Disminución de 21 mil visitantes en la zona arqueológica de Tulum en 2025, pese a mantenerse en el top tres de sitios más visitados de México
Los comerciantes locales, duramente afectados por las pérdidas económicas estimadas en millones de pesos, depositan sus esperanzas en una medida reciente para revertir la tendencia.
Tulum.— La icónica zona arqueológica de Tulum, enclavada en los acantilados frente al mar Caribe, ha experimentado una notable disminución en la afluencia de visitantes durante 2025, con una caída de más de 21 mil turistas registrados hasta la fecha. Esta reducción, que representa un impacto significativo en uno de los emblemas turísticos de Quintana Roo, se atribuye principalmente al cobro reciente por el acceso a las playas del Parque Nacional Tulum y al aumento en la tarifa de entrada al sitio prehispánico. Sin embargo, el yacimiento maya se consolida como el tercer sitio arqueológico más visitado del país, solo por detrás de Chichén Itzá en Yucatán y Teotihuacán en el Estado de México, según datos preliminares del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y la Secretaría de Turismo (Sectur) para el período enero-julio de 2025.
Para contextualizar esta baja, es importante recordar que en 2024, Tulum atrajo a cerca de 1.2 millones de visitantes, posicionándose como un pilar del turismo cultural en México, con un promedio mensual de hasta 100 mil personas en temporada alta. En contraste, los reportes de 2025 indican una contracción más pronunciada en el sector: analistas locales estiman una pérdida acumulada de hasta 535 mil visitantes en el primer semestre, lo que ha generado discrepancias en las cifras oficiales de la Sectur y preocupación entre operadores turísticos. Esta disminución no es aislada; por ejemplo, el flujo de turistas colombianos, un mercado clave para Quintana Roo, ha caído un 35% en lo que va del año, pasando de 500 mil llegadas en años previos a cifras inferiores, afectando directamente la demanda en sitios como Tulum. Además, el turismo nacional, sensible a los costos, ha reducido su presencia, con reportes de una baja del 40% en visitas debido a los incrementos tarifarios.
El principal factor detrás de esta tendencia es el nuevo esquema de cobros implementado en el Parque Nacional Tulum, administrado por la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp). A partir de enero de 2025, la tarifa de acceso al parque aumentó del 61 pesos al 122 pesos para visitantes extranjeros, un incremento del 100% justificado por el gobierno de Quintana Roo para financiar la conservación de ecosistemas como manglares y playas vírgenes. Para mexicanos, la cuota se mantuvo en 60 pesos, con descuentos para estudiantes y entrada gratuita para locales, pero esto no ha evitado protestas generalizadas. En agosto, habitantes de Tulum bloquearon la carretera federal Riviera Maya para exigir el libre acceso a las playas, argumentando que las restricciones violan el carácter público de estos espacios costeros. La tensión escaló con acusaciones contra la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), involucrada en la gestión del área, por condicionar el paso mediante “derechos” de hasta 255 pesos por persona en algunos puntos, lo que disuadió a turistas de bajo presupuesto y generó una crisis en el sector de guías y prestadores de servicios.
Paralelamente, la entrada a la zona arqueológica en sí misma vio un ajuste en sus tarifas: el costo base para el INAH pasó a 95 pesos para adultos nacionales (de 80 pesos previos), más la cuota del parque, elevando el total a alrededor de 155-217 pesos según el origen del visitante. Este encarecimiento, combinado con el impacto del sargazo en temporada baja y la informalidad en servicios turísticos, ha obligado a agencias de viajes y hoteleros a reestructurar itinerarios, reportando una “crisis turística” con hasta un 40% menos de reservas en julio y agosto.
Los comerciantes locales, duramente afectados por las pérdidas económicas estimadas en millones de pesos, depositan sus esperanzas en una medida reciente para revertir la tendencia. Tras negociaciones entre el Ayuntamiento de Tulum, la iniciativa privada y autoridades federales, se habilitaron 15 puntos de acceso gratuito a las playas a partir de finales de septiembre, permitiendo el ingreso sin cover ni restricciones a través de hoteles y beach clubs participantes. Esta iniciativa, acordada el 2 de septiembre tras protestas, incluye establecimientos como Ana y José, Casa Gitano, Casa Violeta, Ahau Tulum, Delek, Alaya, Blue Venado, Coco Unlimited, Hotel Nest, Papaya Playa Project, Kanan Tulum, Beach Club Eugenia y otros, operando de 8:00 a 17:00 horas para fomentar un turismo responsable y accesible.
Los comerciantes y guías turísticos locales, que dependen en gran medida de la zona arqueológica —con ingresos por servicios complementarios que superaron los 500 millones de pesos en 2024—, ven en estos accesos una “batalla ganada” contra la exclusión. “El libre acceso no solo revive el flujo de visitantes, sino que fortalece la economía comunitaria”, señaló un operador anónimo, alineándose con la visión de equidad promovida por el alcalde Diego Castañón. Sectur proyecta que, con esta apertura y campañas de promoción, Tulum podría recuperar hasta un 20% de sus visitantes para diciembre, manteniendo su estatus como joya del Caribe mexicano.
A pesar de los desafíos, el sitio de Tulum —construido entre los siglos XIII y XV por los mayas como puerto comercial— sigue atrayendo a unos 7 mil visitantes diarios en picos recientes, gracias a su ubicación única sobre el mar y su integración con el Parque Nacional, que abarca 6,539 hectáreas de biodiversidad. Expertos del INAH recomiendan visitas guiadas para apreciar su valor histórico, mientras que la Conanp insta a prácticas sostenibles para preservar sus playas y ruinas ante el creciente turismo global a México, que superó los 45 millones de llegadas en 2024. La recuperación de Tulum será un indicador clave para el sector en Quintana Roo, donde el turismo representa el 80% del PIB estatal.


