Construyen torre médica en predio de Puerto Cancún, obtuvieron anuencia hace tres meses
Las imágenes muestran un sitio rodeado de lo que claramente era una extensa zona de vegetación, ahora parcialmente devastada para dar paso al desarrollo.
Cancún.— Imágenes de Drone este domingo revelan una obra en proceso en un terreno en Puerto Cancún, lo que parece ser una nueva torre médica, identificada como “Luximia Med.” La construcción, que hasta ahora pasa desapercibida desde las calles, obtuvo su anuencia apenas hace tres meses, el 31 de marzo de 2025, con vigencia hasta el 31 de marzo de 2027. Las imágenes muestran un sitio rodeado de lo que claramente era una extensa zona de vegetación, ahora parcialmente devastada para dar paso al desarrollo.
El proyecto, impulsado por Luximia, una empresa conocida por megaproyectos como Shark Tower y Be Towers, ya se anuncia en su sitio web (luximia.mx), aunque la información disponible es escasa y no ha trascendido entre la población. Las fotos captadas desde el aire revelan una estructura en avance, con pilotes y cimientos visibles, mientras el entorno natural, antes dominado por vegetación, evidencia una intervención significativa. Esta zona, cerca de la Avenida Bonampak y la entrada a la Zona Hotelera, forma parte de un área ecológicamente sensible, lo que despierta inquietudes sobre su impacto.
Puerto Cancún, concebido como un desarrollo de lujo desde los años 2000 por el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), ha sido un imán para inversionistas, pero también un foco de controversia ambiental. El complejo, que incluye hoteles, condominios y una marina, se levantó sobre terrenos que originalmente albergaban manglares y selva, generando protestas de ambientalistas desde su inicio. En 2006, la detención de Michael Eugene Kelly, principal accionista del proyecto, por el FBI, puso en jaque su viabilidad, mientras grupos como el Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA) y el Grupo Ecologista del Mayab denunciaron la destrucción de ecosistemas, incluyendo el caso del manglar de Tajamar en 2016, donde la tala masiva llevó a suspensiones temporales de obras.
El antecedente más reciente es el hotel Riviera Cancún en Punta Nizuc, donde en 2015 se autorizó un desarrollo pese a advertencias de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) sobre la presencia de manglares, desencadenando amparos y clausuras parciales. La zona hotelera y sus alrededores, que incluyen el sistema lagunar Nichupté, han perdido hectáreas de vegetación primaria por la expansión turística, afectando aves, tortugas y el acuífero subterráneo. En 2024, esfuerzos locales lograron proteger más de 7,000 nidos de tortuga, un logro que contrasta con la presión de nuevos proyectos como este.
Luximia promociona sus desarrollos con un discurso de “conciencia ambiental”, incluyendo iniciativas como el Shark Lab en Shark Tower para preservar tiburones, pero la realidad en el terreno sugiere otra historia. La construcción de Luximia Med, si bien promete empleo y turismo médico, plantea preguntas urgentes sobre la sostenibilidad en una región donde el equilibrio ecológico ya pende de un hilo.



