De chelas y contravías: La pareja que armó un show etílico en Playa del Carmen
En Playa del Carmen, Juan y Gabriela, fueron detenidos por desobediencia, lesiones y daños, este dúo demuestra que el alcohol y el volante son una receta para el desastre.
Playa del Carmen.- Imagínense la escena, medianoche en el apacible fraccionamiento Playa Magna, donde los grillos cantan y los vecinos duermen… hasta que Juan “N” (47, de Tabasco) y Gabriela “N” (48, de Oaxaca) decidieron convertir las calles en su propio rally etílico. No contentos con manejar en sentido contrario, esta pareja de “pilotos” ebrios se lanzó contra los oficiales de Tránsito con una coreografía de insultos y golpes digna de un reality de tercera. ¡Aplausos para la Secretaría de Seguridad Ciudadana por bajarlos del escenario!
El show comenzó cuando los agentes, en un operativo rutinario, notaron que el dúo dinámico zigzagueaba en contraflujo, con más alcohol en la sangre que sentido común en la cabeza. Al intentar detenerlos, Juan y Gabriela, lejos de disculparse con un “uy, nos pasamos de chelas”, optaron por la vía del escándalo, agresiones verbales, manotazos y un despliegue de rebeldía que les valió una suite en la Fiscalía General del Estado. Los cargos: desobediencia, resistencia, lesiones, daños y, probablemente, un récord en imprudencia.
Pero no nos riamos tanto, porque esto no es solo una anécdota para el grupo de WhatsApp del vecindario. Según el INEGI, en 2023, el 24% de los accidentes viales en México estuvieron ligados al alcohol, y Playa del Carmen, con su boom turístico, no es ajena a esta plaga. Mientras los bares rebosan y los turistas brindan, las carreteras se convierten en pistas de riesgo donde cualquiera puede ser víctima de un “genio del volante” como estos dos.
La pregunta es: ¿cuándo vamos a dejar de tratar estas payasadas como “cosas que pasan”? Los operativos están, las leyes también, pero la cultura de “una copita no hace daño” sigue mandando. Juan y Gabriela, ahora en manos de la justicia, son el chiste del día, pero su irresponsabilidad pudo costar vidas. Así que, Playa del Carmen, menos brindis al volante y más neuronas en la carretera, ¿sale?