Dado por muerto: el milagroso rescate de un contratista secuestrado en Cancún
El hallazgo ocurrió cuando vecinos que transitaban por una brecha de terracería en la zona descubrieron al hombre y, al percatarse de que aún respiraba, alertaron al 911.
Cancún.- En un dramático giro de los acontecimientos, un contratista reportado como secuestrado fue hallado con vida en un área verde de la colonia Cuna Maya, Región 203 de Cancún, tras ser abandonado por sus captores, quienes lo creyeron muerto. Maniatado, semienterrado y con visibles signos de tortura, el hombre sobrevivió a un calvario que expone, una vez más, la alarmante violencia que azota este destino turístico.
El hallazgo ocurrió cuando vecinos que transitaban por una brecha de terracería en la zona descubrieron al hombre y, al percatarse de que aún respiraba, alertaron al 911. Elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, Tránsito y el Ejército Mexicano acudieron rápidamente al lugar, mientras paramédicos estabilizaron a la víctima, quien fue trasladada a un hospital bajo estricta vigilancia. Aunque su estado de salud no ha sido detallado, fuentes cercanas confirman que se encuentra en recuperación.
Según reportes preliminares, el contratista habría sido retenido durante varios días en una casa de seguridad operada por una célula delictiva, donde fue torturado por una pareja que, al intentar deshacerse de él, lo abandonó tras un fallido intento de enterrarlo. Las autoridades investigan si este caso guarda relación con un secuestro reportado días atrás en el fraccionamiento Kusamil, Región 110, aunque hasta el momento no se han revelado más detalles.
Contexto y análisis crítico
Este incidente pone en evidencia la creciente inseguridad en Cancún, un destino que, pese a su relevancia turística, enfrenta una escalada de violencia ligada al crimen organizado. Datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) muestran que Quintana Roo registró 1,029 delitos de alto impacto en el primer trimestre de 2025, incluyendo secuestros y extorsiones, un aumento del 12% respecto al mismo periodo de 2024. La operación de células delictivas en zonas residenciales como la Región 203 sugiere una preocupante infiltración en comunidades que antes se consideraban seguras.
La intervención oportuna de los vecinos y la respuesta de las autoridades fueron clave para salvar la vida de la víctima, pero este caso plantea preguntas inquietantes: ¿cómo es posible que una casa de seguridad opere impunemente en una ciudad bajo constante escrutinio? ¿Qué medidas concretas están tomando las autoridades para desmantelar estas redes? La falta de información oficial sobre los responsables y los avances en la investigación alimenta la percepción de opacidad, un problema recurrente en la lucha contra el crimen en la región.
El rescate del contratista es, sin duda, una historia de supervivencia que conmueve, pero también un recordatorio de la fragilidad de la seguridad en Cancún. Mientras el turismo sigue siendo el motor económico de Quintana Roo, la violencia amenaza con erosionar la confianza en este paraíso caribeño. Las autoridades deben actuar con mayor contundencia para garantizar que casos como este no se repitan.