha decidido los pasos a seguir. “Se trata de una venganza de tipo político. Les gané la elección. Recibí esta misma clase de ataques, que están haciendo otra vez. No sólo eso, involucrando a miembros de mi familia. Hay un deseo de venganza y de tintes políticos”, subrayó.
El embajador aclaró que su relación con Mendicuti fue estrictamente profesional e institucional durante su tiempo en Quintana Roo, y negó tener operación política en el estado desde que asumió su cargo en Canadá. “No he tenido ninguna comunicación con él, he sido testigo de la campaña que se ha hecho contra mí. Daña a mi familia y a mi trabajo. No me parece justo, es una bajeza”, expresó.
Contexto de las acusaciones
Durante la administración de Roberto Borge, en la que Mendicuti fue parte del gabinete, se documentó un presunto saqueo al patrimonio estatal mediante la venta de terrenos en zonas de alto valor a precios subvaluados, con un daño al erario estimado en más de 900 millones de pesos. Muchas de estas irregularidades fueron investigadas durante el gobierno de Joaquín González, lo que derivó en la detención de Borge y otros exfuncionarios.
Sin embargo, el periodo de Joaquín como gobernador (2016-2022) también enfrentó críticas. Según datos oficiales, los homicidios dolosos en Quintana Roo aumentaron un 180% durante su gestión, pasando de 165 en 2016 a 522 en 2022, y los feminicidios también registraron un incremento. Además, se reportó un aumento del 5.8% en los niveles de pobreza y una deuda pública en seguridad de aproximadamente 970.67 millones de pesos.
Al ser cuestionado sobre el aumento de la criminalidad, Joaquín defendió su gestión, asegurando que “siempre se combatió a los grupos criminales, de tipo local, drogas, principalmente en el sector turístico”. Instó a revisar las conferencias matutinas del expresidente Andrés Manuel López Obrador, donde, según él, se reportaban las acciones de seguridad en el estado.
Por su parte, la actual gobernadora de Quintana Roo, Mara Lezama, evitó pronunciarse directamente sobre las acusaciones de Mendicuti, señalando que la Mesa de Seguridad respondería al respecto. No obstante, reconoció que la administración de Joaquín dejó una deuda pública elevada, aunque afirmó que su gobierno ha logrado reducirla en aproximadamente 5 mil millones de pesos.
Trayectoria política de Carlos Joaquín
Carlos Joaquín González tiene una trayectoria política de más de dos décadas. Tras no obtener la candidatura a la gubernatura por el PRI en 2010 y 2016, renunció al partido el 8 de febrero de 2016, denunciando prácticas corruptas y exclusión en el proceso interno liderado por Roberto Borge. Se postuló como candidato de la coalición Quintana Roo UNE (PAN-PRD) y el 5 de junio de 2016 ganó la gubernatura con el 45.6% de los votos, logrando una alternancia histórica al desplazar al PRI, que había gobernado el estado desde su creación en 1974.
Asumió el cargo el 25 de septiembre de 2016, siendo el primer gobernador no priista de Quintana Roo. Durante su gestión, impulsó reformas en seguridad, aunque enfrentó críticas por el aumento de la violencia en destinos turísticos como Cancún, Playa del Carmen y Tulum. También apoyó proyectos como el Tren Maya, lo que generó un acercamiento con el gobierno de López Obrador. Este respaldo, junto con su designación como embajador en Canadá, desató críticas de la oposición, que lo acusó de “entregar” Quintana Roo a Morena a cambio del puesto diplomático.


