Diego Castañón promueve restricciones para accesar a las playas: Deberán tener carnet con 30 días de estancia en Tulum
El Artículo 4 de la Constitución Mexicana establece que las costas del país son propiedad pública “inalienable e imprescriptible”, garantizando el acceso libre a todas las playas.
Tulum.— El alcalde Diego Castañón promueve una nueva restricción para el libre acceso a las playas de Tulum. Mexicanos y extranjeros deberán tramitar en el Ayuntamiento un carnet que acredite una estancia mínima de 30 días en Tulum, para poder accesar libremente a las playas, a través del Parque del Jaguar, el único punto a las “playas públicas”, trascendió este lunes. Lejos de resolver la lucha por el acceso irrestricto a la costa, este sistema es señalado como una restricción que limita aún más el derecho de los ciudadanos a disfrutar del mar. Esta promoción del presidente municipal surge un día después de nuevas protestas en su contra por su omisión, complicidad y tolerancia al impedimento del libre acceso a las playas.
Ayer, habitantes de Tulum salieron a las calles y bloquearon parcialmente la carretera federal en una marcha pacífica. Con pancartas que decían “Negar el acceso al mar es un delito contra el desarrollo turístico” y “No a los peajes ilegales en el Parque del Jaguar”, los manifestantes exigieron la eliminación de cuotas y trámites burocráticos para acceder a las playas a través del Parque del Jaguar. Esta marcha, la tercera en meses recientes, refleja la creciente frustración ante lo que muchos consideran una traición al mandato constitucional y cultural de mantener las playas públicas.
El Artículo 4 de la Constitución Mexicana establece que las costas del país son propiedad pública “inalienable e imprescriptible”, garantizando el acceso libre a todas las playas. Esta ley, reforzada en 2020 con multas de hasta $1 millón de pesos por obstruir el acceso público, buscaba desmantelar las barreras impuestas por intereses privados. Sin embargo, en Tulum, donde el turismo genera cerca del 45% del PIB de Quintana Roo, la realidad es otra. Clubes de playa privados, hoteles de lujo y ahora el carnet municipal han creado un sistema que discrimina el acceso al mar, imponiendo costos o trabas administrativas.
El sistema de carnet, implementado con la apertura del Parque del Jaguar en abril de 2025, exige acreditar una estancia mínima de 30 días en Tulum para obtener un carnet que permita el ingreso gratuito al parque y sus playas. Aunque el presidente municipal Diego Castañón, ha defendido esta medida como un beneficio para los locales, los críticos sostienen que contradice el principio de acceso universal.
La medida también perjudica a turistas y no residentes, quienes enfrentan cuotas de hasta $415.37 MXN para extranjeros y $255 MXN para nacionales mexicanos para entrar al parque, a pesar de que sus playas son legalmente públicas. Para muchos, estos costos –sumados a reportes de aplicación inconsistente y hostigamiento por parte de la Guardia Nacional en los accesos– equivalen a una privatización encubierta de la costa.
La controversia se agrava por el contexto más amplio de la gestión costera en Tulum. Más del 80% de la costa de Quintana Roo está bajo concesiones privadas, controladas frecuentemente por resorts de lujo y clubes de playa que instalan barreras, colocan letreros de “propiedad privada” o cobran tarifas exorbitantes por el acceso.
Mientras las playas de Tulum siguen siendo un campo de batalla entre los derechos públicos y los intereses privados, la marcha de ayer indica que la lucha está lejos de terminar. El movimiento “Playas Para Todos” ha prometido seguir movilizando, inspirándose en campañas exitosas en Nayarit, donde esfuerzos ciudadanos recuperaron 12 kilómetros de costa. Los activistas exigen señalización clara en todos los accesos públicos, una aplicación estricta contra barreras ilegales y la eliminación total del sistema de carnet.