Con 25 incendios forestales en lo que va del 2025, Quintana Roo perdió más de 600 hectáreas de selva baja y pastizales en OPB, Bacalar y FCP
Ha afectado principalmente áreas de selva baja y pastizales en los municipios de Othón P. Blanco, Bacalar y Felipe Carrillo Puerto.
Chetumal.— En lo que va del año 2025, los incendios forestales han consumido un total de 627 hectáreas de vegetación en el estado de Quintana Roo, según datos proporcionados por la Comisión Nacional Forestal (Conafor). Este impacto ambiental ha afectado principalmente áreas de selva baja y pastizales en los municipios de Othón P. Blanco, Bacalar y Felipe Carrillo Puerto, considerados los más golpeados por la intensidad de los siniestros. La combinación de altas temperaturas, una prolongada sequía y fuertes vientos ha exacerbado las condiciones, dificultando las labores de contención y extinción de los incendios.
De acuerdo con el reporte de Conafor, hasta el 24 de abril de 2025, se han registrado un total de 25 incendios forestales en el estado, los cuales han requerido una respuesta coordinada de diversas instituciones y grupos voluntarios. Brigadistas de la Conafor, personal de la Coordinación Estatal de Protección Civil, elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y voluntarios locales han trabajado arduamente para combatir los focos de incendio. Estas labores han incluido la creación de brechas cortafuego, el uso de herramientas manuales y, en algunos casos, el apoyo de sobrevuelos para monitorear las zonas afectadas.
Las autoridades han señalado que las condiciones climáticas adversas, propias de la temporada de estiaje, han complicado las operaciones. La falta de lluvias y la acumulación de material vegetal seco han convertido los ecosistemas en zonas altamente vulnerables. Además, se ha identificado que algunos de los incendios podrían haber sido provocados por actividades humanas, como quemas agrícolas mal controladas o descuidos en áreas rurales. Por ello, Conafor y Protección Civil han intensificado las campañas de concientización, exhortando a la población a evitar prácticas que puedan desencadenar nuevos siniestros, como arrojar colillas de cigarro, encender fogatas o realizar quemas sin las debidas precauciones.
En particular, los municipios de Othón P. Blanco y Bacalar han reportado los mayores daños, con afectaciones a áreas de selva que albergan una rica biodiversidad, incluyendo especies endémicas de la región. En Felipe Carrillo Puerto, los incendios han impactado principalmente pastizales, aunque también se han reportado daños en zonas cercanas a comunidades rurales, lo que ha generado preocupación entre los habitantes. Las autoridades han asegurado que, hasta el momento, no se han registrado pérdidas humanas ni daños a infraestructura, pero el impacto ambiental podría tener consecuencias a largo plazo para los ecosistemas locales.
La Conafor ha destacado que los esfuerzos para controlar los incendios continúan, con un monitoreo constante de las condiciones meteorológicas para anticipar posibles nuevos brotes. Asimismo, se están realizando investigaciones para determinar las causas exactas de los incendios, con el objetivo de implementar medidas preventivas más efectivas. Entre las acciones propuestas se encuentra el reforzamiento de las sanciones para quienes realicen quemas ilegales y la promoción de prácticas agrícolas sostenibles.
Las autoridades han hecho un llamado a la ciudadanía para reportar cualquier indicio de incendio forestal a los números de emergencia o directamente a las oficinas de Protección Civil y Conafor. También se ha solicitado la colaboración de los productores agrícolas para que notifiquen y supervisen cualquier quema controlada, cumpliendo con las normativas establecidas. Mientras tanto, las labores de contención y restauración de las áreas afectadas seguirán siendo una prioridad para mitigar el impacto de esta temporada de incendios en Quintana Roo.