De OnlyFans al tianguis: Vanessa Bohórquez revoluciona Cancún con su Cybertruck
Vanessa Bohórquez y su aparición vendiendo ropa y calzado usado desde la parte trasera de su Tesla Cybertruck en el tianguis de la Supermanzana 100
Cancún.- En una escena que parece sacada de una película de ciencia ficción, una Tesla Cybertruck, valorada en más de 1.5 millones de pesos, se convirtió en el puesto de venta más llamativo del tianguis de la Supermanzana 100 en Cancún. La protagonista de esta peculiar historia es Vanessa Bohórquez, una modelo venezolana de OnlyFans con más de 2.7 millones de seguidores en Instagram, conocida por su contenido sensual y su estilo de vida extravagante. Su aparición vendiendo ropa y calzado usado desde la parte trasera de este vehículo futurista no solo desató la curiosidad de los transeúntes, sino que generó un frenesí en redes sociales, donde videos y fotos del momento se volvieron virales.
Bohórquez, nacida en Maracaibo, Venezuela, en 1990, ha construido una carrera como influencer y modelo desde 2014, destacándose en plataformas como Instagram, TikTok y OnlyFans, donde ofrece contenido exclusivo a sus suscriptores. Su presencia en el tianguis, un espacio tradicionalmente asociado con la economía popular, plantea un contraste fascinante: una celebridad digital, asociada al glamour y la modernidad, participando en una actividad cotidiana y accesible. Este movimiento puede interpretarse como un intento de conectar con una audiencia más amplia o, quizás, una estrategia de marketing brillante para mantener su relevancia en un entorno mediático saturado.
Sin embargo, la escena no está exenta de críticas. Algunos usuarios en X cuestionaron la autenticidad de la acción, sugiriendo que podría ser una puesta en escena para generar publicidad, dado el alto perfil de Bohórquez y el costo del Cybertruck, un vehículo que difícilmente pasa desapercibido. Otros aplaudieron su audacia, viendo en ella una muestra de versatilidad y cercanía con el público. “Del glamour digital al trueque tropical. México mágico, nivel DIOS”, comentó un usuario en X, capturando el tono mezcla de sorpresa y admiración que predominó en las reacciones.
El fenómeno también pone en la mesa preguntas sobre el impacto de las redes sociales en la cultura local. El tianguis, un pilar de la identidad mexicana, es un espacio de intercambio comunitario, pero la irrupción de una figura como Bohórquez con un vehículo de lujo podría interpretarse como una intromisión del espectáculo digital en un entorno tradicional. ¿Es esto una fusión cultural o una apropiación para fines comerciales? La respuesta no es clara, pero el evento subraya cómo las dinámicas de la fama moderna pueden transformar incluso los espacios más arraigados.
Por otro lado, el uso del Cybertruck, un símbolo de estatus y tecnología de punta, no es casual. Bohórquez, quien reside en Panamá y ha trabajado con marcas de moda y belleza, sabe que cada movimiento suyo es escrutado. Su decisión de vender ropa desde este vehículo no solo atrae miradas, sino que refuerza su imagen como una emprendedora que no teme romper moldes. Sin embargo, en un contexto donde los tianguis suelen ser espacios de superviv económica para muchos, su presencia podría percibirse como una desconexión con las realidades de los vendedores locales.
En conclusión, la aparición de Vanessa Bohórquez en el tianguis de Cancún es más que una anécdota curiosa: es un reflejo de cómo las fronteras entre lo digital y lo tradicional, lo global y lo local, se difuminan en la era de las redes sociales. Con su Cybertruck y su carisma, Bohórquez no solo vendió ropa, sino que vendió una historia que, para bien o para mal, capturó la imaginación de Cancún y más allá.