"El abuelo" regresa a México: La caída de un presunto capo en Tabasco
El exfuncionario de Tabasco, acusado de encabezar una red criminal, llegará a Cozumel a las 22:33 horas y será trasladado al penal del Altiplano
Cozumel.- Esta noche, a las 22:33 horas (hora de Quintana Roo), un avión que repatría a Hernán Bermúdez Requena, alias “El Abuelo”, acusado de liderar el grupo criminal “La Barredora” en Tabasco, aterrizará en Cozumel. Desde allí, será trasladado a Toluca para su reclusión en el penal de máxima seguridad del Altiplano. La captura de Bermúdez, un exfuncionario público con una controvertida trayectoria, marca un hito en la lucha contra el crimen organizado, pero también levanta preguntas sobre la infiltración del narco en las instituciones mexicanas.
Un exfuncionario bajo la lupa
Hernán Bermúdez Requena, conocido como “El Abuelo” o “Requena”, no es un delincuente común. Durante más de tres décadas, ocupó cargos clave en la seguridad de Tabasco, incluyendo la dirección del Centro de Readaptación Social, la subsecretaría de Seguridad y, hasta enero de 2024, la titularidad de la Secretaría de Seguridad Pública estatal bajo los gobiernos de Adán Augusto López Hernández y Carlos Manuel Merino Campos. Su renuncia coincidió con una ola de violencia, robos y bloqueos en Tabasco, lo que ya entonces encendió las alertas sobre su posible implicación en actividades ilícitas.
En febrero de 2025, un juez de Tabasco emitió una orden de aprehensión en su contra por asociación delictuosa, extorsión y secuestro exprés. Bermúdez huyó del país ese mismo día, iniciando un periplo que lo llevó desde Mérida a Panamá, España y finalmente Paraguay, donde fue detenido el 12 de septiembre de 2025 en una lujosa residencia en el barrio cerrado Surubi’i, cerca de Asunción. La operación, coordinada por el Centro Nacional de Inteligencia (CNI), la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) y autoridades paraguayas, contó con el respaldo de una ficha roja de Interpol emitida en julio de 2025.
La Barredora: Un monstruo creado desde el poder
La Barredora, el grupo criminal que presuntamente lideraba Bermúdez, emergió en Tabasco como una escisión del Cártel de los Beltrán Leyva, consolidándose como aliado del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). Dedicada al tráfico de drogas, extorsión, secuestro exprés, robo de combustible (huachicol) y lavado de dinero, la organización se benefició, según investigaciones, de los recursos y la protección que Bermúdez pudo haber facilitado desde su posición en la Secretaría de Seguridad. Informes de inteligencia militar señalan que, desde 2021, el entonces presidente Andrés Manuel López Obrador ordenó investigar sus actividades, lo que sugiere que su doble vida ya era sospechada.
El caso de Bermúdez no es aislado. Su detención pone en el foco la relación entre el crimen organizado y las estructuras de poder en Tabasco, una entidad marcada por la violencia y la corrupción. La operación para capturarlo, ordenada por la presidenta Claudia Sheinbaum bajo el principio de “cero tolerancia a la corrupción”, refleja un esfuerzo por desmantelar estas redes, pero también evidencia los retos de combatir un sistema donde los límites entre autoridad y delincuencia se desdibujan.
Preguntas que persisten
Aunque la captura de Bermúdez es un golpe mediático, no está exenta de sombras. ¿Cómo pudo un funcionario de alto rango operar durante años sin ser detectado? ¿Qué tan profundas son las conexiones de La Barredora con otros actores políticos y empresariales en Tabasco y más allá? La detención de Ulises Pinto, segundo al mando de la organización, y las acusaciones contra cómplices aún prófugos, como Eduardo Vázquez Orellana y Manuel de Atocha Romero, sugieren que la red es más amplia de lo que parece.
El traslado de Bermúdez al Altiplano, un penal de máxima seguridad, busca garantizar que enfrente la justicia. Sin embargo, su caso es un recordatorio de que la lucha contra el crimen organizado no solo requiere operativos espectaculares, sino también una revisión profunda de las instituciones que, en teoría, deberían proteger a la ciudadanía.




