Cora Amalia culpa a Raymundo King de la pobreza del PRI-QR, no tienen dinero para pagar la luz, el agua ni el internet
La dirigente anunció que el PRI acudirá al Tribunal de Justicia Administrativa para intentar recuperar parte de los recursos.
Cancún.— Cora Amalia Castilla Madrid, presidenta del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en Quintana Roo, expuso en conferencia de prensa que el 50% de las prerrogativas del partido se destinan a cubrir laudos laborales acumulados durante la gestión de Raymundo King de la Rosa, ex dirigente estatal. Esta situación, descrita como “crítica”, compromete la operatividad del partido, limitando recursos para gastos básicos como electricidad, agua, internet y mantenimiento de oficinas. La declaración pone en evidencia una gestión financiera deficiente en el pasado.
“No se puede operar cuando la mitad de las prerrogativas están comprometidas en laudos que no fueron responsabilidad de la actual dirigencia”.
La dirigente anunció que el PRI acudirá al Tribunal de Justicia Administrativa para intentar recuperar parte de los recursos, una medida que refleja la gravedad del problema pero cuya viabilidad no queda clara en el comunicado.
Además, la posible expulsión de King, justificada por su “cercanía con otras fuerzas políticas” y el daño causado, parece ser una estrategia para deslindar responsabilidades y reforzar la narrativa de renovación interna.
“Una persona que no aporta al partido y coquetea con otras fuerzas políticas no tiene cabida aquí”.
Sin embargo, la falta de pruebas concretas sobre las acusaciones contra King y la ambigüedad sobre su “coqueteo” con otros partidos debilitan la solidez del argumento. Este movimiento podría interpretarse como un intento de consolidar el control de la actual dirigencia, más que una sanción fundamentada.
La presidenta del tricolor anunció un proceso de afiliación permanente y giras por los municipios para fortalecer la estructura del PRI. Esta estrategia busca revitalizar un partido que ha perdido relevancia en Quintana Roo y a nivel nacional, pero no se mencionan propuestas concretas para atraer nuevos militantes ni para diferenciarse de otras fuerzas políticas. En un contexto de descrédito del PRI, marcado por escándalos de corrupción y derrotas electorales, la iniciativa parece más un esfuerzo de supervivencia que una renovación programática sólida.