¡Chatarra explosiva! Granada lacrimógena arma un zafarrancho en Chetumal
El incidente, ocurrido en la avenida Maxuxac, entre las calles Paloma y Zenzontle, expone los riesgos de manipular materiales de origen desconocido.
Chetumal.- En un suceso que ha sacudido a la tranquila colonia Payo Obispo en Chetumal, una granada de gas lacrimógeno estalló dentro de una chatarrera, dejando a una mujer herida y encendiendo las alertas sobre la gestión de desechos. El incidente, ocurrido en la avenida Maxuxac, entre las calles Paloma y Zenzontle, expone los riesgos de manipular materiales de origen desconocido y la necesidad de regulaciones más estrictas en el comercio de chatarra.
Según reportes confirmados por autoridades locales, la explosión tuvo lugar en la Chatarrera Los Compas, cuando una trabajadora manipulaba objetos recibidos como desecho. Entre ellos, una granada de gas lacrimógeno detonó, causando aturdimiento y malestar a la mujer. La rápida activación del código rojo movilizó a paramédicos de la Unidad Médica de Bomberos, quienes brindaron primeros auxilios y trasladaron a la víctima al Hospital General de Chetumal para una evaluación médica. Aunque no se han revelado detalles sobre su estado de salud, fuentes oficiales indican que no hay reportes de lesiones graves.
El incidente no solo pone en el foco la seguridad laboral en este tipo de negocios, sino también la procedencia de materiales que llegan a estos establecimientos. ¿Cómo una granada de gas, un artefacto controlado y de uso restringido, terminó entre la chatarra? Esta pregunta resuena en un contexto donde el control de armas y explosivos en México sigue siendo un desafío. Datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) señalan que en 2024 se registraron más de 1,200 incidentes relacionados con artefactos explosivos en el país, aunque la mayoría no involucró granadas de gas. La presencia de este tipo de objetos en un negocio civil sugiere posibles fallos en la cadena de custodia de materiales peligrosos.
Agentes policiales aseguraron el área y confiscaron los restos de la granada para su análisis, mientras que las autoridades investigan el origen del artefacto. Este suceso revive el debate sobre la regulación de chatarreras, un sector que, aunque vital para el reciclaje, opera muchas veces en la informalidad. En Quintana Roo, donde el turismo es la principal actividad económica, incidentes como este podrían afectar la percepción de seguridad en la capital.
La explosión en Chetumal es un recordatorio de que incluso los negocios más cotidianos pueden esconder riesgos inesperados. Mientras la investigación avanza, la ciudadanía exige respuestas: ¿quién es responsable de que un objeto tan peligroso llegara a manos civiles? Y, más importante, ¿qué medidas se tomarán para evitar que esto se repita?
Con información de: Quadratín