Caso Machuca a una semana del crimen: Tres detenidos y el móvil del "tema laboral"
La captura de los tres sospechosos, anunciada el pasado 8 de agosto, es hasta ahora el avance más sólido en el caso.
Cancún.— Hace exactamente una semana se produjo el brutal asesinato de Mario Machuca Sánchez, líder de la CROC y figura clave en el sindicalismo quintanarroense. El 4 de agosto, a plena luz del día, un sicario disfrazado de repartidor de comida, a bordo de una motocicleta, disparó siete balazos calibre .45 contra Machuca mientras este permanecía en su camioneta en el estacionamiento de la agencia Chevrolet de la avenida Kabah. Hoy se sabe que el asesino material sería Ángel Yair Sánchez Ordaz, un joven de 21 años señalado por la Fiscalía de Quintana Roo como el gatillero que le disparó al dirigente sindical. Con un total de tres detenidos y la versión oficial de un móvil ligado al “tema labora”, aún falta por saber quién y por qué habría ordenado eliminar a Machuca.
La captura de los tres sospechosos, anunciada el pasado 8 de agosto, es hasta ahora el avance más sólido en el caso. Además de Sánchez Ordaz, la Fiscalía detuvo a Arnulfo Espíndola Mercado, de 34 años, quien conducía la motocicleta Italika FT150 usada en el ataque, y a Guillermo Nieto Martínez, de 47 años, señalado como el cerebro logístico que ofreció 50 mil pesos a los ejecutores. Los tres sujetos fueron detenidos en la Ciudad de México. La operación, fruto de un trabajo conjunto entre autoridades federales y locales, desmanteló una célula que habría planeado el crimen con una precisión quirúrgica: los sicarios vigilaron a Machuca desde el 1 de agosto, se hospedaron en un hotel céntrico de Cancún y luego en un departamento rentado, y tras el asesinato huyeron a Playa del Carmen antes de tomar un vuelo a la capital del país, trascendió en fuentes de la investigación.
Según la investigación, las pruebas no dejan lugar a dudas sobre la participación de los detenidos. En el departamento donde se ocultaron, la Fiscalía encontró el arma homicida, un calibre .45 que coincide con los casquillos recolectados en la escena. También se recuperaron la motocicleta, una mochila tipo Uber Eats, sudaderas, cubrebocas y dos cascos abandonados en la súper manzana 27, a pocos metros del lugar del crimen. Cámaras del Complejo de Seguridad C5 captaron el ataque.
El móvil, según la FGE, estaría vinculado al trabajo de Machuca al frente de la CROC, un sindicato con un peso enorme en la industria turística de Cancún. Pero la vaguedad de la palabra “laboral” deja más interrogantes que certezas. Incluso se habla de posibles rencillas políticas, pero sin pruebas concretas, estas hipótesis flotan en el aire.
El asesinato de Machuca no es un caso aislado. Quintana Roo, un estado que vive del turismo, registró 173 homicidios dolosos entre enero y junio de 2025, y al menos cuatro líderes sindicales han sido ejecutados este año. Este contexto pone en evidencia la fragilidad de la seguridad en la región y la audacia del crimen organizado, capaz de operar en una zona céntrica como la avenida Kabah a plena luz del día.
La noche del 4 de agosto, en la funeraria Jardines de Paz, cientos de personas, entre familiares, amigos y compañeros, despidieron a Mario Machuca, recordado no solo como un líder sindical, sino como un hombre que fundó el Movimiento Laborista Quintana Roo A.C. junto a su hija. Su muerte deja un vacío en el sindicalismo y un recordatorio de los riesgos que enfrentan quienes ocupan posiciones de poder en un estado asediado por la violencia.
A una semana del crimen, aún se esperan respuestas. La detención de Sánchez Ordaz, Espíndola Mercado y Nieto Martínez es un primer paso, pero el verdadero desafío está en descubrir quién dio la orden y por qué. Mientras las investigaciones avanzan, Quintana Roo sigue de luto, consciente de que el caso Machuca podría marcar un antes y un después en la lucha por recuperar la seguridad en el paraíso turístico.



