Chapulineo masivo: Desbandada de perredistas en QR; buscan refugio en Movimiento Ciudadano; Leobardo promete miles de nuevas afiliaciones
Aunque Rojas López asegura que no busca cargos internos ni candidaturas, su plan de recorrer los 11 municipios de Quintana Roo para reclutar exmilitantes del PRD.
Cancún.— En un descarado espectáculo de oportunismo político, Movimiento Ciudadano (MC) en Quintana Roo abrió sus puertas al exdirigente perredista Leobardo Rojas López, quien, con la promesa de arrastrar entre 2,000 y 3,500 exmilitantes del Partido de la Revolución Democrática (PRD), parece liderar un éxodo masivo de perredistas en busca de un nuevo refugio político. Este movimiento, lejos de ser una renovación ideológica, huele a puro "chapulineo", con figuras que saltan de un partido a otro en busca de relevancia y oportunidades electorales.
Rojas López, luciendo los colores naranja de MC como si nunca hubiera ondeado la bandera del Sol Azteca, tuvo el descaro de afirmar que, de haber formado una coalición con MC en las elecciones pasadas, habrían ganado los municipios de Othón P. Blanco y Felipe Carrillo Puerto. “En Othón P. Blanco, donde yo provengo, mis compañeros, la mayoría de Chetumal, tenemos una fuerza considerable que sumaremos en los próximos días en otro evento similar. Invitaremos al delegado y a nuestro dirigente para que vean la fortaleza que podemos aportar en Quintana Roo”, aseguró con un optimismo que más bien suena a cálculo político.
El delegado nacional de MC, Jacobo Chef Alfjar Faro, no se quedó atrás en el juego de las alabanzas estratégicas, insinuando que Rojas López tiene el perfil para contender por la gubernatura en 2027, aunque se cuidó de no “destaparlo” oficialmente. “La suma de Leobardo con su equipo nos fortalecerá. Siéntete confiado, no vienes a buscar un cargo político, pero es legítimo que aspires a uno de elección popular. Lo apuntalaremos si es necesario”, dijo, en un discurso que parece más una invitación abierta a negociar posiciones que un respaldo desinteresado.
Aunque Rojas López asegura que no busca cargos internos ni candidaturas, su plan de recorrer los 11 municipios de Quintana Roo para reclutar exmilitantes del PRD sugiere una ambición clara: consolidar una base que lo posicione como un actor clave en MC. Curiosamente, esta movida coincide con el fin del periodo de José Luis Pech al frente de MC en diciembre, lo que abre la puerta a especulaciones sobre posibles reacomodos en la cúpula del partido. ¿Casualidad o estrategia?
Este éxodo perredista no es más que un reflejo del pragmatismo político que caracteriza a ciertos liderazgos en México. Lejos de representar un cambio genuino, el salto de Rojas López y su séquito a MC parece responder a la crisis terminal del PRD y a la búsqueda desesperada de un nuevo espacio para mantener relevancia. Mientras Movimiento Ciudadano se frota las manos ante la llegada de estos “refugiados políticos”, la ciudadanía observa con escepticismo un espectáculo donde las convicciones brillan por su ausencia y el oportunismo reina. ¿Será este chapulineo masivo el inicio de una verdadera fuerza política o solo un espejismo electoral rumbo a 2027?


